Geoffrey Smith
Investing.com -- Las acciones de International Consolidated Airlines Group (LON:ICAG), que incluye a British Airways, Vueling, Iberia y Aer Lingus entre sus marcas, deberían haber bajado más de lo que lo han hecho.
Antes de este viernes, día de los inversores, la compañía rebajó sus previsiones de beneficio por acción no sólo para el próximo año, sino también de cara a los dos años siguientes, reflejando las expectativas de que el grupo simplemente no se expandirá tan rápido como había pensado. Esperaban un crecimiento medio del 12% o más. Ahora sólo prevén un 10%.
Mientras que anteriormente esperaba ofrecer una media de un 6% más en asientos por kilómetro ofrecidos anualmente entre 2019 y 2023, ahora sólo prevé un crecimiento medio anual del 3,4%. Estas cifras no incluyen ninguna contribución de Air Europa, la aerolínea con sede en España que acordó comprar por 1.000 millones de euros a principios de esta semana.
Pero la caída del 1,5% del precio de las acciones —con un rendimiento apenas por debajo del del FTSE 100, que ha sufrido un choque contra la realidad relacionado con el comercio junto con otros mercados europeos este viernes—, sugiere que no ha cundido el pánico entre los inversores. Y con razón.
Tener menos asientos que llenar es por lo que los inversores de las aerolíneas han estado rezando el último año, ya que la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha lastrado el crecimiento europeo y ha obligado a las aerolíneas a hacer enormes descuentos para llenar los aviones que encargaron antes de que estallara la guerra comercial.
Curiosamente, IAG (LON:MC:ICAG) no realizó cambios en su objetivo de retorno del capital invertido (155) ni en sus márgenes de explotación (12%-15%).
El resto del sector tampoco se ha tomado mal la noticia, a pesar de algunas de las terribles advertencias que se han hecho este año. Las preocupaciones sobre el exceso de capacidad se han calmado en las últimas semanas después de que tanto Thomas Cook (LON:TCGI) como Aigle Azur, con sede en Francia, entraran en liquidación, mientras que el director ejecutivo de Lufthansa (DE:LHAG), Carsten Spohr, amortiguaba rápidamente las especulaciones de esta semana en torno a que quería apuntalar un Alitalia que aun así sigue teniendo demasiados aviones y personal para ser rentable de manera sostenible.
Es cierto que gran parte de una superoptimista expansión de la capacidad se está viendo limitada debido a circunstancias externas: Ryanair (LON:RYA) advirtió la semana pasada de que no espera que su flota completa de aviones Boeing (NYSE:BA) 737 MAX esté operativa hasta bien entrado el próximo año debido al retraso en la aprobación regulatoria para que empiecen a volar de nuevo.
Pero el sector claramente ha dado un giro. Casi todas las ganancias del año hasta la fecha de las acciones de EasyJet y Ryanair se han registrado en el último mes; los dos únicos grandes nombres que no subieron más del 10% en ese período de tiempo han sido Wizz Air (LON:WIZZ), que ya había subido un 30% hasta la fecha en octubre, y Air France KLM (PA:AIRF), donde los planes del nuevo director ejecutivo, Ben Smith, decepcionaron a algunos (el objetivo de margen de IAG del 12%-15% está muy por encima del rango de Smith 7%-8%).
Por otra parte, como se ha señalado anteriormente, esta positiva semana cierra a la baja, con casi todos los índices bursátiles europeos en números rojos, excepto el de Suecia a las 12:00 horas (CET). El Euro Stoxx 600 baja un 0,2% hasta 405,36, pero sigue camino de una ganancia semanal del 1,5%. El DAX de Alemania, que había caído un 0,2%, sube un 2,3% en términos semanales, mientras que el AEX holandés y el FTSE MIB italiano avanzan un 2,7% y un 2,1% respectivamente esta semana.