Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Las acciones se han consolidado este jueves pues el aluvión de titulares negativos sobre el COVID-19 se han visto eclipsados por los informes de que los reguladores estadounidenses relajarán la Regla Volcker y permitirán a los bancos aumentar las inversiones en fondos de capital riesgo y liberar capital que de otro modo se habría dedicado a operaciones de derivados. La aversión al riesgo está en pleno apogeo y las divisas han ampliado la caída este jueves después de que Estados Unidos reportara el mayor aumento en los casos de COVID-19 registrado en la nación desde que estallara la pandemia. A pesar del intento de la Administración Trump de restar importancia al riesgo de una segunda oleada, las cifras cuentan una historia muy diferente. Los nuevos casos de virus en los tres estados estadounidenses más poblados han alcanzado máximos históricos esta semana y, aunque el número de muertos sigue siendo bajo, el aumento de las muertes suele producirse unas dos semanas después del aumento de los casos. Por mucho que los políticos estén tratando de negarlo, la curva se está moviendo rápidamente en la dirección equivocada. El presidente y los Gobernadores que se apresuraron a reabrir no quieren revertir el proceso de reapertura, pero los propios estadounidenses pueden optar por endurecer sus propias medidas de cuarentena. Las reservas de restaurantes en California, Texas, Georgia y Florida se han desplomado y se espera que ocurra lo mismo con otro tipo de actividades.
Estados Unidos no es el único país que reporta aumentos de los casos (aunque su tendencia es una de las peores). Australia ha registrado su mayor aumento intradía en dos meses, lo que ha provocado un rápido despliegue de los centros de pruebas móviles. Dicho esto, han registrado un aumento de sólo 33 casos en comparación con los 37.000 de Estados Unidos el miércoles. Así que aunque el asesor de la Casa Blanca, Larry Kudlow, ha dicho que sigue esperando una recuperación en forma de V, los inversores tienen que ir con pies de plomo. Los datos de abril y mayo serán buenos, pero las mejoras comenzarán a disminuir en junio. Los bienes duraderos aumentaron más de lo esperado el mes pasado, pero el déficit comercial y las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo resultaron peores de lo esperado.
Sin embargo, el billete verde se aprovechó de la huida hacia el refugio seguro, lo que ha contribuido a ampliar sus ganancias frente al euro, el yen japonés y el franco suizo. La resiliencia del par USD/JPY ha desconcertado a muchos. Las acciones han bajado, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense ha descendido y el aumento más alarmante de casos de virus se registra en Estados Unidos. Sin embargo, los inversores están acumulando dólares estadounidenses porque el presidente Trump podría concluir que la única manera de revitalizar a sus partidarios es criticar a otros países y eliminar el proteccionismo amenazando con nuevos aranceles. Estamos empezando a ver ya eso con las advertencias dirigidas a Canadá, la UE y el Reino Unido. Los informes de ingresos y gastos personales del viernes podrían no proporcionar muchos indicios, ya que la fuerte caída de las ganancias indica menos ingresos, mientras que el gran aumento de las ventas minoristas propicia el gasto personal. En última instancia, no creemos que el par USD/JPY pueda resistir mucha más aversión al riesgo y que pronto encontrará su camino de regreso por debajo de 107.
Los dólares australiano y neozelandés han sido las divisas que mejor actuación han ofrecido. Australia ha informado de su mayor descenso de vacantes de empleo entre marzo y mayo. Por otra parte, Nueva Zelanda informaba de un superávit comercial más estrecho, aunque este cambio fue impulsado por un aumento de las importaciones y exportaciones. Ambas monedas también evitaron pérdidas gracias a los cierres de mercado en China y Hong Kong. El dólar canadiense, por otro lado, se ha mantenido más estable después de que Fitch despojara a Canadá de su calificación AAA. Entre el descenso de las ventas minoristas, la caída de los precios del petróleo, la amenaza de nuevos aranceles sobre el aluminio por parte de Estados Unidos y ahora el cambio en las calificaciones, el dólar canadiense va camino de registrar más pérdidas pues el par USD/CAD se ha situado por encima de 1.37.
El euro ha caído más que la libra esterlina a pesar de la mayor mejora del índice de confianza de los consumidores GfK de Alemania y de la menor mejora del informe de ventas minoristas CBI del Reino Unido. Aparte de la amenaza arancelaria de Estados Unidos sobre la UE, las actas del BCE también sugieren que no hay escapatoria del programa de expansión cuantitativa en un futuro próximo. Los responsables de la política monetaria prevén un debilitamiento de las presiones de los precios, los riesgos de crecimiento a la baja y un debilitamiento de la demanda. Como resultado, "todos los escenarios podrían resultar demasiado optimistas para la última parte del horizonte contemplado". Mersch, miembro del BCE, parece hacerse eco de esta opinión al decir que la recuperación está envuelta en una incertidumbre excepcional.