22 sep (Sentido Común) - Uno de los temores que para muchos inversionistas ha generado la fuerte depreciación reciente del peso contra el dólar --la posible alza de las tasas de interés en Estados Unidos este mes-- quedó ya descartado.
Ayer, la Reserva Federal de esa nación decidió, con un voto dividido, no incrementar el costo de pedir prestado en esa nación.
Si bien esa decisión, como se esperaba, trajo de inmediato cierto alivio al peso, al final de la jornada la moneda mexicana no recuperó parte del valor que ha perdido en las últimas 10 sesiones --de 7%. Incluso, el tipo de cambio terminó la sesión con una caída de 0.1% para cotizar, de nueva cuenta, en su nivel más débil de su historia de 19.86 pesos por dólar.
Ante ello y frente a la conclusión casi unánime de todos los analistas e inversionistas de que las autoridades estadounidenses subirán las tasas en diciembre, muchos en México comienzan a alzar la voz para exigir a las autoridades monetarias mexicanas, encabezadas por el gobernador de Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, tomar medidas para no sólo estabilizar al peso, sino incluso para que pueda recuperar parte del valor que ha perdido recientemente.
"Es altamente probable que hoy mismo Banxico pueda intervenir en el mercado con un aumento de la tasa. . . para tratar de contener la depreciación", escribió el analista Rodolfo Navarrete del intermediario Vector, luego que el nivel del peso no mejoró tras la decisión de la Fed de mantener las tasas de interés sin cambio. "No se descarta que vuelva a coordinar su política con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público".
La reacción de Navarrete al hecho que el peso no recuperó parte del terreno perdido frente al dólar tras el anuncio de política monetaria en Estados Unidos, refleja las crecientes preocupaciones que muchos ven en que la moneda mexicana esté tan devaluada contra el dólar.
La gran mayoría de los expertos creen que de no contenerse y revertirse la devaluación del peso, que este año suma ya un descenso de 13.4%, contra la caída de 14.3% del año pasado, la economía albergará fuertes presiones inflacionarias que podrían materializarse en el futuro y generar un mayor desorden macroeconómico.
Esa preocupación, que si bien a la fecha no se ha materializado --la inflación se ha comportado mejor a lo esperado por los economistas a lo largo de 2016--, es lo que está provocando que diversos expertos pidan a las autoridades actuar para evitar mayores problemas económicos futuros.
De hecho, previo a que se anunciara la decisión de la Fed de mantener sus tasas, Banco Nacional de México, o Banamex, la segunda institución bancaria del país, elevó de forma sustancial su pronóstico sobre el monto y la fecha en la que Banco de México podrá elevar su tasa de referencia para contener el desplome que ha registrado el peso.
En lugar de un incremento de 0.25 puntos porcentuales a esa tasa en diciembre, como venía pronosticando Banamex, filial del banco estadounidense Citigroup (NYSE:C), la institución elevó ese incremento a 0.75 puntos porcentuales y adelantó la fecha en la que el banco central mexicano llevará a cabo ese ajuste: la próxima semana.
"El comportamiento reciente del peso nos ha llevado a reconsiderar nuestro pronóstico y ahora pensamos que Banxico incrementará la tasa de referencia en 75 puntos base en su reunión de septiembre, independientemente de lo que haga la Fed, como resultado de la afectación que las elecciones de Estados Unidos han tenido sobre la moneda", escribieron Sergio Luna, Ernesto Revilla y Raúl Alejandro Rodríguez, economistas de Banamex, en un reporte.
La referencia a las elecciones estadounidenses se debe a que el otro factor que comúnmente citan los expertos para explicar la repentina caída del peso contra el dólar es el avance que ha tenido el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald J. Trump, en las preferencias electorales.
Muchos líderes empresariales y políticos mexicanos, así como inversionistas nacionales y extranjeros, temen que si Trump gana la elección, la economía mexicana podría resentir su presidencia, al menos al inicio, más que cualquier otro país.
Las posturas anti-trabajadores migrantes mexicanos y ante-libre comercio de Trump hacen pensar a muchos que el candidato republicano podría convertirse en una serie amenaza para el devenir económico del país.
