por Jairo Ibarra
Infosel, noviembre. 15.- Andrés Manuel López Obrador, el futuro presidente de México que ha generado incertidumbre en diversos círculos mexicanos por decisiones controvertidas, como cancelar la obra en proceso del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), está también comenzando a generar turbulencia y perder credibilidad y confianza en medios extranjeros.
Hoy, dos de las principales publicaciones financieras internacionales, la revista The Economist y el diario Financial Times, que son altamente consultadas por las comunidades financieras internacionales de Estados Unidos, Europa y Asia, publicaron reportajes poco favorables para el futuro mandatario mexicano.
Si bien poco de lo comentado por esas dos publicaciones sorprendería a empresarios o inversionistas mexicanos, las artículos negativos o descriptivos de la incertidumbre que han generado algunas decisiones de López Obrador en los mercados financieros locales, podrían estar reflejando, y quizás ampliando, el deterioro a la reputación que está comenzando a padecer el ganador de la pasada elección presidencial en el exterior.
Si bien los inversionistas y medios internacionales podrían ser numéricamente inferiores a los electores mexicanos que aún respaldan al futuro presidente, no dejan de ser cruciales para que él pueda concretar muchas de sus promesas de campaña, como acelerar el crecimiento económico del país y reducir la desigualdad social que padece México.
Esto porque tanto los inversionistas nacionales y extranjeros podrían estar dispuestos a financiar muchos de los proyectos de inversión de López Obrador si las condiciones económicas del país no se deterioran y si él y su gobierno toman decisiones racionales a favor de la economía de mercado.
"Adiós a la certidumbre: economía mexicana", fue el título que The Economist dio a un breve reportaje en el que describió lo que provocó la cancelación de una obra en progreso, como el NAIM, y con la que el futuro mandatario decidió tirar a la basura cerca de 120 mil millones de pesos (seis mil millones de dólares), además de que con esa medida López Obrador optó por cancelar la posibilidad de que el país contará con un hub, que muchos empresarios y analistas esperaban que impulsaría el turismo internacional y las exportaciones mexicanas.
El deterioro de la imagen del futuro presidente mexicano en el extranjero es lamentable ya que hasta hace unas semanas, incluso después de su victoria electoral, México era visto, aquí y afuera, como un destino seguro para las inversiones, sobre todo cuando se le comparaba con otras naciones emergentes.
La buena reputación del país estaba sustentada en la muy amplia gama de tratados de libre comercio que ha firmado México con muchas otras naciones o regiones, así como el respeto que ha generado el desempeño de Banco de México en materia de combate a la inflación.
Si bien nada de eso ha cambiado, incluso México ya logró renegociar una nueva versión de su pacto de libre comercio con Canadá y Estados Unidos, y si bien la autonomía del banco central está intacta, hay para muchos señales de que López Obrador parecería estar más inclinado a intervenir o cambiar el modelo de libre mercado que adoptó el país hace más de tres décadas, que en ajustar sus desperfectos, como la desigualdad económica.
Claro que el país está lejos de enfrentar aún una verdadera crisis económica y financiera, más cuando la nación cuenta con más de 173 mil millones de dólares de reservas internacionales y con la contratación de una línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le permitirían hacer frente a un posible choque financiero.
No obstante, algunos comienzan a tener dudas de esta fortaleza ante la posibilidad que el cambio de régimen que promete aplicar López Obrador en todos los esquemas de la vida pública y de la actividad económica pueda revertir algunas de las políticas que fueron aplaudidas en el pasado y que si bien no han dado todos los resultados esperados, no deberían ser dinamitadas.
"¿Qué pasará hoy? Esa pregunta está empezando a atormentar a los inversionistas en México", dijo la revista británica The Economist, en su artículo. "La volatilidad ha aumentado en medio de presagios que una presidencia intervencionista e impredecible está llegando".
Desde que López Obrador anunció que al tomar posesión del cargo cancelará la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en el antiguo lago de Texcoco, el peso se ha depreciado cerca de 5% contra el dólar y cotiza en alrededor de las 20.2 unidades, mientras que el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores se ha desplomado cerca de 9%.
Si la decisión de cancelar el NAIM fue mal vista, la forma como López Obrador llegó a tomar esa decisión, vía una polémica consulta ciudadana que para muchos dejó muchas dudas por las denuncias que hubo en el proceso de falta de representatividad e imparcialidad, ha levantado grandes sospechas entre empresarios e inversionistas sobre la forma como el próximo presidente del país tomará decisiones cruciales para el país, algo que no ha pasado ya por alto la prensa extranjera y que está ya resaltando por reflejar o bien una actitud poco autocrítica de como se hizo la consulta, o bien arrogante.
"El vocero de López Obrador, Jesús Ramírez, ha dicho que los mercados simplemente 'tienen que entender' el nuevo modus operandi de las consultas en los grande proyectos gubernamentales", escribió Jude Webber, la corresponsal del Financial Times.
Esta actitud poco reflexiva, junto con la intención de algunos senadores del partido del presidente electo, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quienes han propuesto una iniciativa para intervenir en la industria bancaria a fin de prohibir ciertas comisiones bancarias por decreto --algo que López Obrador rechazó-- han llevado a que ciertos inversionistas en México y el exterior empiecen a perder la confianza en el país y ahora perciben que México ya no es un lugar seguro como destino de sus recursos.
"Los mensajes mixtos hicieron que los inversionistas repensaran lo que antes consideraban como activos sólidos, tal como los bancos mexicanos", agregó Webber.
Así, los medios extranjeros comienzan a sumarse a la intranquilidad que está generando el próximo gobierno por decisiones que parecen poco racionales o poco amigas hacia la economía de libre mercado, que no quiere decir que no se deban o puedan corregir las repercusiones negativas que ha dejado ese modelo económico en amplios grupos de la sociedad mexicana.
Incluso, ante las constantes caídas que venido registrando el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores y la depreciación que ha registrado la moneda mexicana desde la cancelación del NAIM, el columnista John Authers, de la agencia de noticias Bloomberg, uno de los más seguidos en el ámbito financiero y quien vivió hace algunos años en México, ya acuñó un nuevo término bursátil "AM-Low", en referencia a las bajas de los mercados por culpa de las decisiones de López Obrador, también conocido como AMLO.