Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Tras experimentar su mayor caída intradía en meses, las acciones repuntaron el martes. Aunque algunos inversores podrían creer que ya ha pasado lo peor, es importante darse cuenta de que aún no se han visto los efectos completos del coronavirus. Se están registrando más casos mientas cada vez más países restringen los viajes desde China. El mundo está luchando para contener el coronavirus y los individuos están haciendo lo propio mediante un autoaislamiento limitado y minimizando la exposición a grandes multitudes. Esto es así en toda Asia, pero poco a poco la población de otros lugares del mundo está siguiendo su ejemplo. El miedo a contraer el virus sigue siendo muy real, por lo que la aversión al riesgo podría volver. El repunte de hoy no debería ser más que un indulto temporal.
Mientras tanto, los inversores dirigen su atención al anuncio de política monetaria de la Reserva Federal el miércoles. No se espera que la reunión del FOMC de este mes influya en el rumbo del mercado. En su última reunión, el banco central dejó claro que la política monetaria se mantendrá inalterada. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ve muy pocas razones para cambiar los tipos de interés mientras la inflación siga creciendo a un ritmo moderado. Según el gráfico de puntos que se publicó a finales de año, la mayoría de las autoridades estadounidenses no prevén cambios en los tipos de interés en 2020. El presidente de la Fed, Jerome Powell, en particular, quiere ver un movimiento significativo y persistente de la inflación antes de ajustar la política monetaria.
Sin embargo, habiendo una rueda de prensa después de cada reunión, las declaraciones de Powell podrían influir en los mercados pues los inversores buscan respuesta a estas tres preguntas clave:
- ¿Han empeorado las previsiones económicas?
- ¿Cómo afectará el coronavirus a sus pronósticos?
- ¿Cuándo se detendrá el goteo de liquidez?
Empezando por las previsiones económicas, China y Estados Unidos llegaron a un acuerdo comercial poco después de la reunión de diciembre y, desde entonces, hemos visto mejoras y deterioro de la economía estadounidense. Según la tabla a continuación, las ventas minoristas repuntaron al final del año y la actividad del sector servicios se aceleró, pero la confianza de los consumidores, el crecimiento del empleo, el crecimiento de los salarios, la inflación, la actividad manufacturera y la balanza comercial han descendido. En general, la economía se ha debilitado, pero no esperamos que la Fed modifique sus previsiones económicas. Preferirán esperar a marzo, cuando se actualicen sus proyecciones económicas. Para entonces, ya sabremos lo resistente que es realmente el virus de Wuhan y el alcance de su daño a la economía global. Por todas estas razones, Powell probablemente restará importancia al impacto del coronavirus, especialmente dada la cantidad limitada de casos notificados en Estados Unidos hasta ahora. Es mucho más prudente esperar a la próxima reunión de marzo, cuando tengamos más hechos.
Por último, pero no por ello menos importante, está la cuestión de la liquidez. El banco central ha estado proporcionando una enorme cantidad de liquidez a través de sus compras de bonos del Tesoro. Sólo en los últimos cuatro meses, su balance se expandió en casi 400.000 millones de dólares. Powell y la Fed describieron estas compras y operaciones repo temporales como ajustes técnicos destinados a mantener bajo control las reservas bancarias y los tipos repo. Planean continuar estas compras hasta el segundo trimestre, pero ¿qué pasa después? Los inversores estarán pendientes para conocer los planes del banco central de expansión cuantitativa. La cuestión será muy debatida en la reunión de esta semana y la cuestión es si este debate se revelará en las declaraciones de Powell.
Aparte del FOMC, también se publicarán las cifras de la balanza comercial de Australia y el IPC de Australia. Ambas monedas frenaron su descenso hoy, pero no antes de registrar nuevos mínimos de siete semanas. El IPC australiano podría sorprender al alza dado el aumento de las expectativas de inflación de los consumidores, pero la fuerte caída de la actividad manufacturera de Nueva Zelanda indica un descenso de la actividad comercial.