Por Carolina Mandl
SAO PAULO, 15 mayo (Reuters) - Los bancos brasileños están observando una débil demanda de préstamos corporativos, en la señal más reciente de que la economía más grande América Latina está teniendo problemas para superar su recesión más profunda en décadas.
Los cuatro principales bancos de Brasil que cotizan en bolsa -Itaú Unibanco Holding SA ITUB4.SA , Banco Santander Brasil SA SANB11.SA , Banco do Brasil BBAS3.SA y Banco Bradesco SA BBDC4.SA - reportaron una caída general del 6,6 por ciento interanual en el primer trimestre en los préstamos corporativos, a 602.800 millones de reales (164.000 millones de dólares).
La mayoría de los gerentes de esos bancos esperan que el declive persista hasta fin de año e incluso entrado el 2019, aún cuando las políticas monetarias flexibles redujeron las tasas de interés a cerca de mínimos récord.
Las cifras destacan cómo la amplia capacidad ociosa de las fábricas tras la recesión, junto a una recuperación tibia y el temor a que las próximas elecciones impliquen un revés para las reformas que espera el mercado en pensiones y otras áreas, están manteniendo la inversión empresaria en un nivel muy bajo.
"Realmente no esperamos una gran mejora en la demanda corporativa este año, especialmente debido a que es un año electoral", dijo este mes el presidente ejecutivo de Itaú, Candido Bracher. "Las empresas esperarán un escenario más claro antes de decidir sus planes de inversión y préstamos", agregó.
Brasil elegirá a un nuevo presidente en octubre. Y la preocupación sobre si ganará un candidato amigable con los mercados se ha expandido entre inversores y empresarios.
Aunque las tasas de interés brasileñas alcanzaron un mínimo histórico este año, lo que abarata el financiamiento de las empresas, la mayoría de sus compañías industriales aún tienen mucho espacio para aumentar la producción antes de evaluar nuevas inversiones luego de la reciente y profunda recesión.
"Las compañías no tienen necesidad urgente de pedir dinero prestado para gastos de capital porque la utilización de su capacidad es baja, y la recuperación económica de Brasil ha demostrado ser muy gradual", dijo Alberto Ramos, jefe de Investigación Económica para América Latina en Goldman Sachs (NYSE:GS).
Las plantas industriales brasileñas estaban usando apenas el 76 por ciento de su capacidad instalada a fines de marzo. Eso es 3 puntos porcentuales más que un año atrás, pero aún está lejos del 83 por ciento alcanzado en diciembre del 2013, antes de que la economía entrara en recesión, según datos de Bradesco (SA:BBDC3).
Parte de la menor demanda de créditos bancarios puede explicarse por un cambio hacia la venta de bonos y otras opciones de los mercados de capital. Aún así, el incremento trimestral en la emisión de bonos -entre 10.000 y 61.000 millones de reales- queda pequeño frente a la caída de 43.000 millones de reales en los préstamos durante el mismo período.
Si bien el endeudamiento corporativo disminuyó, los cuatro principales bancos públicos brasileños obtuvieron un aumento del 0,63 por ciento en el total de créditos pendientes, a 2,1 billones de reales, ya que la mayor confianza del consumidor ayudó a impulsar más los préstamos personales.
Sin embargo, es incierto cuán sostenible puede resultar esto sin la participación de las empresas. "Un crecimiento continuo en los préstamos a consumidores depende ampliamente del desempeño económico de Brasil", dijo Ramos.
(1 dólar = 3,6780 reales) (Reporte de Carolina Mandl; Editado en español por Ana Laura Mitidieri)