por Ricardo Garduño Pacheco
Infosel, abril. 22.- Cuando el conductor Javier Alatorre hizo un llamado la noche del viernes durante el noticiero estelar de Televisión Azteca, Hechos, a no hacer caso al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, muchos se extrañaron de la afrenta que recibió el funcionario más visible del gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su esfuerzo por frenar la pandemia de coronavirus covid-19.
Los comentarios del presentador, seguidos del reportaje de Juan Francisco Rocha, que pusieron en duda la veracidad de las estadísticas de contagios, decesos y casos sospechosos que presenta el vocero de la administración federal todos los días en materia del estado que guarda la propagación del virus, desconcertaron tanto a los afines del movimiento que encabeza López Obrador y que mejor se conoce como Cuarta Transformación, como a sus críticos.
"Una cosa es cuestionar lo que dicen las autoridades, exigir más transparencia o criticar lo que no cuadra, y otra cosa, completamente distinta, es decir que ya se volvieron irrelevantes, que no se puede confiar en ellas y llamar a no hacerles caso", escribió en su cuenta de Twitter, Carlos Bravo Regidor, analista, académico y crítico de la administración de López Obrador.
Si bien es cierto que la tensión se redujo con un video conciliatorio que publicó el propio López Obrador en redes sociales el sábado, además de una entrevista de Alatorre a López-Gatell presentada el lunes, el desconcierto resultó mayor dada la cercanía y cordialidad mostradas hasta ahora por el presidente hacia Ricardo Salinas Pliego, el dueño de la televisora, de las cadenas de tiendas especializadas Elektra y Salinas y Rocha y de Banco Azteca.
Aunque la postura expresada por Alatorre y Rocha no fue reivindicada de manera pública o explícita por Salinas Pliego, el segundo hombre de negocios más acaudalado de México, sí es conocido el desacuerdo del empresario con la estrategia de aislamiento social que ha implementado el gobierno de México para contener la propagación del nuevo coronavirus.
Un claro ejemplo de ello fue el mensaje que Salinas Pliego dio a sus empleados a finales de marzo y que también fue compartido de manera pública a través de un reportaje transmitido por TV Azteca (MX:AZTECACPO), en el que aseguró que "paralizar toda la actividad económica de tajo" conllevaría en poco tiempo a un incremento en la "delincuencia y la rapiña", al tiempo en que conminó a sacudirse "el miedo que nos han metido" respecto al virus.
Pero más allá de ese mensaje o incluso de las críticas vertidas a López-Gatell en TV Azteca, el empresario ha desafiado hasta ahora las indicaciones gubernamentales de suspender todas las actividades no esenciales al mantener abiertas las puertas de sus tiendas Elektra.
Claro que el empresario justifica haber mantenido esos establecimientos funcionando porque en ellos se realizan actividades esenciales, como son la recepción de las transferencias que millones de trabajadores mexicanos residentes en el extranjero envían a sus familiares en México.
Para Salinas Pliego sin ese servicio muchas familias en México podrían quedarse sin fondos para sobrevivir, más ahora que la economía está paralizada.
Además, para el segundo hombre de negocios más acaudalado de México la venta de refrigeradores, hornos de microondas, estufas, lavadoras y herramientas es también esencial para que las personas puedan pasar mejor el confinamiento en casa.
Estos argumentos los presentó Salinas Pliego en una carta que envió a través de uno de sus ejecutivos, Tristán Canales, al periodista de la televisión y la radio, Ciro Gómez Leyva, luego de presentar un reportaje en el que señalaba que las tiendas Elektra no estaban cumpliendo con los lineamientos que dictó el Consejo General de Salubridad para contener la propagación del covid-19.
Por lo que se refiere al otro negocio principal de Salinas Pliego, Banco Azteca, ese también mantiene sus puertas abiertas, pero como también lo hacen otras instituciones financieras porque las actividades financieras en las sucursales del banco fueron catalogadas por el gobierno como esenciales, más cuando Banco Azteca es una de las organizaciones seleccionadas por el gobierno para hacer llegar a la población los recursos de sus programas sociales.
Así, ante el tipo de actividades que realizan los negocios de Salinas Pliego, agrupados en torno a la compañía Grupo Salinas, resulta comprensible su interés de oponerse a las medidas dictadas por el gobierno en materia de suspensión de actividades y que para algunos llevarán al país a padecer su peor crisis económica en casi 100 años, como vaticinó que ocurrirá el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Lo que en estos momentos le importa a Grupo Salinas es mantener sus tiendas Elektra abiertas a pesar de que el acuerdo de la Secretaría de Salud. . . no incluyó electrodomésticos ni otros productos que vende Elektra dentro de la lista de esenciales", escribió Irene Levy, académica y presidenta de Observatel, una organización dedicada al análisis de las telecomunicaciones en México, en una columna publicada en El Universal.