México, por ejemplo, recibe más de 25 mil millones de dólares al año por recursos que envían los trabajadores mexicanos que residen en Estados Unidos a sus familiares en el país. Ese monto es más del doble de los ingresos que obtiene México por sus exportaciones petroleras.
Además, Estados Unidos consume cerca de 80% de todos los productos que exporta México. En buena medida, esas compras de productos mexicanos que llevan a cabo los consumidores estadounidenses se deben al tratado de libre comercio que firmó México con su vecino del norte en 1993 y que entró en vigor un año después.
Cualquier cambio al libre comercio, como ha amenazado en ocasiones Trump, podría ser muy disruptivo para México, aun cuando los analistas ven lejana esa posibilidad porque una cancelación del tratado generaría también daños a la economía estadounidense --un elemento que el candidato republicano tendría que valorar si llegase a ganar la carrera por la Casa Blanca.
De cualquier manera, el peso podrá estar sujeto a vaivenes conforme avanza la contienda electoral estadounidense, sobre todo si Trump continúa con la trayectoria ascendente de las últimas semanas.
Aunque claro está que lo inverso también podría ocurrir si la candidata demócrata, Hillary Clinton, quien se cree sería una mejor presidenta estadounidense desde el punto de vista mexicano, logra distanciarse de su rival republicano.
Mientras tanto, muchos en México piden que Banco de México suba ya las tasas para volver a hacer más atractivos los instrumentos financieros denominados en pesos, que también han perdido atractivo por los problemas que enfrenta el gobierno en materia de sus finanzas.
Con un alza a las tasas, es menos probable que los inversionistas decidan vender sus activos en pesos para comprar activos en dólares, lo que podría no sólo dar estabilidad al peso, sino incluso fortalecerlo al atraer capitales que buscan rendimientos más altos a los que encuentran en otros países y en otras monedas.
De ahí que no sólo sean Vector o Banamex las únicas instituciones financieras que estén pronosticando un alza a las tasas.
Aunque es claro también que mayores tasas podrían frenar la economía mexicana en un momento en que su crecimiento se ha frenado en comparación con el que registró el año pasado cuando avanzó 2.5%. Para este año los economistas esperan que México crezca 2.3%.
Los bancos Banorte (MX:GFNORTEO) Ixe, BBVA (MC:BBVA) Bancomer, Multiva y Santander (MC:SAN) también consideran que el banco central mexicano deberá elevar su tasa de referencia en su reunión de la próxima semana, aunque en este caso estas instituciones prevén un aumento de 0.5 puntos porcentuales --menor al de Banamex.
Banamex no es además de hecho el único banco que haya comenzado a sugerir medidas más agresivas a las autoridades monetarias. Los analistas del banco BBVA Bancomer, el mayor de México y filial del banco español Banco Bilboa Vizcaya Argentaria, también consideran que las autoridades monetarias deben comenzar a tomar medidas extraordinarias para evitar un mayor deterioro del peso que pudiese generar presiones inflacionarias.
Para esa institución, el banco central mexicano además de subir sus tasas debería anunciar otras medidas "no convencionales" para hacer más efectivo el impacto de las mayores tasas.
Los analistas de la división BBVA Corporate & Investment Banking, Ociel Hernández, Claudia Ceja, Pedro Uriz y Miguel Ángel Iturribarria, recomendaron, por ejemplo, una intervención directa en el mercado cambiario, así como la compra de bonos gubernamentales de largo plazo.
"Para incrementar su efectividad, Banxico necesita usar al mismo tiempo otras herramientas a su disposición, como intervenciones en el mercado cambiario", escribieron los analistas en un reporte. Esto "para fortalecer al peso y reducir los riesgos de un traspaso". Además "eso apoyaría le actividad económica si se debilita en los siguientes trimestres, [sobre todo] ahora que el gobierno ha comenzado a buscar reducir su déficit, lo que reducirá la emisión de papel gubernamental. Esto permitiría contar con una gran ancla para las tasas locales", agregaron los especialistas en su reporte.
(Redacción Sentido Común)