En un cambio notable en el sector de la aviación, las aerolíneas chinas están ampliando su presencia internacional, mientras que sus competidoras extranjeras, incluidas compañías occidentales como British Airways y la australiana Qantas Airways, están reduciendo sus servicios a China. Este cambio se produce en un contexto de escasa demanda de viajes a China, aumento de los costes y mayor duración de los vuelos al tener que evitar el espacio aéreo ruso.
British Airways anunció recientemente la suspensión de sus vuelos de Londres a Pekín durante un año a partir de finales de octubre, alegando razones comerciales. Esta suspensión se suma a la de uno de sus vuelos bimensuales Londres-Hong Kong por el mismo periodo.
Mientras tanto, las compañías chinas han podido mantener rutas más cortas a Europa y Norteamérica sobrevolando Rusia, lo que les ha proporcionado una ventaja de costes y les ha permitido captar una mayor cuota del mercado internacional. Esto se produce en un momento en que la competencia en las rutas nacionales chinas ha presionado los precios de los billetes y la rentabilidad.
Un analista de la empresa de datos de viajes OAG señaló que las aerolíneas chinas pueden tener costes hasta un 30% más bajos que sus homólogas internacionales, lo que impulsa sus esfuerzos de expansión. Por ejemplo, el vuelo Pekín-Londres de British Airways dura ahora aproximadamente 2,5 horas más que un vuelo diario lanzado el año pasado por China Southern en la misma ruta.
British Airways mantendrá vuelos diarios a Shanghai y ha relanzado un código compartido con China Southern en mayo. Virgin Atlantic, por su parte, decidió suspender indefinidamente su servicio Londres-Shanghai a partir de finales de octubre debido a la mayor duración de los vuelos. Se espera que tanto British Airways como Virgin Atlantic reasignen sus valiosas franjas horarias de Londres Heathrow a rutas potencialmente más rentables.
Qantas suspendió sus vuelos Sydney-Shanghai en julio debido a la escasa demanda y a los aviones medio vacíos, mientras que Royal Brunei Airlines achacó a las condiciones del mercado su decisión de suspender los vuelos a Pekín a partir de octubre. Según los datos de programación de Cirium, las aerolíneas chinas, incluidas China Southern, China Eastern (HK:0670) y OTC:AIRYY, operaron el 90% de sus vuelos internacionales en julio en comparación con julio de 2019, mientras que las aerolíneas extranjeras solo estuvieron al 60% de sus niveles previos a la pandemia, lo que indica un retroceso.
Los vuelos sin escalas entre México y China ahora son operados exclusivamente por aerolíneas chinas después de que Aeroméxico no reanudó sus servicios post pandemia. El consejero delegado de Lufthansa, Carsten Spohr, atribuyó la semana pasada la debilidad del mercado asiático del grupo al exceso de capacidad de las aerolíneas chinas.
A pesar de la retirada de algunas aerolíneas extranjeras, las compañías de Oriente Medio han aumentado su compromiso con China. Emirates ha restablecido totalmente su capacidad, Kuwait Airways ha aumentado sus frecuencias y Gulf Air, de Bahréin, inició en mayo vuelos a dos ciudades chinas.
El tráfico internacional de China ha ido en aumento desde que se levantaron las restricciones a principios de 2023, pero la recuperación ha sido más lenta en comparación con otros países debido a los retos económicos y a un cambio hacia los viajes nacionales. En julio, hubo un 23% menos de vuelos con salida de China que en el mismo mes de 2019.
Las cuestiones políticas también han afectado a los viajes aéreos, ya que los vuelos de pasajeros entre India y China siguen suspendidos debido a una disputa fronteriza. Además, los vuelos entre China y Estados Unidos se sitúan en torno a una quinta parte de los niveles de 2019 tras la suspensión de un acuerdo bilateral de servicios aéreos en 2020. Aunque las autorizaciones mutuas de vuelos han aumentado, las aerolíneas estadounidenses realizan solo 35 vuelos semanales de ida y vuelta de los 50 permitidos, mientras que las compañías chinas han aumentado a 49 semanales.
United Airlines reasignó capacidad a otras partes de la región Asia-Pacífico el mes pasado, alegando una demanda de viajes a China significativamente menor. Las principales aerolíneas estadounidenses y los sindicatos de aviación han instado al gobierno de Estados Unidos a que no apruebe más vuelos de compañías chinas, argumentando que las políticas de Pekín y la desventaja de no utilizar el espacio aéreo ruso son anticompetitivas. Advierten de que el crecimiento descontrolado del mercado chino de la aviación podría llevar a ceder más vuelos a las compañías chinas.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.