Si bien las tiendas Elektra ha incrementado su universo de clientes gracias a sus esfuerzos por robustecer su canal de comercio en línea, buena parte de las ventas de la empresa se hacen en las tiendas, generalmente establecidas en colonias populares.
El éxito de Elektra se centra además en permitir a mexicanos de medianos o pocos recursos comprar electrodomésticos y otros artículos con créditos que representan pagos mensuales preestablecidos.
En los últimos años dichos pagos se volvieron famosos con la frase "abonos chiquitos para pagar poquito" que hoy se ofrece a través de Banco Azteca, el brazo financiero del empresario y que con el paso del tiempo se ha especializado en proveer servicios y productos financieros a la base de la pirámide --algo que pocos más hacen en México.
Claro que, al atender a personas de recursos medios o escasos, los riegos de incumplimiento para el banco crecen si existe un bache en el desarrollo económico del país que impida a sus clientes a continuar con sus actividades productivas.
Así, frente a las circunstancias actuales que vive México por la propagación del covid-19, los mayores riesgos no han pasado desapercibidos.
Desde la perspectiva de las agencias calificadoras, Moody's (NYSE:MCO) Investors Service y Verum, entre las instituciones que más podrían sufrir afectaciones por los desafíos económicos actuales, están aquellas que otorgan créditos al consumo dirigidos a los segmentos de menores ingresos.
"Como prestamista al consumo no garantizado, el Banco Azteca se dirige principalmente a hogares de ingresos bajos a medianos en la economía informal, que son particularmente vulnerables a la disminución de la actividad comercial nacional a medida que México comienza a lidiar con el brote de coronavirus e implementa medidas de contención más estrictas en todo el país", escribió Moody's, con sede en Nueva York, en un reporte dado a conocer recientemente.
El panorama para Banco Azteca se nubla aún más porque la parálisis económica que desencadenó la pandemia estuvo precedida de la petición de protección contra sus acreedores de parte de uno de sus clientes más importantes --presumiblemente la compañía de telecomunicaciones OneWeb-- que la obligó a echar mano de sus reservas de capital para proteger sus finanzas.
Por ello, aunado a los estragos del coronavirus covid-19, Moody's bajó la calificación de Banco Azteca hace unos días y cambió su perspectiva a 'negativa'.
Las condiciones de donde además proviene Banco Azteca tampoco son muy favorables, ya que el banco vio caer sus ganancias a ritmo de dos dígitos en tres de los últimos cuatro trimestres.
Ante este escenario, resulta explicable, más no justificable, la vehemencia con la que Salinas Pliego ha defendido su postura de que antes de la salud debe estar la economía, sobre todo cuando aparentemente el covid-19 tiene sólo una alta tasa de letalidad en ciertos grupos, como son adultos mayores de 60 años o las personas con problemas respiratorios o cardiovasculares, además de los diabéticos y los obesos.
"Ricardo Salinas Pliego se opone al cierre de empresas durante la pandemia. Antepone sus negocios al interés público y maneja a TV Azteca de acuerdo a sus caprichos. Lo hace con especial alevosía porque ha tenido el respaldo del presidente López Obrador", escribió Raúl Trejo Delarbre, especialista en telecomunicaciones, en su cuenta personal de Twitter poco después de la difusión del reportaje del viernes.
El empresario de 64 años forma parte del Consejo Asesor del presidente, creado en noviembre de 2018 --a sugerencia suya-- y en el que participan otras figuras empresariales de renombre en el país.
Aunado a ello, en el equipo cercano del presidente hay figuras próximas a Salinas Pliego, como Esteban Moctezuma Barragán, titular de la Secretaría de Educación Pública y quien antes fue director de Fundación Azteca por 17 años; o Adalberto Palma Gómez, que en el pasado fue impulsado por él y otros empresarios para dirigir la Unión de Instituciones Financieras Mexicanas (Unifim), y que actualmente forma parte del equipo de Alfonso Romo, jefe de la Oficina de Presidencia, luego de su paso como titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Por lo pronto, la televisora recibió un apercibimiento público de la Secretaría de Gobernación, que hizo un llamado a respaldar de manera pública las directrices de la Secretaría de Salud y, en caso de incumplimiento, el inicio de un proceso sancionatorio, instancia que luce poco probable luego de la recomendación que hiciera el presidente López Obrador de evitar sanciones en contra de la empresa durante su conferencia de prensa matutina del lunes.
