El Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) notificó al Congreso capitalino sobre la viabilidad de la iniciativa ciudadana que busca prohibir espectáculos con animales, incluyendo corridas de toros, novilladas, becerradas, rejoneo, tientas y peleas de gallos. Con el respaldo de 27,442 firmas verificadas, la propuesta supera el umbral requerido del 0.25% de la Lista Nominal de Electores, alcanzando un 0.35%, y será considerada preferente en el Legislativo local.
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Este proceso refleja la fuerza de la participación ciudadana en la Ciudad de México, donde la Ley de Participación Ciudadana permite a las personas proponer directamente proyectos legislativos que buscan cambios significativos en temas de interés público. En este caso, la iniciativa busca establecer un precedente para abolir el maltrato animal en espectáculos públicos y privados.
El dictamen fue elaborado por una comisión del IECM integrada por un oficial electoral y personal de la Contraloría Interna, así como de las direcciones ejecutivas de Organización Electoral y Geoestadística, y de Participación Ciudadana y Capacitación.
Rumbo a un debate legislativo
La recepción de la iniciativa marca el inicio de un debate crucial en el Congreso de la Ciudad de México, donde se discutirá la viabilidad de prohibir espectáculos que involucren animales. Este tema ha sido motivo de controversia en la capital, donde activistas y defensores de derechos animales han impulsado campañas para erradicar prácticas consideradas anacrónicas y violentas.
Por su parte, el Congreso local deberá determinar si esta iniciativa, respaldada por miles de habitantes de la ciudad, se traduce en una reforma legal que refleje el creciente interés de la ciudadanía por la protección de los animales y el rechazo a su explotación en espectáculos.
Un paso hacia la abolición del maltrato animal
Con este avance, la Ciudad de México se posiciona nuevamente como un referente en la promoción de derechos y el fortalecimiento de los mecanismos de participación ciudadana. La iniciativa no solo subraya el compromiso social con el bienestar animal, sino también el potencial de la ciudadanía para incidir directamente en las políticas públicas.
El futuro de esta propuesta será decidido en el recinto legislativo, donde se determinará si la capital da un paso histórico hacia la abolición de los espectáculos con animales.