Las acciones de las aerolíneas, unas de las operaciones en recuperación más populares, han perdido su encanto este año tras el fuerte repunte desde el desplome de marzo de 2020.
El ETF US Global Jets (NYSE:JETS) ha bajado más de un 13% desde sus máximos de marzo, a pesar de los claros indicios de fortaleza de los viajes nacionales en Estados Unidos. Todo apunta a que Delta Air Lines (NYSE:DAL) —la primera gran aerolínea en publicar sus resultados— publicará el miércoles su primer trimestre rentable tras las fuertes pérdidas sufridas durante la pandemia.
American Airlines (NASDAQ:AAL), la aerolínea más perjudicada financieramente de Estados Unidos, podría volver a registrar una pequeña pérdida cuando publique su informe la semana que viene. A primera vista, parece una gran noticia que las aerolíneas se estén recuperando de forma sólida, ya que sus flujos de caja mejoran y cada vez más personas vuelan tras una larga pausa debido a la pandemia.
A pesar de esta recuperación, hay pocos indicios de que los lucrativos viajes de negocios se estén recuperando tan rápidamente como esperaban los directivos de las aerolíneas. La próxima etapa de crecimiento, que dependerá de la reanudación de los viajes internacionales y de negocios, sigue enfrentándose a una serie de incertidumbres mientras siguen surgiendo nuevas variantes de COVID y las empresas intentan recortar costes. Esta irregularidad de la recuperación de los viajes es la principal razón por la que los inversores se mantienen al margen.
Delta dijo a los inversores en julio que los viajes corporativos iban a recuperarse en septiembre hasta alcanzar el 60% de los niveles de 2019, frente al 40% de junio y el 20% de marzo. Pero esa ecuación podría haber cambiado drásticamente desde la llegada de la variante de Delta del COVID-19 este verano, que obligó a muchos países a imponer nuevas medias de confinamiento y extendió las políticas de teletrabajo.
Las aerolíneas nacionales son más atractivas
Una encuesta de Bloomberg realizada a 45 grandes empresas de Estados Unidos, Europa y Asia indica que el 84% tiene previsto gastar menos en viajes tras la pandemia. La mayoría de los encuestados sobre los recortes de presupuestos de viajes prevén reducciones de entre el 20% y el 40%, y aproximadamente dos de cada tres reducen las reuniones presenciales internas y externas. La sencillez y eficacia de los programas virtuales, el ahorro de costes y la reducción de las emisiones de carbono fueron las principales razones citadas para dichas reducciones.
Debido al lento repunte de los viajes corporativos, muchos analistas no creen que haya mucho valor en las acciones de las principales aerolíneas, como Delta y American Airlines. En cambio, recomiendan las aerolíneas pequeñas con una sólida cobertura local.
Brandon Oglenski, analista de Barclays (LON:BARC), dijo la semana pasada en una nota que las aerolíneas de bajo coste son una opción más segura en el entorno actual. El banco elevó su calificación de Southwest Airlines de “igual ponderación” a “sobreponderada”, y aumentó su precio objetivo para Southwest de 64 a 75 dólares por acción. El nuevo objetivo se sitúa un 38% por encima de donde cerraran las acciones el viernes.
"Southwest ofrece a los inversores a largo plazo un balance sólido, una cartera de pedidos favorable con Boeing (NYSE:BA) y un modelo de negocio históricamente rentable. Creemos que la compañía aprovechará las entregas de nuevos Boeing MAX 737 de bajo coste para ejecutar la expansión de la red que se pospuso antes de la pandemia debido a la inmovilización en tierra del MAX".
Conclusión
La mayoría de acciones de las aerolíneas ya reflejan un fuerte repunte de los viajes nacionales tras el despliegue de las vacunas en Estados Unidos. La siguiente fase de crecimiento depende en gran medida de la reanudación de los viajes internacionales y de negocios.