El presidente electo Donald Trump, tras participar el jueves en la ceremonia de toque de campana de apertura de la Bolsa de Nueva York, se abstuvo cautelosamente de aconsejar a los inversores que compren acciones mientras se prepara para su próximo mandato. "No quiero llegar a una situación en la que lo hagan y tengamos una caída o algo así, porque eso siempre puede pasar", dijo Trump a Jim Cramer en el programa "Squawk on the Street" de la CNBC.
Durante su anterior mandato, Trump señaló con frecuencia el rendimiento del mercado de valores como una medida del éxito de su administración. El S&P 500 experimentó un aumento significativo, subiendo casi un 68% y alcanzando máximos históricos. Esta subida se debió en parte a los recortes del impuesto de sociedades aplicados por su administración, junto con la estrategia de la Reserva Federal de mantener los tipos de interés en mínimos casi históricos para fomentar la inflación, lo que, a su vez, apoyó la subida de los precios de las acciones.
Durante el intercambio, Trump habló de sus planes para reducir aún más los impuestos, proponiendo incentivos para la producción nacional. Esbozó una estrategia fiscal destinada a animar a las empresas a fabricar dentro de Estados Unidos, sugiriendo una reducción del tipo del impuesto de sociedades del 21% al 15% para quienes construyan y produzcan sus bienes en el país. Esta iniciativa, indicó, representaría un enfoque sin precedentes de la política fiscal, destinado a reforzar el sector manufacturero estadounidense.
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