Los Estados miembros de la Unión Europea están estudiando la forma de ampliar las sanciones sobre los activos del banco central ruso, con el objetivo de conseguir un importante préstamo del Grupo de los Siete (G7) para Ucrania. El préstamo propuesto, acordado por los líderes del G7 y la UE en junio, está destinado a ayudar a Ucrania en su defensa contra la invasión rusa y está respaldado por los intereses de los activos congelados.
La UE posee aproximadamente 300.000 millones de dólares de estos activos, la mayoría en instituciones financieras belgas. Actualmente, la normativa de la UE exige la aprobación unánime de todos los Estados miembros para renovar las sanciones cada seis meses. Algunos miembros del G7, entre ellos Estados Unidos, han expresado su preocupación por la posibilidad de que no se logre la unanimidad en la UE, lo que podría poner en peligro el acuerdo de préstamo.
El Primer Ministro húngaro, Viktor Orban, conocido por sus estrechos lazos con Rusia, ha retrasado anteriormente la imposición de nuevas sanciones y la ayuda financiera a Ucrania, lo que ha suscitado aún más inquietud sobre la posibilidad de lograr el consenso entre las naciones de la UE.
Los embajadores de la UE debatieron el miércoles dos opciones para resolver estos problemas. Una de ellas consiste en una prórroga "indefinida" del régimen de sanciones, que se revisaría a intervalos fijos, por ejemplo cada 12 meses, en función de criterios específicos como el fin de la guerra y las garantías de Rusia. La otra opción ampliaría el periodo de renovación hasta tres años. Ambas opciones seguirían requiriendo el consentimiento unánime de los Estados miembros de la UE y sólo se aplicarían a los activos del banco central ruso.
El documento en el que se detallan estas opciones subraya el objetivo de proporcionar una mayor seguridad jurídica y previsibilidad a los socios del G7 en relación con los flujos de ingresos que se asignarían a Ucrania para atender y devolver los préstamos bilaterales adicionales de la UE y los socios del G7.
Varios países han dejado entrever sus preferencias iniciales, inclinándose los Estados bálticos y de Europa del Este por la prórroga indefinida, mientras que Francia y Alemania parecen preferir un periodo de renovación fijo, aunque más largo. Se espera que la Comisión Europea presente una propuesta formal a finales de agosto o principios de septiembre.
Bélgica ha aconsejado a la Comisión que tenga en cuenta los riesgos potenciales de litigio y el impacto en la estabilidad del mercado financiero al formular la propuesta. Las discusiones siguen en fase preliminar, y los Estados miembros continúan deliberando sobre las opciones disponibles.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.