Sin lugar a dudas dejar los sentimientos de lado en cualquier situación de nuestra vida siendo mexicanos es una tarea casi imposible, desde que amanece hasta que oscurece nos vemos rodeados por una serie de costumbres míticas que creemos nos acercan a la buena fortuna.
Sin embargo para alguien que pretende dedicarse al trader aún siendo en tiempo parcial, debe tener en cuenta que dejar los sentimientos de lado debe ser un compromiso para ganar dinero.
Es gratificante la sensación cuando ganamos una acción, y ácida cuando la perdemos. Muchas veces estas dos sensaciones fisiológicas juegan en nuestra contra al momento de invertir, creemos que nos haremos millonarios de la noche a la mañana pues lo sentimos en el estómago y nos arriesgamos invirtiendo todo en un sólo producto que nos dio esperanza, la mayoría de las veces sin informarnos o tener alguna estrategia y ahí estamos, una hora después viendo números rojos en lugar de verdes.
Si quieres ganar siendo un trader, es importante que inviertas sólo un 5% de tu monto total por movimiento; me refiero a que si tienes 5 mil pesos de capital, invierte 250 pesos únicamente; así podrás amortizar la pérdida si las cosas no van como quisieras o ganar incluso el 100% de esos 250 pesos, que suman un monto de 500 pesos.
Claro, debes establecer tus topes de ganancia/pérdida y, muy importante, debes aprender los horarios en que el mercado cambia de manera significativa (recuerda que esto es un ciclo) e invierte en un movimiento por día.
Invertir en un movimiento por día pudiera parecer poco, pero créeme, si las cosas van bien irás a la cama con un buen sabor de boca deseando hacer la misma estrategia el siguiente día, contrario a la sensación de frustración de perder todo tu capital en menos de 24 horas. ¿Quién sabe? Tal vez estés ganando 1 mil pesos al día y eso vale más que perder 5 mil pesos en menos de 4 horas.
Muy importante también aprender a pasar saliva y tener paciencia, sin lugar a dudas el trader se convertirá primero en algo que ayude a pagar los servicios de la casa, posteriormente una salida al cine y luego libertad económica.
Yo, soy Luis Huerta. Adiós.