por Fernanda Celis
Infosel, septiembre. 9.- Una iniciativa de las diputadas Paula Soto y Valentina Batres, de la bancada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Ciudad de México, busca que el consumo de bebidas endulzadas como los refrescos a menores de edad quede prohibido en restaurantes, hoteles y otros establecimientos.
Los negocios también deberán colocar imágenes de advertencia que muestren los efectos nocivos del consumo de productos que contribuyen al sobrepeso, obesidad, hipertensión y diabetes, de acuerdo con la propuesta.
De lo contrario, los establecimientos se harían acreedores a sanciones económicas equivalentes a entre 25 y 125 veces la Unidad de Cuenta de la Ciudad de México vigente, es decir, de dos mil 172 a 10 mil 860 pesos.
"Queda prohibida la venta, donación, suministro, regalo o distribución de bebidas azucaradas procesadas a menores de edad, aún en compañía de sus madres, padres o tutores en restaurantes, establecimientos de hospedaje, clubes privados y los establecimientos mercantiles de impacto zonal en donde se vendan o distribuyan estos productos y que permitan el acceso a menores de edad", señala la propuesta de las legisladoras.
Los cambios sucederían conforme a reformas a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México, de la Ley de Salud del Distrito Federal, de la Ley de Educación del Distrito Federal y de la Ley de Establecimientos Mercantiles del Distrito Federal.
Esta iniciativa se suma a las que ya fueron aprobadas en Oaxaca y Tabasco, donde fue prohibida la venta de bebidas y alimentos con alto contenido calórico a menores de edad, similar a lo que ya se aplica con la comercialización de cigarros y alcohol.
La propuesta de Soto y Batres indica que los establecimientos deben contar con menús infantiles sanos y nutritivos, conforme a lo señalado por la Secretaría de Salud de Ciudad de México.
Infosel, septiembre. 9.- Una iniciativa de las diputadas Paula Soto y Valentina Batres, de la bancada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Ciudad de México, busca que el consumo de bebidas endulzadas como los refrescos a menores de edad quede prohibido en restaurantes, hoteles y otros establecimientos.
Los negocios también deberán colocar imágenes de advertencia que muestren los efectos nocivos del consumo de productos que contribuyen al sobrepeso, obesidad, hipertensión y diabetes, de acuerdo con la propuesta.
De lo contrario, los establecimientos se harían acreedores a sanciones económicas equivalentes a entre 25 y 125 veces la Unidad de Cuenta de la Ciudad de México vigente, es decir, de dos mil 172 a 10 mil 860 pesos.
"Queda prohibida la venta, donación, suministro, regalo o distribución de bebidas azucaradas procesadas a menores de edad, aún en compañía de sus madres, padres o tutores en restaurantes, establecimientos de hospedaje, clubes privados y los establecimientos mercantiles de impacto zonal en donde se vendan o distribuyan estos productos y que permitan el acceso a menores de edad", señala la propuesta de las legisladoras.
Los cambios sucederían conforme a reformas a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México, de la Ley de Salud del Distrito Federal, de la Ley de Educación del Distrito Federal y de la Ley de Establecimientos Mercantiles del Distrito Federal.
Esta iniciativa se suma a las que ya fueron aprobadas en Oaxaca y Tabasco, donde fue prohibida la venta de bebidas y alimentos con alto contenido calórico a menores de edad, similar a lo que ya se aplica con la comercialización de cigarros y alcohol.
La propuesta de Soto y Batres indica que los establecimientos deben contar con menús infantiles sanos y nutritivos, conforme a lo señalado por la Secretaría de Salud de Ciudad de México.