Infosel, abril. 22.- Cuando el conductor Javier Alatorre hizo un llamado la noche del viernes durante el noticiero estelar de Televisión Azteca, Hechos, a no hacer caso al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, muchos se extrañaron de la afrenta que recibió el funcionario más visible del gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su esfuerzo por frenar la pandemia de coronavirus covid-19.
Los comentarios del presentador, seguidos del reportaje de Juan Francisco Rocha, que pusieron en duda la veracidad de las estadísticas de contagios, decesos y casos sospechosos que presenta el vocero de la administración federal todos los días en materia del estado que guarda la propagación del virus, desconcertaron tanto a los afines del movimiento que encabeza López Obrador y que mejor se conoce como Cuarta Transformación, como a sus críticos.
"Una cosa es cuestionar lo que dicen las autoridades, exigir más transparencia o criticar lo que no cuadra, y otra cosa, completamente distinta, es decir que ya se volvieron irrelevantes, que no se puede confiar en ellas y llamar a no hacerles caso", escribió en su cuenta de Twitter, Carlos Bravo Regidor, analista, académico y crítico de la administración de López Obrador.
Si bien es cierto que la tensión se redujo con un video conciliatorio que publicó el propio López Obrador en redes sociales el sábado, además de una entrevista de Alatorre a López-Gatell presentada el lunes, el desconcierto resultó mayor dada la cercanía y cordialidad mostradas hasta ahora por el presidente hacia Ricardo Salinas Pliego, el dueño de la televisora, de las cadenas de tiendas especializadas Elektra y Salinas y Rocha y de Banco Azteca.
Aunque la postura expresada por Alatorre y Rocha no fue reivindicada de manera pública o explícita por Salinas Pliego, el segundo hombre de negocios más acaudalado de México, sí es conocido el desacuerdo del empresario con la estrategia de aislamiento social que ha implementado el gobierno de México para contener la propagación del nuevo coronavirus.
Un claro ejemplo de ello fue el mensaje que Salinas Pliego dio a sus empleados a finales de marzo y que también fue compartido de manera pública a través de un reportaje transmitido por TV Azteca (MX:AZTECACPO), en el que aseguró que "paralizar toda la actividad económica de tajo" conllevaría en poco tiempo a un incremento en la "delincuencia y la rapiña", al tiempo en que conminó a sacudirse "el miedo que nos han metido" respecto al virus.
Pero más allá de ese mensaje o incluso de las críticas vertidas a López-Gatell en TV Azteca, el empresario ha desafiado hasta ahora las indicaciones gubernamentales de suspender todas las actividades no esenciales al mantener abiertas las puertas de sus tiendas Elektra.
Claro que el empresario justifica haber mantenido esos establecimientos funcionando porque en ellos se realizan actividades esenciales, como son la recepción de las transferencias que millones de trabajadores mexicanos residentes en el extranjero envían a sus familiares en México.
Para Salinas Pliego sin ese servicio muchas familias en México podrían quedarse sin fondos para sobrevivir, más ahora que la economía está paralizada.
Además, para el segundo hombre de negocios más acaudalado de México la venta de refrigeradores, hornos de microondas, estufas, lavadoras y herramientas es también esencial para que las personas puedan pasar mejor el confinamiento en casa.
Estos argumentos los presentó Salinas Pliego en una carta que envió a través de uno de sus ejecutivos, Tristán Canales, al periodista de la televisión y la radio, Ciro Gómez Leyva, luego de presentar un reportaje en el que señalaba que las tiendas Elektra no estaban cumpliendo con los lineamientos que dictó el Consejo General de Salubridad para contener la propagación del covid-19.
Por lo que se refiere al otro negocio principal de Salinas Pliego, Banco Azteca, ese también mantiene sus puertas abiertas, pero como también lo hacen otras instituciones financieras porque las actividades financieras en las sucursales del banco fueron catalogadas por el gobierno como esenciales, más cuando Banco Azteca es una de las organizaciones seleccionadas por el gobierno para hacer llegar a la población los recursos de sus programas sociales.
Así, ante el tipo de actividades que realizan los negocios de Salinas Pliego, agrupados en torno a la compañía Grupo Salinas, resulta comprensible su interés de oponerse a las medidas dictadas por el gobierno en materia de suspensión de actividades y que para algunos llevarán al país a padecer su peor crisis económica en casi 100 años, como vaticinó que ocurrirá el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Lo que en estos momentos le importa a Grupo Salinas es mantener sus tiendas Elektra abiertas a pesar de que el acuerdo de la Secretaría de Salud. . . no incluyó electrodomésticos ni otros productos que vende Elektra dentro de la lista de esenciales", escribió Irene Levy, académica y presidenta de Observatel, una organización dedicada al análisis de las telecomunicaciones en México, en una columna publicada en El Universal.
