Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
En el último año ha quedado muy claro que el mercado se mueve impulsado por el optimismo. La pandemia del COVID-19 asestó un gran golpe a todos los rincones del mundo, y en lugar de preocuparse por lo profundo que será el impacto en las economías locales, los inversores y los banqueros centrales ya hablan de recuperación. Lo vimos durante el segundo semestre de 2020 y ahora en 2021. El movimiento sin precedentes de ayer del S&P 500 es una señal de que los inversores ven el vaso medio lleno y esta semana, está claro que los banqueros centrales también lo hacen.
Este jueves, el Banco Central Europeo ha decidido mantener inalterada la política monetaria y ha dicho que "se mantendrán las condiciones favorables de financiación... el sobre (de las pensiones paneuropeas PEPP) no necesita utilizarse en su totalidad." El gobernador del Banco de Canadá, Tiff Macklem, comparte una opinión similar pues ha declarado que "si la economía coincide o supera nuestras previsiones, entonces la economía no va a necesitar tanto estímulo de flexibilización cuantitativa con el tiempo". Estas declaraciones un poco menos prudentes ayudaron a impulsar el euro tras las pérdidas de ayer y llevaron el USD/CAD a nuevos mínimos intradía de dos años y medio. Aparte del comentario acerca del sobre PEPP no hubo nada revelador en las declaraciones del BCE ni en las de la presidenta Lagarde, que evitó cualquier crítica directa a la moneda diciendo sólo que la apreciación de las divisas es un lastre para la inflación. El Banco de Japón dejó inalterada también su política monetaria, pero rebajó su previsión económica. Han rebajado ligeramente las previsiones del PIB de 2020, pero las han elevado de cara a 2021, atribuyendo la subida a su teoría de que, a pesar de la gran incertidumbre, la economía seguirá repuntando.
Estamos a la espera de la publicación de los PMI de Europa. Las medidas de confinamiento en el Viejo Continente deberían traducirse en unos PMI más débiles de la eurozona y el Reino Unido, pero la gran pregunta es ¿cuánto importará eso a los traders de divisas? El persistente repunte del euro y la libra esterlina nos dicen que los inversores esperan cifras más débiles. Ni se inmutaron con los informes negativos del año pasado y podrían tener la misma actitud mientras los banqueros centrales aguardan las recuperación en la segunda mitad del año. En su mayor parte, los datos de la eurozona no han sido terribles, con mejoras en los últimos datos sobre la producción industrial de Alemania y encuestas ZEW. Si bien los PMI podrían influir mucho en el rumbo del mercado, cualquier impacto negativo en el euro y la libra esterlina podría ser efímero.
Lo mismo ocurre con los PMI de Markit de Estados Unidos y los datos de ventas de vivienda construida. Las ventas minoristas de Canadá se publican este viernes —entre la ralentización del crecimiento de las ventas mayoristas y las pérdidas de empleo, todo apunta a que el gasto de los consumidores será más débil. A pesar del optimismo del Banco de Canadá, si hay una gran sorpresa a la baja, podríamos ver flujos agresivos de cobertura corta.