Por Yury Bakhnov
PENZA, Rusia, 16 abr (Reuters) - En las mañanas, a Aleksandr Dmitriev lo despierta su mascota, el felino Messi, acurrucándose en su cuello. Messi adora que le cepillen el pelo y jugar con un gran peluche verde.
Pero Messi es un puma.
"Está tan apegado a mí como yo a él", declaró Dmitriev. "Realmente es un miembro de la familia y quizá sea mi mejor amigo".
Dmitriev y su esposa Maria, ambos psicólogos que viven en la ciudad de Penza, compraron a Messi hace cinco años en un zoológico de mascotas de la ciudad.
El exótico felino, al que bautizaron con el nombre de la estrella de fútbol argentina Lionel Messi, nació en un zoológico y luego fue vendido al centro de mascotas.
El puma estaba tan mal de salud cuando la pareja lo compró que apenas podía caminar. Tuvieron que enseñarle a correr y saltar.
También estaba la cuestión sobre quién tiene el dominio.
"Hubo esta división de esferas de influencia, quién está a cargo de nuestra familia, quien tiene la última palabra", comentó Dmitriev. "En ese momento estábamos poniendo en orden la relación y al final yo gané".
La pareja ha adaptado su casa para satisfacer las necesidades de Messi, cubriendo con bambú las paredes del pasillo de su estudio para que sirvan como rascadores.
Messi es popular entre los vecinos y famoso en las redes sociales, con millones de seguidores en YouTube e Instagram, después de que la pareja comenzara a publicar fotos y videos de su vida con el gran felino.
Debido a sus problemas iniciales de salud, Messi es más pequeño que un puma promedio y nunca ha sido agresivo con los humanos. Pero Dmitriev sabe el peligro que su mascota podría representar.
"Si vives con un depredador así, entonces un ataque es inevitable", dijo. "Tarde o temprano, cuando comience la pubertad, él juzgará quién está a cargo en la casa y, en esa situación, pondrá a prueba tu fuerza".
(Reporte de Yury Bakhnov y Evgeniy Zazulya; escrito por Karishma Singh. Editado en español por Lucila Sigal)