Si bien las tiendas Elektra ha incrementado su universo de clientes gracias a sus esfuerzos por robustecer su canal de comercio en línea, buena parte de las ventas de la empresa se hacen en las tiendas, generalmente establecidas en colonias populares.
El éxito de Elektra se centra además en permitir a mexicanos de medianos o pocos recursos comprar electrodomésticos y otros artículos con créditos que representan pagos mensuales preestablecidos.
En los últimos años dichos pagos se volvieron famosos con la frase "abonos chiquitos para pagar poquito" que hoy se ofrece a través de Banco Azteca, el brazo financiero del empresario y que con el paso del tiempo se ha especializado en proveer servicios y productos financieros a la base de la pirámide --algo que pocos más hacen en México.
Claro que, al atender a personas de recursos medios o escasos, los riegos de incumplimiento para el banco crecen si existe un bache en el desarrollo económico del país que impida a sus clientes a continuar con sus actividades productivas.
Así, frente a las circunstancias actuales que vive México por la propagación del covid-19, los mayores riesgos no han pasado desapercibidos.
Desde la perspectiva de las agencias calificadoras, Moody's (NYSE:MCO) Investors Service y Verum, entre las instituciones que más podrían sufrir afectaciones por los desafíos económicos actuales, están aquellas que otorgan créditos al consumo dirigidos a los segmentos de menores ingresos.
"Como prestamista al consumo no garantizado, el Banco Azteca se dirige principalmente a hogares de ingresos bajos a medianos en la economía informal, que son particularmente vulnerables a la disminución de la actividad comercial nacional a medida que México comienza a lidiar con el brote de coronavirus e implementa medidas de contención más estrictas en todo el país", escribió Moody's, con sede en Nueva York, en un reporte dado a conocer recientemente.
El panorama para Banco Azteca se nubla aún más porque la parálisis económica que desencadenó la pandemia estuvo precedida de la petición de protección contra sus acreedores de parte de uno de sus clientes más importantes --presumiblemente la compañía de telecomunicaciones OneWeb-- que la obligó a echar mano de sus reservas de capital para proteger sus finanzas.
Por ello, aunado a los estragos del coronavirus covid-19, Moody's bajó la calificación de Banco Azteca hace unos días y cambió su perspectiva a 'negativa'.
Las condiciones de donde además proviene Banco Azteca tampoco son muy favorables, ya que el banco vio caer sus ganancias a ritmo de dos dígitos en tres de los últimos cuatro trimestres.
Ante este escenario, resulta explicable, más no justificable, la vehemencia con la que Salinas Pliego ha defendido su postura de que antes de la salud debe estar la economía, sobre todo cuando aparentemente el covid-19 tiene sólo una alta tasa de letalidad en ciertos grupos, como son adultos mayores de 60 años o las personas con problemas respiratorios o cardiovasculares, además de los diabéticos y los obesos.
"Ricardo Salinas Pliego se opone al cierre de empresas durante la pandemia. Antepone sus negocios al interés público y maneja a TV Azteca de acuerdo a sus caprichos. Lo hace con especial alevosía porque ha tenido el respaldo del presidente López Obrador", escribió Raúl Trejo Delarbre, especialista en telecomunicaciones, en su cuenta personal de Twitter poco después de la difusión del reportaje del viernes.
El empresario de 64 años forma parte del Consejo Asesor del presidente, creado en noviembre de 2018 --a sugerencia suya-- y en el que participan otras figuras empresariales de renombre en el país.
Aunado a ello, en el equipo cercano del presidente hay figuras próximas a Salinas Pliego, como Esteban Moctezuma Barragán, titular de la Secretaría de Educación Pública y quien antes fue director de Fundación Azteca por 17 años; o Adalberto Palma Gómez, que en el pasado fue impulsado por él y otros empresarios para dirigir la Unión de Instituciones Financieras Mexicanas (Unifim), y que actualmente forma parte del equipo de Alfonso Romo, jefe de la Oficina de Presidencia, luego de su paso como titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Por lo pronto, la televisora recibió un apercibimiento público de la Secretaría de Gobernación, que hizo un llamado a respaldar de manera pública las directrices de la Secretaría de Salud y, en caso de incumplimiento, el inicio de un proceso sancionatorio, instancia que luce poco probable luego de la recomendación que hiciera el presidente López Obrador de evitar sanciones en contra de la empresa durante su conferencia de prensa matutina del lunes.