Editorial
Durante la semana pasada la atención de los mercados globales se enfocó en las subidas a máximos de 16 años de las tasas de interés los bonos gubernamentales de mayor plazo, particularmente los del tesoro estadounidense. Esto como reflejo de las preocupaciones sobre el posible impacto negativo en la economía mundial que tendrían la permanencia por mayor tiempo de las altas tasas de interés de corto plazo. Además, los inversionistas estuvieron nerviosos por la difícil negociación en el congreso estadounidense para evitar un cierre de oficinas (shutdown), los nuevos máximos de un año alcanzados por el precio internacional del petróleo que le pueden poner algo de presión a la inflación y la complicada situación del sector inmobiliario chino, donde se siguen acumulando los problemas para la empresa Evergrande. Localmente, lo más relevante fue el tono restrictivo del comunicado de Banxico de mantener las tasas de interés en niveles altos por un tiempo prolongado.
El mensaje lanzado recientemente por los bancos centrales de que las tasas de interés oficiales se mantendrán más tiempo del inicialmente previsto a niveles restrictivos, mensaje que han seguido reiterando en los últimos días varios miembros de los distintos comités de política monetaria de dichos bancos centrales, sigue incidiendo en el ánimo de unos operadores que temen que las autoridades monetarias, con sus políticas monetarias agresivas, acaben provocando la entrada en recesión de las principales economías desarrolladas.
En este sentido, destaca la intervención del presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, quien comentó que ha dada la sorprendente resiliencia de la economía estadounidense, la Fed probablemente necesite aumentar aún más las tasas de interés y mantenerlas en los niveles actuales durante un tiempo prolongado para reducir la inflación al 2%.
Es por eso que cobró relevancia la publicación del índice de precios del gasto de consumo personal que aumentó 0.4% en agosto ante un mayor costo de los energéticos. Excluyendo bienes volátiles como alimentos y energía, inflación subyacente, el aumento fue de solo 0.1%, su menor alza mensual desde finales de 2020. El hecho de mantener bajas lecturas de inflación imprime confianza a las autoridades monetarias de que su lucha por contener los precios está siendo efectiva y que podrían abstenerse de alzas adicionales en la tasa de interés. Este indicador es el favorito de la FED para medir impacto en la inflación.
Moody’s ya ha lanzado una advertencia sobre el impacto que tendría en la economía del país y en su calificación crediticia el cierre de oficinas en EUA. Si bien los pagos del servicio de la deuda pública no se verían afectados y es poco probable que un cierre de corta duración perturbe la economía, pone de manifiesto la debilidad de la fortaleza institucional y de gobernanza de Estados Unidos con relación a otros gobiernos con calificación AAA. Moody's (NYSE:MCO) es la única de las tres grandes agencias de calificación que mantiene el rating triple A de EUA.
Lo anterior generó un importante reacomodo de portafolios, hacia activos considerados seguros, como bonos y dólares, en detrimento de aquellos con mayor riesgo, como renta variable y monedas. Así, los rendimientos de los bonos del tesoro estadounidense alcanzaron por momentos nuevos niveles más altos en 16 años, con el de 10 años registrando 4.69%.
Por otro lado, la referencia WTI del precio internacional del petróleo alcanzó temporalmente los 95 dólares por barril, su nivel más alto en 12 meses después de que las existencias en un importante centro de almacenamiento en Oklahoma cayeran a niveles críticos y resaltaran un creciente déficit global del crudo. La preocupación es que la escasez de oferta continúe e incluso se exacerbe de cara a los meses de invierno. La subida de los precios de la energía se puede transformar en nuevas presiones inflacionarias y respalda la opinión de que los bancos centrales mantendrán las tasas más altas durante más tiempo.
Por su parte, continúan las dudas del sector inmobiliario en China. Una de las unidades de la empresa Evergrande no pagó el principal y los intereses de un bono de 4,000 millones de yuanes (547 millones de dólares) que venció el 25 de septiembre. Además, el presidente de la endeudada inmobiliaria china se encuentra bajo arresto domiciliario policial. La compañía tiene una deuda de 300 mil millones de dólares que está intentando reestructurar, pero sigue siendo un foco de incertidumbre para el conjunto del sector inmobiliario chino, una de las principales debilidades de la economía del gigante asiático.
En México, por cuarta reunión consecutiva y en línea con lo anticipado, Banxico mantuvo sin cambios su tasa de interés de fondeo en 11.25%. La decisión fue unánime. Además, la autoridad reiteró que está cómoda con este nivel y que le gustaría mantener la tasa de interés en máximos por un tiempo prolongado. Con ello, busca arraigar la idea de que quieren descartar recortes para lo que resta del 2023.
El peso mexicano registró una semana negativa, con el foco en el rendimiento de los bonos, el petróleo, el shutdown del gobierno estadounidense y la decisión de política monetaria de Banxico. La especulación sobre los futuros pasos de la Fed define en gran medida el comportamiento de la moneda. En este sentido será relevante el informe de empleo estadounidense que se dará a conocer a finales de esta semana.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
Los mercados estarán atentos a la publicación del reporte oficial de empleo en EUA correspondiente al mes de septiembre.
Adicionalmente, en EUA se publicará de agosto: gasto en construcción, pedidos de fábrica y balanza comercial; de septiembre: ISM manufacturero y de servicios, y cambio en el empleo privado; así como el cambio en inventarios de petróleo y solicitudes iniciales de subsidio por desempleo.
En Europa, habrá cifra de PMI manufacturero, de servicios y compuesto.
En México, habrá encuesta de expectativas de Banxico; de julio, inversión fija bruta y de septiembre índice de confianza del consumidor.
Expectativa para el Tipo de cambio
El comportamiento del peso mexicano estará sujeto de nueva cuenta a los datos económicos que se vayan publicando durante la semana, principalmente al dato de empleo estadounidense correspondiente al mes de septiembre donde de nueva cuenta se espera que modere su ritmo respecto a meses anteriores. Además, las cifras de ISM manufacturero y de servicios seguirán sirviendo para evaluar el desempeño económico. Por otro lado, los mercados asimilarán el acuerdo alcanzado por el congreso estadounidense que evita temporalmente un cierre de gobierno. La situación con los rendimientos de los bonos gubernamentales en el mundo continuará provocando reacomodos de portafolios, con menores apuestas hacia activos de mayor riesgo como monedas y bolsas de valores. Dado lo anterior, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $17.20 y $17.70 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar un aumento; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario podría moverse entre 9.75% – 10.05%.