Hoy la bolsa de valores americana (S&P500) se encuentra en máximos históricos. Muchos podrían justificar esta alza en el mercado por la recuperación de la economía después de la crisis del Sar-Cov-2 (COVID-19) y a la vez sumado a los estímulos económicos realizados por el gobierno de Estados Unidos.
Una perspectiva para analizar la racionalidad del mercado puede ser la ratio de la relación precio-ganancias (P/E) para valorar una empresa, que mide el precio actual de sus acciones en relación con sus ganancias por acción (EPS). Se utilizan las relaciones P/E para determinar el valor relativo de las acciones de una empresa en comparación de manzanas con manzanas entre ellas.
Utilizando esta relación P/E en el caso de Amazon (NASDAQ:AMZN) que actualmente tiene una ratio de 65.4x quiere decir que el valor de la acción es 65.4 veces más que sus utilidades anuales (últimos 12 meses). Esto podría ser impactante para aquellos que no invierten en la bolsa de valores ya que es bien sabido que en las universidades de negocios se determina que un negocio debe recuperar su inversión en 4 años (4x) y los bienes raíces por lo general recuperan su inversión en 10 años (10x). Por estas razones que Amazon tenga un múltiplo de 65.4x a primera vista parece algo totalmente irracional el considerar invertir en ella.
Google (NASDAQ:GOOGL) no se queda muy atrás con un P/E de 33x, Facebook (NASDAQ:FB) 29.8x, Apple (NASDAQ:AAPL) 30.8x, Microsoft (NASDAQ:MSFT) 36.9x y se estima que Tesla (NASDAQ:TSLA) tiene una ratio de 134.2x. Es así como se puede observar que las acciones están sobrevaloradas desde la perspectiva académica.
Si partimos de la premisa de que la bolsa de valores es un lugar donde se realizan intercambios formales de compra y venta de acciones de empresas bajo un conjunto de regulaciones definidas ¿por qué este mercado es tan irracional?
Para responder a esta pregunta sería importante comprender ¿qué es lo que mueve realmente al mercado?, y cuestionar si realmente ¿son decisiones racionales? que provienen de la planeación patrimonial en un horizonte a largo plazo con riesgo diversificado para mitigar las posibles fluctuaciones del mercado.
Todo parece indicar que las emociones son las que realmente mueven a una persona a comprar o vender una acción, ya que el miedo a quedarse fuera lo obliga a invertir en un punto de sobrecompra comprando caro y el miedo a perder dinero lo obligan a vender en un momento de sobreventa vendiendo barato.
Entonces si el miedo es el que mueve realmente al mercado, pareciera indicar que más allá que la toma de decisiones racionales realmente es un casino donde la especulación y las ganas de ganar dinero rápidamente toman lugar a través del mercado bursátil. La irracionalidad del hombre impacta en la bolsa de valores a través de una reacción en cadena creando una secuencia violenta al esparcir el miedo rápidamente a todos los inversionistas; hace falta tan solo un rumor para contagiar a los supuestos tomadores de decisiones racionales convirtiéndolos en especuladores irracionales.
El mayor impacto sucede cuando un renombrado experto realiza un comentario a favor o en contra de una acción bursátil, puede ser Warren Buffet, Cathie Wood, Jim Cramer, hasta el CEO de Tesla Elon Musk. Dicho esto ¿será conveniente invertir en la bolsa de valores?
Puede ser si realmente se está dispuesto a comprender que el mercado es irracional y sumergidos en esa irracionalidad tomar decisiones en los puntos técnicos de sobrecompra o sobreventa para aprovechar las oportunidades que presenta este fenómeno.
En el 2020 cuando la noticia de que el COVID-19 se esparcía rápidamente por todos los países del mundo el miedo contagió a los mercados llevando a las acciones a una caída en su precio de una forma precipitada. Sin embargo, a mediados de ese mismo año cuando más fuerte eran los contagios con noticias impactantes de la cantidad muertes, la bolsa de valores comenzó a subir más y más apoyada por los estímulos económicos de Estados Unidos al punto que superó el precio histórico previo a la pandemia impulsando la bolsa de valores a lo que hoy es un nuevo máximo histórico.
Este nuevo nivel siendo un terreno desconocido con múltiplos tan altos que una vez más nos obligan a realizar la pregunta: ¿nos encontramos nuevamente en un punto de sobrecompra irracional?