Por Lizbeth Diaz
OAXACA, México, 7 jun (Reuters) - Los mexicanos votaban el domingo en una de las más grandes elecciones intermedias, enturbiadas por protestas derivadas de la desaparición de 43 estudiantes y bajo la amenaza de la delincuencia organizada en vastas zonas del país.
En empobrecidos estados del sur como Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas, grupos radicales reclaman la aparición con vida de los estudiantes, supuestamente masacrados el año pasado por un cártel del narcotráfico, y rechazan las elecciones porque aseguran que en el país no hay justicia y a menudo las autoridades son cómplices de la delincuencia.
Estos grupos, liderados por sindicatos que agrupan a decenas de miles de maestros disidentes, exigen que el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto cese su plan de ir ejecutando varias reformas estructurales y en particular cancele una reforma educativa que somete a evaluaciones a los profesores.
En Tixtla, un municipio campesino de Guerrero donde se ubica la escuela de magisterio Ayotzinapa, a la que asistían los jóvenes desaparecidos, algunos de sus familiares y maestros quemaron material electoral cuando se estaban instalando las cabinas de votación y se enfrentaron con los vecinos de la zona, que querían votar.
"No han muerto, no han muerto camaradas!", coreaban encapuchados mientras quemaban en la calle el material electoral.
En Oaxaca, donde los maestros rebeldes tienen más fuerza, los manifestantes también quemaron algunas cabinas de votación y realizaron una marcha multitudinaria hacia el centro de la capital, donde mantienen una acampada desde hace más de un año.
Pese a todo, había afluencia de personas hacia los centros de votación, aunque acudían con temor y algunos con rechazo hacia la actitud de los maestros.
"Hay que tener cuidado nomás, pero uno tiene que salir a votar. Estos cabrones (los maestros) quieren que uno se espante, pero no tenemos que hacerles caso. Yo ya voté, pero ando nerviosa", dijo a Reuters Juana Rodríguez, un ama de casa de 25 años que salía de un centro de votación.
La ciudad era vigilada por tierra y por aire por miles de policías, militares y marinos que el Gobierno desplegó en Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas para neutralizar las protestas en uno de los mayores despliegues de fuerzas federales desde que comenzó el combate al narcotráfico a finales del 2006.
Esta es una de las elecciones más complejas en la historia de México, donde por primera vez el Instituto Nacional Electoral (INE) concentra la organización de las elecciones intermedias, por las que se renovará la Cámara de Diputados de 500 escaños, y simultáneamente serán elegidos gobernadores en nueve estados del país y más de 1,200 cargos estatales y municipales.
El INE tenía previsto instalar 149,000 cabinas de votación en todo el país para los comicios, en los que están habilitados para sufragar 83.5 millones de ciudadanos.
Los centros de votación cerrarán a las 6 de la tarde y los resultados comenzarán a conocerse después de las 22.00 hora local (0300 GMT).
CANDIDATOS ASESINADOS
La campaña electoral fue la más convulsa de las últimas dos décadas: 16 candidatos y otros políticos fueron asesinados y una veintena de aspirantes abandonaron la carrera por temor a correr la misma suerte. Varios partidos ni siquiera presentaron postulantes en las regiones más conflictivas.
En estados como Guerrero, donde se presume que fueron asesinados los estudiantes, grupos del crimen organizado dedicados al narcotráfico, secuestros y extorsiones, buscan influir sobre todo en los gobiernos municipales para poder afianzar sus negocios y control sobre los territorios.
Las elecciones llegan en momentos de desencanto respecto a los partidos políticos debido a la rampante corrupción que existe en el país y a la desconfianza, tras la revelación de posibles conflictos de interés por la compra de casas de Peña Nieto, su esposa y su secretario de Hacienda a un contratista vinculados al Gobierno.
Sin embargo, y pese a la debilidad que ha mostrado la economía, el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) mantendría su actual mayoría relativa en la cámara baja y podría lograr la mayoría absoluta si sus aliados, el Partido Verde y Nueva Alianza, mantienen la votación del 2012, según las encuestas.
Los opositores Partido Acción Nacional (PAN), de derecha, y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), también mantendrían su votación, de acuerdo con los sondeos.
(Escrito por Anahí Rama; Editado por Gabriel Sánchez en Madrid)