Por Leonardo Benassatto y Ueslei Marcelino
YAUARETÊ, Brasil, 5 mar (Reuters) - Un helicóptero del Ejército voló esta semana hasta dos pueblos indígenas aislados en la selva amazónica de Brasil con un cargamento que fue muy bienvenido: vacunas contra el coronavirus.
Las comunidades de Hupda se alinearon para recibir sus vacunas. La medicina tradicional prescrita por un chamán es muy respetada aquí, pero no hubo resistencia a recibir la inyección de la china Sinovac Biotech SVA.O .
"Estamos agradecidos por la vacunación, porque así no contagiaremos la enfermedad", dijo el cacique de Hupda, Jorge Pires, en el pueblo de Santo Antanasio, cerca de la frontera con Colombia y a 25 minutos en helicóptero desde el puesto militar más cercano.
Tras las críticas de los líderes indígenas de que sus comunidades vulnerables estaban siendo "diezmadas" por el COVID-19, los ministerios de Salud y Defensa montaron una campaña de vacunación que llega a reservas y aldeas remotas.
Hasta el momento 265.244 indígenas han recibido una primera dosis y 124.063 la segunda, de las 400.000 cubiertas por el servicio de salud indígena Sesai, que sostiene que 50.000 indígenas han sido infectados y 589 han muerto por COVID-19.
Eso no incluye a la mitad de la población indígena de Brasil, de más de 800.000 individuos, que no está cubierta por Sesai porque se han mudado de tierras y reservas tradicionales.
Brasil sufre un brote de COVID-19 que está empeorando, con muertes récord reportadas en los últimos tres días, llegando a 1.910 decesos en 24 horas el miércoles. Hasta ahora, 260.000 personas han fallecido y 10,8 millones se han infectado, la segunda mayor cifra de muertos después de Estados Unidos.
En la aldea de Taracuá Igarapé no ha habido casos de COVID-19 gracias a su aislamiento, pero evitar que el coronavirus se arraigue es primordial para proteger a las comunidades indígenas que viven bajo un mismo techo y no pueden practicar el distanciamiento social.
El desafío de llegar a 20.000 indígenas que viven en una zona selvática del tamaño de Portugal es enorme y requiere viajar en helicóptero, porque moverse por los ríos serpenteantes lleva días, dijo el coronel del ejército Sylvio Doktorczyk.
"Cuando hablamos de Amazonía, todo es superlativo, ¡incluidas las dificultades! Sobre todo las grandes distancias y los largos ríos", dijo el coronel al frente de la misión. (Reporte de Leonardo Benasatto y Ueslei Marcelino, escrito por Anthony Boadle Editado en español por Javier Leira)