El peso mexicano muestra una mejor perspectiva al bajar el tipo de cambio hasta niveles de 24.21 pesos por dólar, como consecuencia del debilitamiento del dólar estadounidense y de un mayor apetito por riesgo a nivel global.
La debilidad del dólar se debe a la caída en el precio del petróleo WTI a entregar en junio, pues se especula que la capacidad máxima de almacenamiento de petróleo en Estados Unidos se alcance a mediados de junio. Como consecuencia el precio del WTI en su contrato de entrega en junio muestra una caída de 12.60%, tocando un mínimo de 10.07 dólares por barril, luego de que varios fondos comenzaron a deshacer sus posiciones de inversión. Por el contrario, el contrato de julio subió de precio por la mayor demanda y cotiza alrededor de 18.30 dólares por barril, tocando un máximo overnight el martes de 19.66 dólares. Por su parte, el Brent cotiza estable alrededor de 20 dólares por barril.
Las divisas que han mostrado el mayor avance en los últimos días son las de países productores de materias primas, moviéndose a la par del precio del petróleo en su contrato de entrega en julio. Por otro lado, en los mercados financieros, en especial en el mercado de capitales, continúa el optimismo por los planes de las principales economías de Europa y de Estados Unidos, de iniciar la reapertura económica, pues sigue bajando el número de nuevos casos y de muertes por el coronavirus.
En cuando a indicadores económicos, se publicó en México la balanza comercial de mercancías de marzo, que mostró un superávit de 1,914 millones de dólares en marzo y un superávit acumulado de 5,332 millones de dólares en el primer trimestre, el mayor acumulado trimestral en registro desde 1993. Esto se debió principalmente a que las importaciones cayeron a una tasa mayor que las exportaciones, al mostrar una contracción mensual de 5.18% y una contracción anual de 9.75%.
Por su parte, las exportaciones mostraron una disminución mensual de 3.87% y una contracción anual de 4.70%, la mayor caída anual desde junio del 2016. Al interior, las exportaciones petroleras se contrajeron 47.93% anual, su mayor caída desde diciembre de 2015, y las no petroleras cayeron 1.66% anual. De las exportaciones no petroleras destacan las automotrices, las cuales mostraron una contracción anual de 7.16%, la mayor desde el 2016.
Desde el punto de vista técnico, el tipo de cambio tiene una resistencia importante en los 25 pesos que no ha logrado superar de manera consistente en más de dos días. Lo anterior, combinado con el patrón de “triple techo” puede estar indicando un cambio de tendencia hacia la baja, que se confirmaría sólo si se perforan los soportes de 23.25 pesos y 22.85 pesos por dólar.
Desde el punto de vista fundamental existen riesgos importantes para el tipo de cambio, pues en México aún no se alcanza la fase más crítica de la pandemia.