A nivel global cuatro factores contribuyeron a generar fuertes episodios de volatilidad e incertidumbre en los mercados financieros globales: 1) preocupaciones sobre la salud de la economía estadounidense, con los operadores incorporando la posibilidad de que esté al borde de una recesión económica después de unos débiles reportes de empleo y del sector manufacturero; 2) la política monetaria de Japón, con incrementos en la tasa de interés y apreciación del yen que redujo los incentivos del carry-trade, uno de los elementos que más ha contribuido a las ganancias de la moneda mexicana en los últimos dos años; 3) escalada en las tensiones en Medio Oriente con noticias sobre un inminente ataque de Irán a Israel y; 4) algunos reportes trimestrales que decepcionaron de algunas de las grandes empresas tecnológicas. Localmente, lo más relevante fue el recorte a la tasa de interés de fondeo por parte de Banxico.
Los inversionistas activaron el botón de pánico ante la especulación sobre una posible entrada en recesión de la economía de Estados Unidos, lo que se tradujo en un inicio de semana de fuertes pérdidas en la mayoría de los mercados financieros de todo el mundo.
Los recientes datos económicos en EUA, en particular el informe de empleo de la nómina no agrícola fue el primer gran catalizador, o la gran excusa, que el mercado necesitaba, ya que sugiere que la economía estadounidense se está desacelerando más rápido de lo esperado, lo que aumenta los temores de recesión.
En pocos días, los mercados financieros pasaron de descontar un escenario de aterrizaje suave impecable para la economía de EUA a temer un aterrizaje brusco.
Estas señales negativas en el mercado laboral despertaron repentinamente el miedo a que la Reserva Federal haya sido demasiado lenta a la hora de bajar las tasas de interés y el país se exponga a una recesión.
El radical cambio de sentimiento ha llegado, además, en agosto, un mes en el que bajan con fuerza los niveles de operación y negociación de las Bolsas, por lo que es más sencillo que se produzcan grandes oscilaciones, aunque se mueva menos dinero.
Estos temores ya están provocando cambios en las apuestas sobre los futuros pasos de la Fed. Por un lado, se ha disparado la probabilidad de que el banco central estadounidense se vea obligada a realizar en septiembre un recorte de las tasas mayor de lo previsto. En solo unas jornadas, el consenso de los analistas ha pasado de ver dos recortes de 25 puntos base en 2024 en las tasas de la Fed a especular incluso con tres descensos, de 50 puntos base cada uno, en las citas de septiembre, noviembre y diciembre.
Al final de la semana estas preocupaciones sobre la salud de la economía estadounidense parecieron contenerse un poco, después de que las cifras de ISM de servicios y las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo, mostraron resultados que coinciden con nuestra visión de una economía en transición hacia crecimientos económicos modestos en lugar de una al borde del colapso.
Por otro lado, Japón se ha convertido en una importante fuente de preocupación para muchos inversionistas mundiales. La acción del Banco de Japón de hace dos semanas de subir la tasa obligó a los operadores a abandonar las estrategias basadas en la visión de que la divisa nipona se mantendría débil y las tasas de interés no subirían demasiado rápido. El repunte del yen también desbarató una de las estrategias de mercado más rentables de este año, el carry trade, que consiste en tomar prestada la moneda japonesa para invertir en otros activos mundiales.
En este sentido, el Banco de Japón intentó calmar al mercado al sugerir una pausa en la subida de las tasas de interés.
El vicegobernador del Banco de Japón (BoJ), Shinichi Uchida, comentó que como están observando una fuerte volatilidad en los mercados financieros nacionales e internacionales, es necesario mantener los niveles actuales de flexibilización monetaria por el momento. Asimismo, declaró que no aumentarán las tasas de interés cuando los mercados financieros sean inestables.
Lo anterior en un escenario de posible escalada de tensiones en Medio Oriente, con el gobierno estadounidense haciendo gestiones diplomáticas para tratar de evitar lo que parece inminente un posible ataque de Irán a Israel.
En este sentido, la volatilidad actual podría ser una fase transitoria antes de que los mercados encuentren un nuevo equilibrio, ya que todo apunta a una reacción exagerada en un entono de volúmenes bajos, tras unos meses muy positivos de ganancias, sobre todo en renta variable.
Sin embargo, los nervios entre los operadores siguen elevados, y la volatilidad ha aumentado de manera considerable, por lo que los movimientos de los precios de activos son imprevisibles y difíciles de pronosticar a corto plazo.
En México, de forma sorpresiva Banxico decidió recortar su tasa de interés de fondeo en 25pbs para dejarla en 10.75%. La decisión fue dividida. La justificación detrás es que los recientes repuntes en la tasa anual de inflación se explican por choques temporales que se irán disipando en los próximos meses. Además, la autoridad dejó abierta la puerta a mayores recortes en el corto plazo.
En CIBanco consideramos que la decisión fue precipitada dadas las condiciones actuales en el tema de inflación y de la alta volatilidad en los mercados financieros.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
Los mercados estarán atentos a la cifra de inflación en EUA de julio.
Adicionalmente, en EUA se publicará: precios al productor, ventas al menudeo, producción industrial, inicios de construcción de casas y permisos de construcción de julio; índice manufacturero de Nueva York (Empire) y sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan de agosto; así como el cambio en inventarios de petróleo y solicitudes iniciales de subsidio por desempleo.
En Europa, habrá dato del PIB del segundo trimestre y producción industrial de junio. En Alemania, confianza del consumidor del grupo ZEW (percepción económica y situación actual de agosto. De China, producción industrial de julio. De Japón, PIB del segundo trimestre y producción industrial de junio.
En México, conoceremos el índice de confianza del consumidor de julio.
Expectativa para el Tipo de cambio
Continuarán siendo jornadas complicadas para los mercados financieros, con fuertes caídas debido a las preocupaciones sobre una posible recesión en EUA y las ventas en operaciones de carry trade en yenes. En este sentido, la volatilidad seguirá presente en el mercado. Con ello, la atención de los operadores se enfoca en las cifras de inflación de EUA del mes de julio y en el PIB de japón del segundo trimestre del año. Los precios en el país norteamericano podrían ofrecer señales de moderación, lo que sería bien recibido por los mercados. La perspectiva del PIB japonés apunta a un desempeño favorable. De cumplirse estas expectativas, en ambos casos podrían darles un nuevo impulso a los precios de los activos considerados de mayor riesgo. Las tensiones geopolíticas en Medio Oriente seguirán muy dependientes de la posibilidad de que Irán invada Israel. Dado lo anterior, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $18.50 y $19.30 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar una baja; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario podría moverse entre 9.30% – 9.75%.