El Instituto Nacional Electoral (INE), aprobó este viernes el proyecto que establece el financiamiento público para los siete partidos políticos nacionales durante el próximo año, totalizando 10 mil 444 millones de pesos.
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Este financiamiento incluye 3 mil 304 millones de pesos destinados a gastos de campaña. A pesar de las críticas, tanto consejeros como representantes de los partidos políticos han defendido estas prerrogativas, argumentando que contribuyen a mantener la equidad y evitan influencias indebidas en los procesos electorales.
El monto asignado a cada partido se calcula mediante una fórmula legal basada en los resultados de la votación obtenida en la elección de diputados más reciente.
En este sentido, Morena encabeza la lista con el mayor nivel de recursos asignados, recibiendo 2 mil 046 millones para actividades ordinarias y mil 023 millones para gastos de campaña. El PAN le sigue en segundo lugar con mil 226 millones y 613.1 millones respectivamente, seguido por el PRI con mil 201.6 y 600.8 millones.
Movimiento Ciudadano, Partido Verde, PRD y Partido del Trabajo también recibirán fondos en función de sus resultados electorales.
Del monto total de 10 mil 444.1 millones de pesos, 6 mil 609.7 millones están destinados para actividades ordinarias permanentes de los partidos, mientras que 3 mil 304 millones están asignados a campañas. Además, se han calculado 66 millones para candidaturas independientes, 198.2 millones para actividades específicas, 264.3 millones para franquicia postal y 693 mil 490 pesos para franquicia telegráfica.
Guadalupe Taddei, consejera presidenta del INE, resaltó que la fórmula utilizada en México para el financiamiento a los partidos políticos es única en el mundo. Aclaró que el INE no decide la fórmula, sino que la aplica para calcular y distribuir los recursos a los partidos, de acuerdo a las normas reformadas en 2007.
Taddei también señaló que aunque el 3% del financiamiento está etiquetado para la capacitación en liderazgo político de las mujeres, esta cifra es insuficiente en vista del aumento en la participación de mujeres en los poderes legislativos.
El debate sobre el financiamiento a los partidos políticos continúa en México, donde se busca un equilibrio entre la necesidad de recursos para llevar a cabo campañas y actividades políticas, y la preocupación por evitar excesos y fomentar la transparencia en el proceso democrático.