Investing.com -- La tasa de inflación anual de Brasil se ralentizó inesperadamente en la primera quincena de diciembre, incluso cuando los banqueros centrales planean nuevas subidas significativas de los tipos de interés para marzo.
Los precios al consumo aumentaron un 4,71% respecto al año anterior, según los datos oficiales publicados el viernes. Esta cifra es inferior a la media del 4,83% prevista por los economistas en una encuesta de Bloomberg. En comparación con el mes anterior, los precios subieron un 0,34%.
En otras noticias económicas, el desempleo en Brasil descendió a un mínimo del 6,1% en los tres meses que finalizaron en noviembre. Se trata del nivel más bajo desde el inicio de la serie de datos en 2012.
En respuesta a estas condiciones económicas, el banco central de Brasil subió los tipos de interés al 12,25% este mes. El banco también indicó planes para ampliar su ciclo de endurecimiento, elevando la tasa Selic de referencia a su nivel más alto en ocho años.
Estos cambios se deben al aumento del coste de los alimentos, sobre todo de la carne, y a la inflación en el sector servicios, que supera el objetivo del 3%. Además, la debilidad del real brasileño está aumentando la presión sobre los precios de los bienes industriales.
A pesar de estos retos, un mercado laboral robusto está apoyando la demanda de los consumidores y contribuyendo a un crecimiento económico que ha superado las expectativas en 2024. Sin embargo, los responsables políticos han observado que el proceso de desinflación se ha detenido.
Gabriel Galipolo, que se convertirá en gobernador del banco central en enero, ha declarado que cualquier desviación de la orientación del banco requeriría una razón de peso.
Frente a los elevados tipos de interés, el saldo vivo de los préstamos creció un 1,2% en noviembre, según un informe del banco central publicado el viernes. Los responsables políticos han expresado su preocupación por unos flujos de crédito más fuertes de lo previsto, instando a la cautela cuando las tasas de morosidad personal se mantienen en el 5,4% y la deuda de los hogares ronda el 48%.
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