Geoffrey Smith
Investing.com -- Para un banco que supuestamente ha perdido a uno de los mejores directores ejecutivos de Europa, las acciones de Credit Suisse (SIX:CSGN) Group (NYSE:CS) se están manteniendo a flote notablemente bien.
El segundo banco de Suiza es el mayor ganador entre los bancos europeos este lunes, un día a la baja para los mercados europeos en general, pues los participantes del mercado procesan el shock de perder a Tidjane Thiam en una lucha de poder en la sala de juntas.
A las 11:45 horas (CET), las acciones de Credit Suisse (SIX:CSGN) suben un 1,4%, justo después de registrar máximos de dos semanas, mientras que el índice bancario Stoxx 600 se mantiene sin cambios y todos los principales índices europeos se mantienen en rojo, dejándose el índice de referencia Stoxx 600 un 0,1% hasta 423,54.
Thiam no ha conseguido distanciarse de una serie de revelaciones sobre la vigilancia de los antiguos ejecutivos de los bancos, y eso ha tenido un efecto desastroso en la reputación de la discreción y la integridad del banco, tanto que el regulador suizo Finma tuvo que investigar al banco en diciembre. Cuando su negocio principal es la gestión del capital de los ultra ricos, la discreción no es una parte esencial de su trabajo: es su único trabajo.
Después del revuelo que han formado algunos de los principales accionistas del banco sobre el despido efectivo de Thiam (su "dimisión" fue aceptada por unanimidad tras una reunión maratoniana celebrada durante las primeras horas del viernes), esto puede parecer sorprendente.
Harris Associates, que posee alrededor del 8,4% de las acciones del banco y es su mayor accionista activo, está furioso por cómo Thiam, que sacó al banco del agujero donde la administración anterior lo había hundido, ha sido obligado a marcharse por un presidente de la junta de supervisión que cree que debería acarrear la responsabilidad última de un escándalo de espionaje que ha arrojado titulares vergonzosos —y lo que es peor— durante cinco meses.
El director de inversiones de Harris, David Herro, dijo a Bloomberg el viernes que presionaría para que el presidente Urs Rohner fuera destituido de su cargo en la reunión anual de este año.
Sin embargo, cualquier movimiento de este tipo parece destinado al fracaso. Por un lado, los principales accionistas del banco —incluidos Qatar y el fondo de riqueza soberana de Noruega— suelen ser sensibles al tipo de sensibilidades locales que han estallado en este caso, y tienden a no presionar demasiado (especialmente cuando Rohner tendría que irse dentro de un año de todos modos).
En segundo lugar, Credit Suisse (SIX:CSGN) tiene una amplia base de accionistas minoristas nacionales, cuyas opiniones probablemente se haya reflejado en el tono general anti-Thiam de los medios locales en los últimos meses. Difícilmente se puede esperar que dejen a Rohner en la estacada.
Por último, y quizás lo más importante, el banco ha señalado que tiene la intención de continuar con la estrategia de Thiam (banca de comercio e inversión menos arriesgada, comisiones más estables para la gestión de patrimonio y crucemos los dedos para que el Banco Nacional de Suiza suba algún día los tipos de interés). Dado el consenso entre los inversores sobre este tema, parece que hay pocas ventajas en desbaratar más los planes.
El nuevo director ejecutivo, Thomas Gottstein —el primer director ejecutivo suizo del banco en más de 20 años—, ya ha demostrado en cualquier caso que el timón del banco "universal" nacional de Credit Suisse (SIX:CSGN) está en buenas manos.
Puede que sea una coincidencia, pero Credit Suisse (SIX:CSGN) ha vuelto a sus raíces suizas justo cuando el Deutsche Bank (DE:DBKGn) de Christian Sewing parece haber dado un giro tras abandonar algunas de sus ambiciones globalistas y volverse más alemán, tanto en el enfoque regional como en el cultural.
Tras un período en el que ambos intentaron —y en última instancia fracasaron a un gran coste financiero y de reputación— irrumpir en el círculo de élite de los gigantes de la banca de inversión de Wall Street, un poco más de atención al ADN central puede ser lo que ambos bancos necesitan.