Los estrategas de UBS (SIX:UBSG) consideran que el S&P 500 terminará el próximo año en torno a los 4,600 puntos. El objetivo de UBS implica una modesta subida de sólo el 5% desde los niveles actuales.
Los analistas apuntan a la previsión de un crecimiento más débil que afectará a los ingresos y a posibles vientos en contra para los márgenes de beneficio, como el apalancamiento operativo negativo, el estancamiento de los salarios, la disminución del poder de fijación de precios y el aumento de los gastos por intereses.
Anteriormente en Credit Suisse (SIX:CSGN), estos analistas han sido algunos de los más alcistas de Wall Street en los últimos años.
El gigante de la banca de inversión ve una aceleración significativa de los beneficios del sector tecnológico, que podría contribuir entre un 2% y un 3% a los beneficios por acción del S&P 500 el año que viene.
Sin embargo, los estrategas europeos de UBS destacan una mayor probabilidad de desaceleración económica regional, citando el deterioro de los indicadores adelantados.
Su modelo sugiere que los ingresos europeos podrían mantenerse razonablemente bien, pero los márgenes podrían debilitarse, lo que podría dar lugar a que las expectativas de beneficios para 2024 fueran un 10% inferiores a las de 2023.
UBS prefiere la renta variable británica a la italiana, y recomienda sectores como el farmacéutico, el software, los productos básicos y los servicios públicos, así como estilos de inversión centrados en el crecimiento y la calidad.
Además, los analistas expresan un mayor optimismo sobre los sectores tecnológicos asiáticos, incluidas las empresas chinas de Internet.