La actual venta masiva de las acciones de Tesla (NASDAQ:TSLA) no es sorprendente. Aquellos que siguen al fabricante de coches eléctricos han visto ciclos de auge y desplome muchas veces durante los últimos dos años.
En el último movimiento a la baja, Tesla ha perdido casi una cuarta parte de su valor desde que alcanzara máximos históricos el 31 de agosto. Incluso con una corrección de esa magnitud, las acciones siguen acumulando ganancias de un 356% en términos anuales lo que la convierte en la mayor ganadora entre las empresas tecnológicas de gran capitalización.
Pero la realidad de invertir en acciones de Tesla es que pueden caer tan rápido como suben. Esa tendencia es bastante obvia en la actual desaceleración, ya que está ofreciendo un rendimiento inferior al de otros nombres tecnológicos.
Detrás de este enorme impulso están los grandiosos objetivos de la compañía que ayudan a impulsar las ganancias de las acciones, pero que rara vez se cumplen. El último ejemplo de este patrón es el recientemente concluido "Battery Day", que no cumplió las expectativas de los inversores, lo que desencadenó una caída aproximada del 11% del valor de las acciones el martes.
El fundador y director ejecutivo, Elon Musk, dijo a los inversores en el tan esperado evento cerca de la planta de montaje de la compañía en Fremont, California, que tenía como objetivo fabricar 20 millones de vehículos al año, o casi el doble de lo que vendió el año pasado Volkswagen (DE:VOWG_p).
Con estas ambiciosas cifras de producción, anunciadas sin un plazo o presupuesto precisos, Musk también dijo a la audiencia que planea fabricar un coche eléctrico de 25.000 dólares y reducir los costes de la batería a la mitad en los próximos tres años.
Según un informe del Wall Street Journal:
"Es el tipo de objetivo desproporcionado que anteriormente ha entusiasmado a los inversores, que han convertido a Tesla en la compañía de automóviles más valiosa del mundo a pesar de vender sólo 367.500 vehículos el año pasado".
"Musk cuento con un largo historial de grandilocuencia, y algunas de sus declaraciones han sido convenientemente olvidadas, incluyendo promesas en torno a los vehículos robóticos y objetivos de producción incumplidos".
Ausencia de nuevos catalizadores
La negativa sorpresa del "Battery Day" llega en un momento en que los inversores están rechazando las acciones de crecimiento de alto vuelo tras el repunte postpandemia que envió al NASDAQ de tecnológicas a nuevos máximos y alimentó los temores de una burbuja que pueda estallar.
"Una vez pasado el 'Battery Day', creemos que hay una falta de catalizadores inminentes y somos cautelosos con respecto a la demanda dado el entorno recesivo", escribe Ben Kallo, de Robert W. Baird, en una nota citada por Bloomberg, en la que ha llamado a Tesla una "nueva opción" bajista.
Antes del último golpe, Musk había ganado credibilidad tras la apertura de una gigafábrica en China en tiempo récord y registrar cuatro trimestres consecutivos de ganancias tras varios años de lucha intentando cumplir con las entregas del Model 3.
Pero algunos analistas creen que estos logros ya se han tenido en cuenta en las valoraciones de las acciones. JP Morgan (NYSE:JPM), que asigna a las acciones una calificación de "infravaloradas" con el objetivo de precio de 65 dólares por acción, dijo en una nota que, al igual que otros días del inversor de Tesla, el Battery Day no estuvo exento de objetivos elevados y previsiones desproporcionadas.
"En general, creemos que el Battery Day ha sido eficaz a la hora de reforzar la confianza en la capacidad de Tesla para seguir liderando en términos de costes y rendimiento de la batería, aunque todavía creemos que las acciones están considerablemente sobrevaloradas en lo que se refiere a los fundamentales".
En conclusión
Estas notas de advertencia nos recuerdan que el viaje de Tesla hasta su nivel actual no ha sido una trayectoria al alza en línea recta. Desde 2018, ha habido dos oleadas de ventas, cada una de las cuales zarandeó a los inversores, ya que las acciones cayeron alrededor de un 50% cada vez. Los inversores deben prepararse para un movimiento similar si continúa la actual caída.