La semana pasada los índices bursátiles estadounidenses cotizaron principalmente al alza, y tanto el Nasdaq como el S&P 500 volvieron a alcanzar picos. La debilidad de una serie de indicadores económicos en Estados Unidos, y más concretamente el deterioro del rendimiento empresarial dentro del sector industrial y del sector servicios (índices que cayeron por debajo de la marca de 50, que separa la zona de crecimiento de la zona de recesión dentro de un determinado sector) alimentó las esperanzas de que la Reserva Federal comience a recortar sus tipos en septiembre, lo que respaldó a los índices bursátiles.
Lás débiles estadísiticas macroeconómicas ejercieron una ligera presión sobre el dólar estadounidense, dado que elevaron la probabilidad de que el inicio del ciclo de recortes por parte del regulador estadounidense sea inminente. A su misma vez, la libra esterlina encontró apoyo en la publicación de los resultados preliminares tras las elecciones en Reino Unido, y es que el partido en el poder cambiará por primera vez en los últimos 14 años.
Los precios del crudo Brent siguieron creciendo moderadamente. Impulsadas por las optimistas expectativas sobre la demanda El energético está apoyado por las expectativas optimistas referentes a la demanda. Las reservas comerciales de petróleo cayeron en Estados Unidos por debajo de los 12,16 millones de barriles, lo que refleja una elevada demanda del oro negro en la que es la principal economía del planeta. También China repondrá sus reservas de crudo en 60 millones de barriles, y las expectativas de que la Fed reduzca sus tasas de interés respaldaron así mismo al recurso energético.
Reino Unido. Crecimiento del PIB
La economía británica aún no ha recobrado la salud, y en estos momentos el único dato favorable procedente del país es el descenso de la inflación hasta el nivel objetivo definido por el Banco de Inglaterra, lo que permite que el ente considere la posibilidad de relajar su política monetaria para estimular el crecimiento económico. Según las previsiones, el PIB nacional mejorará ligeramente, si bien dicho crecimiento será insignificante. No obstante, cuando unimos este factor a la victoria electoral del Partido Laborista, el cual ha prometido restablecer el crecimiento económico, y la esfera social, el resultado es un contexto propicio para la libra esterlina. Así las cosas, el par GBP/USD podría seguir elevándose hacia el nivel de resistencia de 1,2850.
EE. UU. Índice de Inflación
La tasa de inflación permanece aún por encima del nivel objetivo definido por la Fed estadounidense, aun cuando el regulador mantiene aún su agresiva política monetaria y, si bien la presión sobre los precios viene relajándose en los últimos 3 meses, dicha mejora llega a un ritmo excesivamente lento. La tasa de crecimiento de la economía nacional se ha frenado notablemente a su vez, lo que coloca a la Fed entre la espada y la pared: por un lado es necesario hacer frente a una inflación persistentemente alta pero, por otro, debe también emprender medidas para estimular la economía de la Superpotencia. No obstante, los analistas internacionales estiman que la tasa de inflación seguirá decreciendo, lo que significa que la Fed podría en efecto dar inicio a sus recortes este año. Dicho cambio en la política monetaria resulta perjudicial para el billete verde, pero positivo para los activos denominados en dólares como el oro. por lo que el par XAU/USD podría seguir avanzando hacia el nivel de 2.390,00.
EE. UU. Índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan
Para una economía tan orientada al sector servicios como lo es la estadounidense el índice de sentimiento del consumidor resulta de gran importancia, en la medida en que es un reflejo de la opinión de la ciudadanía sobre sus propias perspectivas de futuro, así como sobre las perspectivas económicas del país en su totalidad. El indicador ha retrocedido en los 3 últimos meses, lo que se traduce en que la población es cada vez menos optimista sobre el futuro de la economía nacional en un contexto marcado por las elevadas tasas de interés, la alta inflación y el crecimiento paulatino de las cifras de desempleo. Sin embargo, los analistas de todo el mundo creen que este indicador avanzará ligeramente durante el periodo de publicación de informes, lo que beneficia al dólar estadounidense, toda vez que el avance de los principales indicadores macroeconómicos permite que la Reserva Federal de Estados Unidos se tome su tiempo antes de iniciar los recortes de sus tipos. En este contexto, el par EUR/USD podría regresar al nivel de 1,0680.
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