por Francisco Delgado Castillo
Infosel, febrero. 11.- Las empresas sabían que la pandemia traería vientos en contra, pero nadie sabía la profundidad de los golpes.
Desde gigantes internacionalizados como la televisora Grupo Televisa (MX:TLEVISACPO) o la panificadora Grupo Bimbo (MX:BIMBOA), hasta empresas más locales como la inmobiliaria Gicsa o la operadora de gimnasios Sports World, apresuraron medidas de liquidez como renegociación con acreedores, tomaron deuda, frenaron inversiones e implementaron agresivos recortes de gastos.
Y pese a que la economía sí mostró su peor año en casi nueve décadas, muchas de esas empresas se dieron cuenta con el avance de la crisis que la situación no era tan oscura como lo habían anticipado, por lo que incluso relajaron algunas de esas medidas.
En el caso de los bancos, la estimación preventiva para riesgos crediticios, un rubro que la regulación les obliga a guardar para anticiparse al posible deterioro de su cartera los próximos 12 meses, es un buen indicador de sus perspectivas de desempeño.
Si bien, en medio de la crisis los bancos están en una posición sólida, al cumplir sobradamente los requerimientos de capitalización y liquidez de la estricta norma mexicana --con Basilea III incorporada--, además de sus continuas ganancias, el aumentar sus reservas preventivas les permite minimizar los números rojos tanto en el balance como en el estado de resultados al momento que se materializa un escenario adverso.
Durante el segundo trimestre, casi al unísono los bancos que operan en el país incrementaron sus reservas crediticias a ritmo de doble dígito, llevando la parte adicional --el agregado sobre las que deben generar por ley-- de 18 mil 500 a 29 mil 400 millones de pesos (921 a mil 463 millones de dólares actuales) del cierre de marzo al cierre de junio, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
"El grupo financiero ha anticipado de manera proactiva los efectos del deterioro de cartera", escribió en su reporte del segundo trimestre Grupo Financiero Banorte (MX:GFNORTEO), uno de los tres más grandes jugadores del sector, que subió sus provisiones 95% en ese periodo. Las reservas adicionales "cubren el riesgo incremental por covid-19 estimado para todo el 2020 y una parte importante del 2021".
Conforme acababa el programa de diferimiento de pagos que permitió a los clientes de la banca suspender sus cuotas de capital e intereses por hasta seis meses, la banca se dio cuenta que sus usuarios comenzaron a pagar de mejor manera que lo esperado --por arriba de 80% en la mayoría de los casos--, lo que incluso los llevó a desestimar un nuevo plan de las autoridades para emprender reestructuras para aquellos que aún no podían enfrentar sus obligaciones.
Así, la mayoría de los grandes bancos, como Santander (MC:SAN) México, BBVA (MC:BBVA) México o Banorte, redujeron secuencialmente --e incluso anualmente-- su generación de reservas preventivas ante lo que parecía ser un panorama de prometedora recuperación.
No obstante, la pandemia y sus efectos en la economía no están controlados en México ni en muchos países, lo que trajo consigo de regreso a las restricciones, nuevos récords de contagios y nuevos temores de impacto económico pese a que varias vacunas contra el SARS-CoV-2, virus causante del covid-19, ya están aprobadas y en proceso de aplicarse a la población.
De esa forma los bancos locales volvieron a presentar alzas de doble o hasta triple dígito en la cuenta de provisiones para el cuarto trimestre. Los distintos rubros de la cartera "están perfectamente protegidos por las reservas adicionales que hemos venido creando desde el mes de marzo", dijo en una conferencia en enero Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México.
No obstante, dos casos de entre los más grandes prestamistas no siguieron la tendencia en el último cuarto del año: Santander México y Grupo Financiero Inbursa (MX:GFINBURO), los cuales incluso redujeron sus estimaciones preventivas.
Las reservas del grupo financiero mexicano fueron de 323 millones de pesos (16 millones de dólares) en el cuarto trimestre, 84% inferiores al mismo periodo del año anterior, mientras que la de la financiera con matriz española fueron de tres mil 152 millones (157 millones), una caída de 35.2%.
"Lo que ha ocurrido en buena medida es que tanto los bancos nacionales como internacionales se da un fenómeno generalizado en el que hubo un incremento de las reservas, particularmente en el segundo trimestre de 2020", dijo en entrevista Carlos Hernández, especialista de Masari Casa de Bolsa.
Para el experto, los bancos han aumentado sus reservas tomando como referencia los rubros que más han sido afectados en las carteras, como el portafolio de consumo.
Inbursa tiene la mayor parte de su cartera concentrada en la parte comercial (78%), con grandes corporativos, mientras que su exposición a consumo --restando hipotecas, que son menos riesgosas por el colateral--, es inferior al 20%.
Santander México tiene la mayor parte de su cartera en pequeñas y grandes empresas, además de corporativos (47%), seguido de hipotecas (25%), con una exposición a consumo y tarjetas de crédito de 17%.
En cambio, la cartera de Banorte, que elevó 59% sus reservas crediticias en el último tramo del año, está concentrada 38% en consumo, siendo el apartado líder de su actividad.
La estrategia que tomaron otros bancos pudo responder más a la cautela. BBVA México, cuya cartera comercial es 56% de su negocio, y otros especializados en empresas como BanBajío y Regional --con cartera de empresas arriba de 80%--, también incrementaron fuertemente sus provisiones en el cuarto trimestre.
"Mira creo que cada banco está tomando enfoques distintos", dijo en entrevista Eduardo López, experto de la casa de bolsa Ve por Más. "Algunos fueron más conservadores, decidieron incrementar de forma más significativa… hay otros que pretenden esperar un poco más para ver cómo evoluciona la pandemia e ir generando".
En ese sentido Héctor Grisi, director general de Santander México, explicó que su modelo de análisis incorpora el nivel de atraso de los clientes.
"En provisiones, algo que es importante tener en mente cómo los diferentes portafolios se desempeñan en términos de uno, dos o tres pagos retrasados", dijo el directivo. "Cuando comparas uno o dos pagos retrasados para la vasta mayoría de nuestro portafolio de crédito lo que estamos viendo recientemente son niveles debajo de lo visto antes de la pandemia… nos sentimos cómodos con nuestras reservas".
Independientemente de la estrategia, los especialistas coincidieron en que ni el sistema financiero ni ninguno de los grandes bancos enfrenta un alto riesgo.
"Aunque no queremos decir que no habrá incremento en morosidad y que no hay riesgos, el panorama es menos sombrío de lo que se veía a principios de la pandemia el año pasado, que generalmente no sabías cómo iba a evolucionar y muchos bancos sobregeneraron reservas", agregó López. "Los bancos están con una situación financiera que les permitirá soportar la crisis económica".