- El ejército de Israel parece prepararse para ocupar la Franja de Gaza.
- Las implicaciones económicas dependerán de la forma en que evolucione el conflicto.
Las próximas horas serán críticas
Además de los temas relativos a la política monetaria, la atención de los mercados ha estado centrada desde hace una semana en el conflicto activo en la frontera entre Israel y la Franja de Gaza. Después de que milicianos pertenecientes al grupo extremista Hamás se infiltraran en territorio israelí para perpetrar un ataque que dejó centenares de víctimas el sábado 7 de octubre, el ejército del país hebreo comenzó con una intensa campaña de bombardeos sobre el territorio palestino y ordenó un despliegue masivo del ejército en la frontera norte. A partir de ello se especula que en los próximos días podría darse la orden de una ocupación terrestre a la Franja de Gaza, lo que representaría un riesgo severo a la estabilidad del orden global, pues el potencial de que otros grupos y países se involucren es elevado. En ese sentido, las próximas horas serán críticas para saber si el conflicto sigue escalando o si, por el contrario, se favorecen las alternativas diplomáticas. Hasta ahora los mercados han reaccionado con cautela, pero mostrando temor ante episodios que reducen las posibilidades de una solución controlada.
Las implicaciones económicas dependerán de la forma en que evolucione el conflicto
Sobre lo anterior, cobra relevancia la serie de eventos que se han desenvuelto en las últimas horas, pues el desafortunado bombardeo del hospital al-Ahli -dentro de Gaza- ha detonado reacciones tajantes de varios actores internacionales. La más notable fue la cancelación de una cumbre que estaba siendo organizada por el gobierno de Jordania y a la que asistiría el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto con los mandatarios del país sede, Egipto y la Autoridad Nacional Palestina. El propósito de la iniciativa era coordinar los esfuerzos al más alto nivel para evitar que la situación transitara hacia una crisis regional, por lo que el anuncio de la suspensión -que se dio a pesar de que el propio Biden ya se encaminaba a Oriente Medio- derivó en un pesimismo generalizado. A partir de ello, la reacción de los mercados ha sido negativa y ha habido una presión permanente sobre los precios internacionales del crudo, que se enfilan a retomar los máximos marcados a finales de septiembre.
¿Qué esperar?
Medio Oriente es una región clave en el mapa energético mundial, pues controla casi el 50% de las reservas probadas de petróleo y casi el 40% de las de gas natural. Parte de la volatilidad en los mercados está asociada a esta condición y de hecho los precios del gas en algunas regiones ya se han visto afectados por las disrupciones, sobre todo después de que Israel ordenara a Chevron (NYSE:CVX) suspender las actividades en el campo de Tamar tras el ataque inicial. El impacto podría ser mucho mayor si países como Arabia Saudita o Qatar, deciden emplear su peso dentro de la oferta global de energéticos para ejercer presión. Más aún, el conflicto potencial entre Israel y Hamás es de primer orden y podría constituir un nuevo foco de confrontación de los grandes grupos geopolíticos, pues Rusia y China se pronunciaron ayer en contra de las posturas adoptadas por Israel y Estados Unidos, lo que eventualmente podría acelerar el proceso de desacoplamiento global y abrir frentes en la guerra económica. Aunque, las perspectivas para el conflicto son extremadamente inciertas, hasta ahora ha probado ser un verdadero cisne negro para los mercados, bancos centrales y otros actores económicos.
