Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos volvía a dispararse este miércoles tras una breve consolidación al comienzo de la semana. La subida de casi un 6% de los tipos a 10 años impulsó el dólar con respecto a las demás monedas principales. Sin embargo, no hay duda de que el repunte del dólar está perdiendo fuelle mientras el euro se asienta con pérdidas discretas y la libra esterlina supera al billete verde. Los datos de Estados Unidos también han sido decepcionantes, lo que ha generado preocupación en torno al informe de empleo del viernes. Según la empresa privada de empleo ADP, en febrero se realizaron 117.000 nuevas contrataciones, considerablemente por debajo de la previsión que hablaba de 177.000. La actividad del sector servicios también se desaceleró con la caída del índice ISM desde 58,7 a 55,3 puntos. El componente de empleo del informe, que tiene una fuerte correlación con el informe de empleo no agrícola, bajó de 55,2 a 52,7 puntos. Los economistas han previsto que febrero sea un mejor mes para el empleo y aunque todavía creemos que el informe de empleo no agrícola indicará la creación de más de 100.000, los informes de hoy sugieren que la cifra podría no cumplir las previsiones, que apuntan a 180.000. La perspectiva de un informe de empleo no agrícola más débil podría lastrar el dólar, especialmente el USD/JPY, cuyo último repunte impulsó el par hasta el nivel de 107,25, MMS de 100 semanas, un nivel de resistencia importante.
El comercio de reflación debería seguir siendo un tema importante. Hay más margen de subida, ya que las vacunas se están implementando y el paquete de estímulo está en marcha. Cuando todas estas piezas encajen en su lugar, el comercio de reflación podría ganar fuelle. El rendimiento de los bonos no puede seguir aumentando eternamente, pero incluso con alguna corrección, el camino de menor resistencia debería ser al alza. La economía estadounidense no va mal, según el Libro Beige, la actividad económica se expandió modestamente en febrero con respecto a enero.
En Europa, el euro cerró la jornada sin cambios frente a Estados Unidos. El BCE no ve la necesidad de reaccionar drásticamente a la subida del rendimiento de los bonos, según un informe. Weidmann, miembro del BCE, se hizo eco de esto, pero también cree que el banco central podría ajustar el ritmo de compras del PEPP si es necesario. Con la desaceleración de las ventas minoristas de Alemania y la revisión a la baja del índice PMI compuesto, el aumento del rendimiento es un problema mayor para la eurozona que para Estados Unidos. El par EUR/USD ha sido increíblemente resistente y podría repuntar si el informe de empleo no agrícola no cumple las expectativas, pero a largo plazo, la eurozona retrasa la recuperación, lo que podría convertirse en un problema para la moneda.
Los traders de la libra han aplaudido la decisión del Gobierno del Reino Unido de extender las ayudas por coronavirus hasta finales de septiembre y la perspectiva del canciller Sunak de una recuperación más rápida y sostenida. Aunque los PMI se revisaron a la baja, los agresivos esfuerzos de implementación de vacunas del Reino Unido pagarán dividendos para la economía en el futuro.
Mientras tanto, una fuerte recuperación de los precios del petróleo junto con la mejora de las cifras del PIB de esta semana han ayudado al dólar canadiense a mantener sus ganancias frente al billete verde. Los dólares australiano y neozelandés no tuvieron tanta suerte. La divisa de Australia ni se inmutó ante la mejora de las cifras del PIB, mientras que la de Nueva Zelanda se vio inicialmente impulsada tras la fuerte subida de los precios de los productos lácteos, aunque sucumbió a las ganancias del dólar estadounidense.