El jueves, Bitcoin, la principal criptodivisa del mundo, alcanzó un hito histórico al superar la barrera de los 100.000 dólares. Este repunte en el valor se atribuye a las expectativas del mercado de un entorno regulatorio favorable para las criptodivisas durante la próxima presidencia de Donald Trump. El aumento significativo del valor de Bitcoin se considera una respuesta a las políticas pro cripto anticipadas del presidente electo.
A pesar del avance, Nigel Green, consejero delegado de deVere Group, prevé una breve liquidación a corto plazo. Sugiere que se trataría de una reacción natural a la rápida subida de precios, ya que los inversores recogen beneficios. Sin embargo, Green prevé que se trate de una fase temporal antes de que Bitcoin continúe su trayectoria ascendente, pudiendo alcanzar los 120.000 dólares en el primer trimestre de 2025.
El valor de Bitcoin se ha más que duplicado desde su mínimo de 2024 de 38.505 dólares y ha experimentado un notable aumento del 45% desde la victoria electoral de Trump hace dos semanas. Este crecimiento no solo refleja la resistencia de Bitcoin, sino también su papel cada vez más prominente en las finanzas globales, sirviendo como cobertura contra la inflación y como medio para la diversificación de carteras.
Se espera que los cambios regulatorios previstos bajo la administración de Trump fomenten un entorno más propicio para la integración de los activos digitales en el sistema financiero. El mercado es optimista en cuanto a que Trump nombrará a un jefe de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) favorable al sector de las criptodivisas.
Es probable que el cambio en el panorama político aumente el atractivo de Bitcoin tanto para los inversores institucionales como para los particulares. Según Green, ya se están produciendo cambios estructurales, y los principales inversores institucionales tratan Bitcoin como un activo clave en carteras diversificadas, mientras que los comerciantes minoristas lo ven como oro digital.
La proyección de que Bitcoin alcanzará los 120.000 dólares se apoya en la creencia de que cualquier venta próxima será breve y que las políticas económicas de Trump impulsarán una mayor adopción e inversión institucional en Bitcoin. Green sostiene que los fundamentos de Bitcoin son sólidos, y que el creciente compromiso de las instituciones financieras tradicionales consolida su estatus como una clase de activos transformadora.
A pesar de la volatilidad potencial en el camino hacia los 120.000 dólares, Green subraya la importancia de una perspectiva de inversión a largo plazo. Considera que las próximas ventas son excelentes oportunidades para quienes reconozcan el potencial de Bitcoin en medio de la evolución económica y política mundial.
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