La actual crisis bancaria se suma a las afectaciones económicas por la pandemia y la guerra en Ucrania. El mundo podría perder diez años de avance económico si la crisis financiera se extiende. Según las últimas proyecciones del Banco Mundial, entre 2022 y 2030 el crecimiento promedio del Producto Interno Bruto podría registrar sólo 2.2% anual; el nivel más bajo en los últimos 30 años.
Las "pobres proyecciones" también afectan a los países en desarrollo, de los que se espera que su crecimiento pase del 6% anual registrado entre 2000 y 2010, al 4% en los próximos 7 años.
Desde la pandemia vimos una reducción de la inversión mundial a una tasa anual de 3.5%; después se sumó el conflicto en Ucrania y ahí fue más notorio que el crecimiento sostenible de las últimas décadas se vio impactado por la falta de empleo, inversiones y comercio.
Expertos señalan que "las crisis bancarias sistémicas causan más daño inmediato que las recesiones, pero su impacto tiende a atenuarse con el tiempo". Ante el actual escenario, recomiendan adoptar políticas sostenibles y orientadas al crecimiento.
Después de la quiebra de dos prestamistas estadounidenses semanas atrás y la crisis de una de las mayores entidades bancarias de Europa, Credit Suisse (SIX:CSGN), continúa la incertidumbre por el sistema financiero global y los bancos centrales continúan elevando sus tasas de referencia. El Banco de Inglaterra y el Banco Nacional de Suiza siguieron los pasos de la Reserva Federal, quien no cambió el rumbo de los tipos y en su última decisión de política monetaria llevó el índice de referencia a 4.75% - 5.00% (su novena subida).
A principios del 2023 los pronósticos apuntaban a que la Fed terminaría en marzo con su política de incrementos, pero Jerome Powell, presidente del organismo, reiteró que el trabajo para llevar a la inflación a su objetivo está lejos de finalizar.
En las próximas decisiones de política monetaria estarán marcadas por la inflación (que sigue alta), y las preocupaciónes por la estabilidad financiera. Esta semana sabremos la decisión que tome el Banco de México respecto a su tasa de referencia.
Sigue el efecto dominó de los eventos internacionales. El ritmo de subidas de las tasas de interés seguiría limitando la actividad económica.