por Patricia Guerrero Medina
(Retransmite historia publicada el 16 de agosto)
Infosel, agosto. 17.- Las instituciones financieras no bancarias de México enfrentarán presiones en su liquidez y para la obtención de financiamiento al menos en el corto plazo, lo que las volverá más vulnerables al deterioro de la economía, estimó S&P Global Ratings, una de las principales calificadoras a nivel mundial.
La agencia bajó la calificación ancla para este tipo de instituciones de 'bb' a 'bb-', o del segundo al tercer escalón en grado especulativo, ya que los retos que enfrentan ampliarán aún más la brecha que existe con las instituciones bancarias del país, de acuerdo con un reporte de la agencia neoyorquina.
"Esperamos que la flexibilidad financiera de estas empresas esté bajo presión en un contexto de mayores costos de fondeo y menores oportunidades de crecimiento durante los próximos 12 meses, lo que debilitaría su calidad crediticia", agregó la calificadora en el reporte.
Las empresas financieras no bancarias mexicanas se encuentran en medio de una crisis propiciada por los problemas contables de prestamistas de nómina que evidenciaron una cartera más sombría de lo que aparentaban sus reportes trimestrales. AlphaCredit, la primera en caer, aún busca rehacer sus finanzas, mientras que Crédito Real entró en un proceso de liquidación tras meses de intentar conseguir financiamiento.
Esa falta de confianza pegó a Unifin Financiera, la más grande del sector y especializada en arrendamiento para pequeñas y medianas empresas, que la semana pasada dijo que entraría en suspensión de pagos en lo que intenta renegociar de forma ordenada con sus acreedores afectada por el cierre en la llave del financiamiento que provocaron las "nomineras".
Ahora, consideró S&P, será Unifin quien complique aún más a sus pares en la búsqueda de financiamiento a través de deuda en los mercados locales.
Las financieras no bancarias se encuentran en desventaja con los bancos al no contar con acceso a financiamiento por parte del banco central y una menor supervisión regulatoria. Ello erosiona la confianza de los inversionistas y dificulta el acceso a mercados de deuda internacional.
Ante ese panorama, la calificadora decidió reducir las calificaciones crediticias de largo plazo de la empresa mexicana de soluciones de financiamiento a pequeñas y medianas empresas Mexarrend --que pasó de 'B' a 'B-' o del quinto al sexto peldaño en grado especulativo-- y de la arrendadora Operadora de Servicios Mega, y que bajó de 'BB-' a 'B+' o del tercero al cuarto escalón en grado especulativo, además que, en el caso de esta última, también con una baja de perspectiva a 'negativa'.
También ajustó a la baja la calificación crediticia de Financiera Independencia, del cuarto peldaño o 'B+' a 'B' o quinto lugar.
"Es de notar que Financiera Independencia no cuenta con ningún vencimiento significativo en un horizonte de 18 meses, dando certidumbre en la liquidez y solvencia de la compañía", dijo la financiera en un comunicado en el que confirmó la rebaja por parte de S&P.
No obstante, decidió reafirmar las calificaciones para las financieras no bancarias gubernamentales el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y el Fondo Especial para Financiamientos Agropecuarios (Fefa); además de las automotrices Toyota (TYO:7203) Financial Services de México; PACCAR Financial México y Navistar Financial.
De esta forma, S&P secunda a otras calificadoras --como Moody's (NYSE:MCO) Investor Services y la mexicana HR Ratings-- que también han advertido de los retos que enfrentan las financieras no bancarizadas del país, a raíz de los problemas de Unifin, Crédito Real y AlphaCredit.
(Retransmite historia publicada el 16 de agosto)
Infosel, agosto. 17.- Las instituciones financieras no bancarias de México enfrentarán presiones en su liquidez y para la obtención de financiamiento al menos en el corto plazo, lo que las volverá más vulnerables al deterioro de la economía, estimó S&P Global Ratings, una de las principales calificadoras a nivel mundial.
La agencia bajó la calificación ancla para este tipo de instituciones de 'bb' a 'bb-', o del segundo al tercer escalón en grado especulativo, ya que los retos que enfrentan ampliarán aún más la brecha que existe con las instituciones bancarias del país, de acuerdo con un reporte de la agencia neoyorquina.
"Esperamos que la flexibilidad financiera de estas empresas esté bajo presión en un contexto de mayores costos de fondeo y menores oportunidades de crecimiento durante los próximos 12 meses, lo que debilitaría su calidad crediticia", agregó la calificadora en el reporte.
Las empresas financieras no bancarias mexicanas se encuentran en medio de una crisis propiciada por los problemas contables de prestamistas de nómina que evidenciaron una cartera más sombría de lo que aparentaban sus reportes trimestrales. AlphaCredit, la primera en caer, aún busca rehacer sus finanzas, mientras que Crédito Real entró en un proceso de liquidación tras meses de intentar conseguir financiamiento.
Esa falta de confianza pegó a Unifin Financiera, la más grande del sector y especializada en arrendamiento para pequeñas y medianas empresas, que la semana pasada dijo que entraría en suspensión de pagos en lo que intenta renegociar de forma ordenada con sus acreedores afectada por el cierre en la llave del financiamiento que provocaron las "nomineras".
Ahora, consideró S&P, será Unifin quien complique aún más a sus pares en la búsqueda de financiamiento a través de deuda en los mercados locales.
Las financieras no bancarias se encuentran en desventaja con los bancos al no contar con acceso a financiamiento por parte del banco central y una menor supervisión regulatoria. Ello erosiona la confianza de los inversionistas y dificulta el acceso a mercados de deuda internacional.
Ante ese panorama, la calificadora decidió reducir las calificaciones crediticias de largo plazo de la empresa mexicana de soluciones de financiamiento a pequeñas y medianas empresas Mexarrend --que pasó de 'B' a 'B-' o del quinto al sexto peldaño en grado especulativo-- y de la arrendadora Operadora de Servicios Mega, y que bajó de 'BB-' a 'B+' o del tercero al cuarto escalón en grado especulativo, además que, en el caso de esta última, también con una baja de perspectiva a 'negativa'.
También ajustó a la baja la calificación crediticia de Financiera Independencia, del cuarto peldaño o 'B+' a 'B' o quinto lugar.
"Es de notar que Financiera Independencia no cuenta con ningún vencimiento significativo en un horizonte de 18 meses, dando certidumbre en la liquidez y solvencia de la compañía", dijo la financiera en un comunicado en el que confirmó la rebaja por parte de S&P.
No obstante, decidió reafirmar las calificaciones para las financieras no bancarias gubernamentales el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y el Fondo Especial para Financiamientos Agropecuarios (Fefa); además de las automotrices Toyota (TYO:7203) Financial Services de México; PACCAR Financial México y Navistar Financial.
De esta forma, S&P secunda a otras calificadoras --como Moody's (NYSE:MCO) Investor Services y la mexicana HR Ratings-- que también han advertido de los retos que enfrentan las financieras no bancarizadas del país, a raíz de los problemas de Unifin, Crédito Real y AlphaCredit.