De acuerdo al perfil de cada ahorrista y al plazo en el que se piensa dejar al dinero trabajando para atenuar la erosión de la inflación, existen diferentes alternativas atractivas según los especialistas.
Los empleados en relación de dependencia recibirán durante junio el medio aguinaldo y con ello surge la necesidad de decidir el destino que se le pretende dar a ese monto por encima del pago mensual habitual. Cancelar deudas, pagar por gastos extraordinarios y otros consumos suelen ser los canales habituales en los que termina ese dinero, pero en algunos casos surge la posibilidad de dirigirlo hacia ahorro o inversión, también es útil contar con comentarios de especialistas a la hora de elegir qué activos pueden ser los más atractivos en un momento dado.
Lo importante, resaltan los idóneos, es tener conciencia de a qué plazo se apunta -es decir, por cuanto tiempo se está dispuesto a dejar sin uso el dinero- y, al mismo tiempo, qué tanto riesgo se está dispuesto a tolerar. Más riesgo, en finanzas, es por el lado positivo la posibilidad de conseguir resultados mejores, pero sin la seguridad de obtenerlos. Y viceversa, a menos riesgo las expectativas de ganancia potencial se reducen.
Más allá de eso, planificar antes de tener el dinero en la mano es un buen punto de partida. “Es importante empezar a pensar en el aguinaldo desde principios de junio así uno ya tiene un plan para destinar ese dinero y no es que lo recibe y empieza a gastarlo en distintas compras, caprichos o cosas que no tenía planeadas”, dijo la economista Lucía Pignani.
Corto plazo, perfil conservador
El inversor que no tiene mucha experiencia en el mercado de capitales o que, si la tiene, busca colocar su dinero a trabajar con vistas a usarlo dentro de poco y que, a su vez, está dispuesto a renunciar a aspirar a grandes ganancias a cambio de evitarse pérdidas rotundas tiene opciones tradicionales en el país. Estas son la compra de dólares para atesoramiento, más un mecanismo de defensa contra una eventual devaluación que una inversión, y los depósitos bancarios.
“En cuanto a en qué invertir ese dinero para un perfil de corto plazo y conservador, me parece que la compra de dólar MEP puede ser una buena alternativa”, dijo Pignani.
El dólar MEP es el precio por dólar implícito en el diferencial de precios en pesos y en dólares de un mismo bono soberano, u otro activo. A través de la compra de un bono, típicamente el Bonar 2030, con pesos y su reventa posterior a cambio de dólares, los ahorristas logran comprar -y vender- divisas a un tipo de cambio alternativo, pero completamente en blanco.
La especialista en mercado de capitales y creadora del canal de Youtube “Aprendé a Invertir”, Giselle Colasurdo, agrega a esa opción plazo fijo UVA, que ajusta por inflación y paga una tasa del 1 por ciento.
“Dólar y plazo fijo UVA son una opción ultraconservadora, para el que no quiere tomarse el tiempo de invertir en alternativas complejas, tomar plazo fijo UVA para cubrirse contra el avance de los precios y estar en cubierto contra una devaluación, que en la economía argentina el dólar se puede disparar en cualquier momento y hay que cuidar los ahorros”, explicó Colasurdo.
Mediano plazo, perfil moderado
Con más tiempo disponible para esperar el resultado de una inversión, las alternativas se amplían. Si se sigue optando por una estrategia conservadora las alternativas ya mencionadas están disponibles, pero si se está dispuesto a tomar algo de riesgo con la expectativa de tener la posibilidad de conseguir un resultado más jugoso, hay más opciones disponibles incluso para los ahorristas minoristas.
“Con plazo más largos se puede empezar en invertir en fondos comunes de inversión dollar-linked o compuestos por deuda con ajuste CER, es ir un paso más allá. En lo que es bono CER, los más cortos tienen rendimientos negativos, pero los que son de mediano y largo plazo tienen rendimientos muy altos que, lógico, implican un riesgo”, dijo Colasurdo.
“Por ejemplo el Discount en pesos que vence en 2033 te paga una TIR del 8.6% anual, el Par que vence en 2038 te paga una TIR de 11% anual. Si bien es un riesgo importante para invertir directamente, el hecho de hacerlo a través de un fondo común que tiene un administrador que distribuye entre distintos activos puede ser una buena opción para un perfil moderado”, agregó.
“Ya para un plazo medio y un poco más arriesgado apostaría a lo que son los bonos CER para estar cubierto contra la inflación pero seguir jugando en pesos”, coincidió Pignani.
Largo plazo, perfil agresivo
Cuando se habla de plazos más largo, en el que se está dispuesto a no disponer del dinero invertido durante un plazo de un año o mayor, las recomendaciones posibles en el mercado local tienden a dirigirse todas en la misma dirección: las acciones de empresas extranjeras en las que se puede invertir en pesos desde la Bolsa porteña. Y, en segundo lugar, alguna apuesta a bonos de deuda en dólares de empresas. Siempre, claro, apuntando a estar más asociado a activos en dólares que en pesos.
Para invertir en empresas extranjeras desde el país, en la Bolsa local existen los Certificados de Depósito Argentino (Cedear) que son títulos en pesos asociados a acciones de empresas que cotizan en Wall Street, Brasil y otros mercados del exterior. Sus precios en moneda local siguen al precio en su mercado de origen, pero ajustado por un dólar similar al contado con liquidación.
“A largo plazo, apuntaría a todo lo que puede ser Cedear que está atado al contado con liquidación. Y dentro de ellas a empresas del exterior que se vayan recuperando después de la crisis del coronavirus”, dijo Pignani. “Boeing, Mercado Libre, Microsoft (NASDAQ:MSFT), Coca Cola (NYSE:KO), Walmart (NYSE:WMT) son los que elegiría hoy, empresas que son las que más se beneficiarían de la recuperación de la actividad a la salida de la pandemia”, agregó.
“Atrás del Cedear hay una empresa detrás que tiene su negocio y que puede generar tanto pérdidas como ganancias muy significativas, con lo cual se está asumiendo riesgo cambiario, apostando por el dólar, pero también el de la empresa en cuestión”, coincidió Colasurdo.
Por último, siempre a largo plazo, la deuda de empresas argentinas en dólares -seleccionando entre firmas con números sanos y buena calificación, es una alternativa ya algo más sofisticada pero también interesante.