por Patricia Guerrero Medina
Infosel, diciembre. 19.- El gobierno de Ciudad de México lanzó un modelo de consulta pública, un nuevo trámite para las obras de gran tamaño --o megaproyectos-- que pretendan ser construidas en la ciudad por los desarrolladores inmobiliarios a partir del próximo año, una medida dirigida a evitar casos de conflicto vecinal como el ocurrido con el megadesarrollo de usos mixtos Torre Mítikah, ubicado en el sur de la capital.
El modelo busca que los desarrolladores conozcan y tomen en cuenta la opinión de los habitantes de las zonas de impacto de la obra, antes de iniciar los trabajos, por lo que será un requisito necesario para recibir los permisos de construcción, dijo el gobierno capitalino en un comunicado.
"Tenía que haber un cambio, no podíamos seguir de la manera en que venía creciendo la ciudad", dijo Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno capitalino, citada en el comunicado. "Nunca más va a haber un gran desarrollo donde no se consulte a los vecinos en la Ciudad de México".
El requisito será aplicable únicamente a grandes construcciones, es decir, aquellas cuyos polígonos de actuación y fusión de predios sean al menos de cinco mil metros cuadrados; o bien, que la construcción total sea de 100 mil metros cuadrados o más. También será necesario para el desarrollo de centros comerciales, espectáculos o similares, además de donde exista un conflicto vecinal.
Para iniciar el proceso, que podría tardar hasta tres meses y medio, los desarrolladores deberán presentar el anteproyecto en la ventanilla única para construcción, el cual será expuesto a la ciudadanía mediante un sitio web y en módulos informativos.
Los desarrolladores deberán informar --a través de diarios y en redes sociales-- los detalles del inicio de consulta pública, que incluirá reuniones y talleres con los vecinos para llegar a acuerdos e incluirlos en el proyecto, todo bajo supervisión de las autoridades capitalinas. En caso de no alcanzarlos, el proceso deberá repetirse.
La Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), la organización que vela por los intereses de las empresas del sector, no respondió de manera inmediata a una solicitud de comentarios.
El gobierno capitalino busca evitar conflictos vecinales como el existente en torno a Torre Mítikah, propiedad de Fibra Uno, el fideicomiso de inversión en bienes raíces más grande del país, y que tuvo su punto más álgido del año en mayo, tras la tala de 54 árboles.
La compañía incluso fue sancionada por las autoridades capitalinas con una multa de 40.8 millones de pesos (2.1 millones de dólares), y por la que inició un proceso judicial para impugnarla.
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