Las necesidades de financiamiento del sector de infraestructura argentino, principalmente la relacionada a la energía, provocarán aún más movimiento en 2018 y 2019 en el mercado de renta fija corporativa, que cerraría este 2017 en niveles récord.
En 2016, las empresas argentinas obtuvieron 5,6 mil millones de dólares en el mercado crediticio internacional. Al cierre del tercer trimestre de 2017, la cifra era ya de 5,7 mil millones, y se estima que 2017 terminará con un 30% más de volumen ofertado que el año pasado, según un informe elaborado por la consultora Research for Tradres (RFT).
“La necesidad de la Argentina de actualizar su infraestructura ha sido reflejada a lo largo de todo el año 2017, con las compañías del sector energético manteniendo activo al mercado de bonos. Las ventas transfronterizas de bonos de siete sectores explican el 43% (2,2 mil millones de dólares) de todas las emisiones corporativas de este año. Petróleo, gas e infraestructura completan el podio”, señala el mismo informe.
“Si tenemos en cuenta los bonos soberanos, provinciales, municipales y los corporativos, estos últimos van a ser los únicos que van a mostrar un incremento de las emisiones respecto a 2016”, explica a SaladeInversion.com, Sebastián Maril, analista de renta fija en Research for Traders. “Y en 2018 -agrega-, podría haber un 10-15% más de emisiones de bonos corporativos a nivel internacional”.
Desde Dinamarca, Althea Spinozzi, del departamento de renta fija de Saxo Bank, coincide: “el número de bonos emitidos por empresas argentinas aumentará el año que viene, ya que las compañías estuvieron privadas de acceder al financiamiento externo durante muchos años y, además, los rendimientos gubernamentales están más bajos en este momento, y eso representa una oportunidad para muchas compañías de refinanciar su deuda, o de emitir nueva deuda más barata”.
“Pese a que probablemente el escenario internacional no sea tan proclive en 2018 -por el cambio en las políticas monetarias de los principales bancos centrales del mundo-, hay expectativa de que los spreads de la deuda soberana argentina sigan comprimiéndose, y esto ayudaría a las empresas argentinas a financiar sus inversiones a través del mercado crediticio internacional”, apunta Juan José Vazquez, jefe de Research de Cohen.
Los ojos de los inversores internacionales se posan en la Argentina; en el mercado hay optimismo porque comienzan a revertirse las variables económicas y se despeja la inseguridad jurídica.
“En 2018 tendría que haber mucho más que un 10-15% de incremento en la emisión de bonos corporativos. Si se tiene en cuenta la demanda solamente del sector de infraestructura, debería explotar el mercado de capitales el año que viene y en 2019 también”, señala Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment. “Vemos que normalmente, los inversores internacionales prefieren los soberanos porque ofrecen buenos rendimientos, pero los bonos corporativos de la Argentina son muy interesantes porque ofrecen mayores diferenciales que otros colegas de mercados emergentes. Sin embargo, en los últimos años muchos de estos bonos se han recuperado y ahora se ven un poco caros”, indica Althea Spinozzi, de Saxo Bank. Con todo, asegura que “el sector de la energía es mirado (desde el exterior) con mucha atención por los inversores, ya que el sector se encuentra en transformación y el país en sí tiene un enorme potencial energético, por lo que nuevas emisiones en esta industria tienen una buena oferta para cubrir”.
Al respecto, el jefe de Research de Cohen apunta que por ejemplo la empresa de generación eléctrica Central Puerto (BA:CEPU) -que ya oficializó que hará una OPI en Wall Street-, no tiene casi deuda y emitirá tras haber ganado licitaciones, y lo mismo haría Pampa Energía (BA:PAM) (PAM).
Además de Central Puerto y Pampa, Albanesi, MSU y Transener (BA:TRA) son otras compañías argentinas que están en proceso de emitir bonos. Por su parte, existe el rumor de que también lo harían Metrogas, Cablevision, IRSA, Cresud (BA:CRE), Mastellone Hermanos y Autopistas del Sol.
Desde Delphos Investment, Chialva añade que lo que hay en marcha en la Argentina “es un proceso, una tendencia, de muchos deals (acuerdos) privados que tendrían que devenir en emisiones posteriores; es algo que tiene que decantar de forma natural si uno ve lo que está pasando actualmente. Y además, va a haber muchos más actores involucrados: no solo la energía y los bancos, sino también el sector de real estate”, ejemplifica. Por su parte, Guillermo Davies, administrador de carteras en Axmin Capital, opina que para un "set de inversiones que va creciendo y en el que las oportunidades de los bonos soberanos se va reduciendo, vale la pena ampliar ese set en bonos corporativos, siempre que el inversor esté dispuesto a comprar y mantener y que el factor liquidez pase a un segundo plano".