- ∙ Durante la primera quincena de marzo, la inflación en México se ubicó a una tasa interanual de 4.12% (Vs. +3.68% en la 2da quincena de febrero), representando la mayor tasa desde la segunda quincena de mayo del 2019.
- ∙ A tasa quincenal la inflación fue de 0.53%, siendo el mayor incremento para una quincena igual desde 1998.
- ∙ Las presiones para la inflación estuvieron balanceadas entre ambos componentes, con la subyacente aportando el 49% de la variación quincenal, mientras que la no subyacente representó el 51%.
- ∙ El componente subyacente registró una inflación quincenal de 0.35% e interanual de 4.09%.
- ∙ Las presiones en el componente subyacente continúan concentradas en las mercancías (+0.40% quincenal), con el precio de las mercancías no alimenticias aumentando 0.45% frente a la quincena previa, impactada por el relajamiento de las medidas sanitarias.
- ∙ El componente no subyacente registró una inflación a tasa quincenal de 1.08% y tasa interanual de 4.19%.
- ∙ Los precios de los energéticos continuaron al alza, con un incremento quincenal de 1.78% y 9.45% interanual, aunque la comparación anual se encuentra distorsionada por la baja base de comparación debido al inicio del confinamiento a nivel global.
- ∙ Las cifras de hoy, adicional a una postura menos flexible por parte de algunos bancos centrales de otras economías emergentes, contribuyen a incrementar la probabilidad de que el espacio para continuar con el relajamiento monetario ya se haya agotado.
Durante la primera quincena de marzo, la inflación se ubicó en una tasa interanual de 4.12% (Vs. +3.68% en la 2da quincena de febrero), representando la mayor tasa desde la segunda quincena de mayo del 2019. Con ello, la inflación se encuentra por arriba del rango de variabilidad del Banco de México de 3% +/-1% por primera vez desde la segunda quincena de octubre del 2020. A tasa quincenal la inflación fue de 0.53%, siendo el mayor incremento para una quincena igual desde 1998. Las variación quincenal, mientras que la no subyacente representó el 51%, a diferencia de los dos primeros meses del año donde las presiones se concentraron en la no subyacente ante el alza en el precio de los energéticos.
Por una parte, el componente subyacente registró una inflación quincenal de 0.35% e interanual de 4.09%. La inflación subyacente ha superado su promedio de los últimos tres años de 3.88%, a pesar de que se esperaba que la amplia holgura económica tuviera un mayor peso en contener los aumentos. Las presiones en el componente subyacente continúan concentradas en el subcomponente de mercancías (+0.40% quincenal), con avances quincenales en el precio de los alimentos de 0.37% y en las mercancías no alimenticias de 0.45%. Destaca al interior de las mercancías alimenticias el incremento quincenal en el precio de la tortilla de maíz de 1.79%, impactada por el alza de los precios internacionales de referencia del maíz. Mientras tanto, la cifra de las mercancías no alimenticias estuvo distorsionada por el relajamiento de las medidas de confinamiento, lo que permitió la reapertura de centros comerciales. La inflación quincenal en el subcomponente de servicios fue de 0.28% (+2.22% interanual), donde se observó un incremento quincenal en el precio de las tarifas aéreas de 15.80%, 4.40% en servicios turísticos en paquete y 2.24% en hoteles, en antelación a la Semana Santa a inicios de abril.
El componente no subyacente registró una inflación a tasa quincenal de 1.08% y tasa interanual de 4.19%. Al interior, los precios de los energéticos continuaron al alza, con un incremento quincenal de 1.78% y 9.45% interanual, aunque la comparación anual se encuentra distorsionada por la baja base de comparación, pues en marzo del año pasado el precio del petróleo cayó drásticamente ante la guerra de precios del crudo entre Rusia y Arabia Saudita y el inicio del confinamiento alrededor del mundo. El precio del gas doméstico LP permaneció con su tendencia al alza, incrementándose 4.05% frente a la quincena previa, mientras que el precio de la gasolina de bajo y alto octanaje aumentó a una tasa quincenal de 0.98% y 3.67%, respectivamente. Es probable que estas categorías hayan continuado siendo impactadas por la tormenta invernal que ocasionó disrupciones en el suministro de luz y gas a mediados de febrero. En particular, el incremento en el precio de la gasolina de bajo octanaje estuvo contenido por un mayor estímulo por parte de la Secretaría de Hacienda al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el cual fue de 37.9% gran parte de la quincena, mientras que el de la gasolina de alto octanaje fue de apenas 3.39%. Para la segunda quincena de marzo la SHCP volvió a incrementar el estímulo, donde hasta el momento ha promediado el de la gasolina de bajo octanaje 50.6% y el de gasolina de alto octanaje 20.15%. Es probable que la persistencia al alza del precio de los energéticos genere una contaminación de precios, donde servicios como restaurantes, hoteles y tarifas aéreas se verían impactados. Por último, el precio de los agropecuarios avanzó a una tasa quincenal de 0.76%, impactado por las condiciones meteorológicas adversas.
Para la segunda quincena de marzo, se espera que se empiecen a reflejar algunas distorsiones ocasionadas por el inicio del confinamiento en el país el año pasado, aunque el mayor impacto se prevé para abril, cuando la inflación interanual podría superar el nivel de 5.0% (ver Figura 2). Asimismo, en abril también se esperan alzas en las categorías relacionadas con el turismo, por la reactivación de la demanda en Semana Santa, aunque todavía serían menores a los observados en años previos sin pandemia. Luego de que se materializaran algunos de los riesgos al alza para la inflación ante aumentos en los precios de referencia internacionales, el crudo ha perdido terreno recientemente como consecuencia de las preocupaciones respecto a su demanda ante una posible tercera ola de contagios por coronavirus. Mientras tanto, los precios del maíz y algunos metales industriales se han estabilizado, aunque continúan con fuertes ganancias en el año, con 14% el maíz y el acero con 26.16%. En particular, el precio del maíz podría enfrentar nuevos episodios de volatilidad como consecuencia de los retrasos en las cosechas de Brasil, pues es el tercer mayor productor de maíz en el mundo.
Las cifras de hoy, adicional a una postura menos flexible por parte de algunos bancos centrales de otras economías emergentes, contribuyen con la idea de que el espacio para continuar recortando la tasa de interés en México ya se agotó. El día de mañana el Banco de México dará a conocer a las 13:00 horas el segundo anuncio en el año de política monetaria, donde se espera que la Junta de Gobierno se encuentre dividida a diferencia de la última votación la cual fue unánime, pues algunos miembros podrían considerar que es la última oportunidad para recortar la tasa.