Investing.com -- Las acciones de WeWork (NYSE:WE) perdieron más de una quinta parte de su valor en las primeras operaciones estadounidenses del viernes después de que la compañía de arrendamiento de espacios para oficinas anunciara que realizaría una división inversa de acciones (reverse split), de una por 40.
Con esta operación, la empresa canjeará 40 de sus acciones actuales por una única acción nueva, con el fin de volver a situar su precio por acción por encima de 1 dólar, lo que le permitiría volver a cumplir los requisitos de cotización de la Bolsa de Nueva York. En abril, WeWork recibió un aviso de incumplimiento de la NYSE porque el precio medio de sus acciones estuvo por debajo de la marca de 1 dólar durante 30 días consecutivos de cotización.
La división inversa de las acciones, que según WeWork no afectará a sus operaciones actuales o futuras, entrará en vigor tras el cierre de los mercados el 1 de septiembre.
Desde su debut a través de una fusión con cheque en blanco en octubre de 2021, el precio de las acciones de WeWork ha llegado a valer casi nada. La firma, que en su día recibió una valoración de 47,000 millones de dólares por parte de la japonesa SoftBank (TYO:9984), tiene ahora una capitalización bursátil de aproximadamente 336 millones de dólares.
La suerte de WeWork, que alguna vez fue una de las favoritas del sector tecnológico, cambió después de que la oferta pública inicial de 2019 se echara por tierra en medio de las preocupaciones de los inversores sobre su camino hacia la rentabilidad y las acciones del ex consejero delegado Adam Neumann.
La semana pasada, WeWork advirtió de que ahora existen dudas "sustanciales" sobre su capacidad para continuar como empresa en funcionamiento. Añadió que su equipo directivo debe recaudar fondos adicionales para mantener el negocio a flote y garantizar la liquidez durante los próximos doce meses.
El consejero delegado interino, David Tolley, quien sustituyó a su ex jefe Sandeep Mathrani en mayo, señaló que se ha producido un "fuerte descenso" en el número de miembros debido, en parte, al exceso de oferta inmobiliaria comercial y a la volatilidad económica general.
A principios de año, la empresa firmó acuerdos para reducir su deuda en unos 1,500 millones de dólares y ampliar la fecha de algunos vencimientos. WeWork había argumentado que estas medidas le ayudarían a retener efectivo y mantener el negocio.
Pero sus problemas se han agravado este año, con las dimisiones de Mathrani y del director financiero Andre Fernandez. Mientras tanto, las pérdidas ajustadas antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización se situaron en 36 millones de dólares en el segundo trimestre, por debajo de las estimaciones que WeWork había proporcionado a los analistas.