El peso mexicano inicia la sesión alrededor de $20.10 spot, cediendo parte de las ganancias de ayer, con la resaca de los mensajes del último encuentro de política monetaria de la Reserva Federal estadounidense. Dado lo anterior, por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $19.98 y $20.18 spot (el euro entre $1.052 y $1.058).
La Fed volvió a hacer gala de su compromiso de no sorprender al mercado financiero. El banco central estadounidense cumplió fielmente el guion que se había anticipado en las últimas semanas. Subió su tasa de fondeo en 50 puntos base y anticipó más subidas similares en las dos próximas reuniones.
En la conferencia de prensa, el presidente de la Fed, Jerome Powell, insistió en que el banco central estadounidense no tiene intención de ir más rápido que 50 puntos base en un solo mes, prácticamente descartando cualquier perspectiva de que sea mucho más agresivo en los meses siguientes. En concreto, señaló que una subida de 75 puntos base, algo con lo que algunos inversionistas habían especulado, no es algo que el Comité de política monetaria esté considerando activamente.
Además de la subida de las tasas, la otra herramienta de la que dispone Powell para devolver la estabilidad a los precios y fortalecer el mercado laboral son sus tenencias de deuda. Después de las compras masivas efectuadas tras el estallido de la pandemia, la Fed se prepara para reducir su balance que ronda los nueve billones de dólares. La medida arrancará en junio y será gradual para evitar una crisis de liquidez y un fuerte aumento del costo de financiación. Así, confirmó que inicialmente reducirá su balance en 47,500 millones de dólares durante tres meses y en 95,000 millones a partir de septiembre.
En sentido estricto, esta postura política fue menos agresiva que algunos de los escenarios que los mercados habían temido. La moderación mostrada por el presidente de la Reserva Federal está ayudando a los activos de mayor riesgo (monedas y bolsas de valores) a intentar romper la tendencia bajista imperante semanas atrás, mientras las subidas continuas de las rentabilidades de los bonos soberanos hacen un alto, al menos temporal.
La inflación está siendo el detonante abrumador para el endurecimiento de las políticas monetarias a escala global. El día de hoy le tocó el turno al Banco de Inglaterra, institución que ha decidido elevar la tasa de interés de referencia hasta el 1%, desde el 0.75% que se encontraban. Se trata del cuarto incremento consecutivo, desde diciembre de 2021. El nivel alcanzado se sitúa en el más alto de los últimos 13 años. La decisión estuvo respaldada por seis de los nueve responsables de la formulación de políticas del organismo británico (los restantes tres votaron por un alza de 50 puntos base).
Por otro lado, en China, siguen los débiles datos económicos, como resultado de la política de tolerancia cero contra el Covid 19. El PMI servicios Caixin del mes de abril ha caído hasta 36.2 puntos desde 42 previo. Es el segundo peor dato desde que Caixin elabora este indicador. Esto incrementa la preocupación de que provoquen mayores tensiones a las cadenas globales de suministro y añada presión a la inflación en las economías occidentales.
Con respecto al precio internacional del petróleo, la referencia WTI sube cerca de 1.0%, muy atento a los detalles del plan de la Unión Europea para prohibir el uso del petróleo ruso, mientras se celebra una nueva reunión de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), en la que no se esperan cambios en su política de devolución gradual de oferta al mercado, lo que supondría un nuevo incremento moderado de la producción en junio por 432 mil barriles diarios.
Las principales bolsas de valores en el mundo operan con resultados mixtos, asimilando las últimas decisiones de política monetaria de los principales bancos centrales en el mundo.