Editorial
La atención de los mercados financieros globales se concentró en la cifra de inflación estadounidense de mayo, las cuales mostraron que la escalada de precios aún no ha tocado techo; los anuncios del Banco Central Europeo, que cumple con el guion y anuncia intenciones de alzas de tasas de interés en julio y septiembre; incrementos en el precio internacional del petróleo a máximos de 13 semanas y; los retrocesos en China en su intento de reducir restricciones a la movilidad por Covid-19. Localmente lo más relevante fue la cifra de inflación que si bien mostró señales de moderación, sigue reflejando dificultades para lograr consolidar una tendencia clara a la baja en el alza de precios.
En EUA, los precios al consumidor en mayo subieron 8.6%, a un nuevo máximo en 40 años. El dato decepcionó y sorprendió ya que se esperaba continuara dando señales de moderación y al mismo tiempo le pueda dar alas a la Reserva Federal para mostrarse más agresiva con la normalización monetaria.
Los inversionistas comienzan a especular con tres alzas consecutivas de 50 puntos base (junio, julio y septiembre), o que el banco central estadounidense pueda comenzar a incorporar la posibilidad de subidas por 75pbs, lo que genera ciertos temores a una estanflación.
Esto se tradujo en caídas generalizadas en la mayoría de los activos riesgosos, entre ellos monedas y bolsas de valores.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) cumplió con el guion y confirmó algunos puntos de un posible calendario de actuación para los próximos meses, con una progresiva normalización de su política monetaria para hacer frente a un escenario de alta inflación en la Eurozona. Destaca la intención de subir su tasa de interés en 25 puntos base durante la reunión de julio, su primera alza en 11 años, estrategia que podría repetir en su encuentro de septiembre próximo. Además, concluirá de forma definitiva el programa mensual de compra de bonos el próximo 1 de julio.
Sin embargo, las dudas que generó la autoridad europea fueron que no especificó medidas para prevenir los riesgos de fragmentación. Esto es, no hubo claridad sobre las acciones para esquivar el peligro de que los rendimientos de los bonos y las primas de riesgo de los países con mayores desequilibrios presupuestarios y mayores niveles de endeudamiento, como Italia, Grecia, Portugal, España e, se disparen al alza, pudiendo provocar una nueva crisis de financiación en la región.
En China, las noticias son divergentes. Por un lado, el gobierno ha anunciado nuevos confinamientos en algunos barrios de Shanghái, justo cuando se pensaba que se iban a levantar todas las restricciones. La política de 'tolerancia cero' contra el Covid sigue siendo un lastre para el gigante asiático y además tensiona la cadena global de suministro.
Por otro, se ha publicado la balanza comercial de mayo, con una subida de las exportaciones e importaciones, datos mucho mejor que los del mes previo y por encima de las expectativas en ambos casos. Esto implica señal alentadora para la segunda economía mundial, ya que las fábricas volvieron a ponerse en marcha.
Además, el precio del petróleo subió a máximos de 13 semanas, con la referencia WTI por arriba de los 120 dólares por barril, un factor negativo para las previsiones de crecimiento económico y de inflación a nivel. Estos incrementos de los últimos días se justifican a medida que la demanda de gasolina en EUA aumenta por la temporada de verano, bajas en los niveles de inventarios, posible huelga en plantas petroleras de Noruega y expectativas de que la demanda de China crezca conforme se consolida la apertura.
Por otro lado, tanto el Banco Mundial como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han recortado sus estimaciones de crecimiento y elevado las de inflación, debido al efecto negativo de la guerra en Ucrania y de los confinamientos en China. La OCDE prevé ahora un crecimiento mundial del 3% para 2022, frente a su anterior previsión de diciembre del 4.5%. Además, ha duplicado su estimación de inflación hasta el 8.5% desde el 4.2%. De acuerdo con el organismo, la economía mexicana crecerá 1.9% este año y 2.1% en 2023; en ambos casos expansiones menores a lo que había previsto en febrero pasado.
En México, la inflación se moderó en mayo, pero menos de lo pronosticado. Las cifras demuestran la difícil tarea para lograr que se consolide una tendencia clara a la baja en el alza de los precios. Además, con estos datos seguirá aumentando la especulación de que Banxico podría subir su tasa de fondeo en 75pbs. En CIBanco consideramos que el aumento de la autoridad monetaria sería por 50pbs.
El peso mexicano se presionó hacia $20.0 spot, en medio de noticias negativas como el rebote en la inflación en EUA, los nuevos confinamientos en China, las presiones por el lado del petróleo y las dudas que generó el Banco Central Europeo. La atención ahora gira a la reunión de esta semana de la Fed. El mercado cambiario prácticamente ya descontó un alza de 50 puntos base para los dos próximos encuentros, por lo que la decisión tendría impacto limitado sobre la moneda mexicana a menos que sorprenda con un tono más hawkish a lo ya anticipado.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
La principal referencia económica-financiera para los mercados financieros globales será la reunión de política monetaria de la Fed.
Adicionalmente, en EUA se publicará de mayo: precios al productor, ventas al menudeo, permisos de construcción, inicios de construcción de casas, producción industrial e indicador adelantado; de junio: índice manufacturero de Nueva York; así como el cambio en inventarios de petróleo y solicitudes iniciales de subsidio por desempleo.
En Europa, habrá dato de producción industrial de abril e inflación de mayo. De Alemania, confianza del inversionista del Grupo ZEW (Percepción económica y situación actual). De Japón, reunión de política monetaria del BoJ y producción industrial de abril.
En México, será una semana de escasas referencias económicas.
Expectativa para el Tipo de cambio
La reunión de política monetaria de la Reserva Federal de EUA concentrará la atención de los mercados financieros globales. Es prácticamente un hecho que suban su tasa de fondeo en 50 puntos base. La atención se enfocará en si muestran un tono más agresivo respecto al endurecimiento monetario a raíz del más reciente dato de inflación. En este sentido, los inversionistas buscarán pistas sobre los futuros pasos tanto en el comunicado, como la conferencia de prensa de Powell, así como las nuevas estimaciones económicas-financieras, donde aparece el dot-plot (diagrama de puntos), que básicamente muestra los niveles en los que la autoridad considera cerrará la tasa de interés para distintos periodos de tiempo. Por otro lado, también serán importantes las cifras de producción industrial y ventas al menudeo en EUA de mayo, que servirán para medir la fortaleza de la economía estadounidense. Además, la situación de los confinamientos en China seguirá siendo noticia, ante posibles repuntes de contagios diarios y la posibilidad de claudicar en su levantamiento de restricciones. Dado lo anterior, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $19.85 y $20.50 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar un aumento; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 8.80% – 9.15%.