Lo más probable es que ésta haya sido la última subida de tipos de la Fed de este ciclo de ajustes.
Incluso antes de la rueda de prensa, la omisión de la frase clave ''podría estar justificado otro ajuste de la política monetaria” en el anuncio fue una señal clara.
Además, las declaraciones sobre lo que viene a continuación han sido inquietantemente similares a las de junio de 2006, cuando la Reserva Federal interrumpió su ciclo de subidas durante 13 meses.
En este punto, la cosa es que Powell cree que ya ha terminado: tras subir los tipos 500 puntos básicos en 15 meses y teniendo en cuenta la contracción cuantitativa actual, ¿no le apetecería hacer una pausa también?
Detenerse con los tipos en el 5% y observar cómo se desarrolla la “contracción acumulativa de la política monetaria, los desfases con los que la política monetaria afecta a la actividad económica y a la inflación, y la evolución económica y financiera'' es exactamente lo que la Fed quiere hacer aquí.
Pero tras meses subestimando lo persistente y al rojo vivo que se mantendría la inflación, ¿qué le da a la Reserva Federal la suficiente confianza en que unos tipos de interés al 5% son lo suficientemente restrictivos como para sentarse a observar cómo enfrían la inflación?
La historia.
En los últimos 30 años, cada vez que los fondos federales (azul) se elevaron por encima de los niveles de inflación subyacente (naranja), la política monetaria resultó ser lo suficientemente restrictiva como para enfriar las presiones inflacionistas hasta el 2% o por debajo.
De aquí a verano, la inflación subyacente debería situarse en el 4% anualizado, mientras que los fondos federales se situarán en el 5%.
Ahora las verdaderas preguntas son: ¿cuánto dura una pausa, cómo se comportaron históricamente los mercados en este periodo y cómo es probable que se comporten esta vez?
Este excelente gráfico muestra cómo la pausa media de la Fed en el punto álgido del ciclo de subidas dura sólo unos cinco meses, y va seguida de ciclos de relajación bastante marcados.
La dispersión en torno a la duración de estas pausas es grande: en los años 80, sólo podíamos hacer una pausa de un mes, mientras que en 2000 o 2018, hicimos una pausa de 7-8 meses antes de ver recortes por parte de la Fed.
En el verano de 2006, la pausa llegó a ser de 15 meses, y nos llevó a la Gran Crisis Financiera.
Esta vez, el listón para que la Fed suba y baje los tipos de interés está muy alto.
Como ha dicho el propio Powell, los fondos de la Fed en el 5% más la actual contracción cuantitativa son una herramienta de política monetaria indudablemente restrictiva, y si sumamos a eso el estrés bancario y el ajuste de las condiciones crediticias, tenemos todo un cóctel.
¿Por qué se ofrecerían a ajustar aún más la política monetaria a menos que se vieran realmente obligados a ello?
Por otra parte, hasta que la inflación no vuelva a situarse en el 2%, habrá que prestar atención a las diversas señales de alarma: tensiones bancarias, restricción del crédito y disfuncionalidad del mercado inmobiliario.
Lo que nos lleva a los mercados: si esta pausa va a durar un tiempo, ¿qué podemos esperar?
En pocas palabras: que algo se rompa.
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Este artículo se publicó originalmente en The Macro Compass. Únase a esta vibrante comunidad de macroinversores, asignadores de activos y fondos de cobertura: compruebe qué nivel de suscripción le conviene más utilizando este enlace.