A menos de una semana de cierre del año, repasemos qué esperaba hace exactamente 12 meses atrás y cuál fue la performance de los activos financiero. Además, una pista de lo que pronostico para 2016.
Al momento de leer esta columna, la Navidad ya va a haber sido historia y estará a la vuelta de la esquina el fin de 2015. Un año duro y difícil desde el punto de vista del inversor.
Muy distinto a lo que estábamos acostumbrados en el último lustro, donde los mercados de acciones festejaron con creces la “era del dinero gratis”. Durante los mercados alcistas, es muy fácil ganar dinero. Todos creemos que hemos entendido la dinámica de éstos y que nos podemos anticipar de manera sistemática a sus movimientos.
Generalmente, pecamos de un exceso de confianza tal que luego lamentamos con el advenimiento de los cambios de ciclos que nos llevan a perder dinero.
El 2015 fue como el punto de inflexión en ese sentido.
Sabíamos que sería un año distinto a los que habíamos vivido antes. Básicamente por dos factores fundamentales: la Reserva Federal (banco central de Estados Unidos) quería comenzar a normalizar su política monetaria (y lo hizo con la suba de las tasas de interés en su última reunión del año) y porque el mundo crecía a una velocidad menor, de la mano de la desaceleración de China y otras economías emergentes.
Aun así, no me resigné a buscar alternativas atractivas para los inversores. Siempre las hay. El problema es que en muchos casos cuesta más diferenciarlas cuando el escenario es complejo e incierto.
En mi columna de hace exactamente doce meses atrás, Tres recomendaciones para el año nuevo, había señalado, por distintas circunstancias, que me gustaban tres mercados:
- Argentina
- España
- Alemania
Y en un mundo donde finalmente se comprobó que fue desafiante, dos de las tres recomendaciones dieron buenos resultados. Los rendimientos de los índices de estos países fueron los siguientes:
A excepción de la Argentina, los rendimientos han sido para nada grandilocuentes. Pero tampoco lo fue para la mayoría de los activos financieros alrededor del mundo. Observemos el siguiente gráfico:
Sólo las acciones rusas, luego de un 2014 para el olvido, han tenido una performance muy por encima del resto de los mercados. Para el caso de las bolsas desarrolladas, la suerte no fue la mejor a excepción del Nikkei japonés y el Dax alemán.
Si miramos los mercados accionarios de peor performance, ese ranking es encabezado por Brasil y seguido por Canadá. Extrañamente, son dos de mis mercados favoritos para 2016.
¿En qué baso mi teoría?
Un eje fundamental es que creo que los precios de los commodities han tocado cerca de un piso y estas economías (Brasil y Canadá), que son altamente dependientes de las materias primas, podrían tomar vuelo nuevamente en caso de que los precios se estabilicen y tiendan a repuntar.
Más específicamente, Canadá es una apuesta conservadora. Y si bien depende mucho de las materias primas, también tiene una fuerte dependencia de la evolución de la economía estadounidense. Si ésta última muestra una performance aceptable en 2016, al menos en el primer semestre, existen “gangas” muy atractivas en el mercado canadiense para posicionarse.
[Recuerde que si usted no tiene acceso directo al mercado canadiense puede tener exposición en ese país mediante los ADRs que cotizan en Wall Street o mediante el ETF de Canadá cuyo ticker es EWC.]
Para el caso de Brasil ya hablé bastante hace algunas semanas. Hoy el principal problema es político ya que lo económico está encarrilado con medidas de ajuste duras que se están tomando y que podrían sembrar las bases en 2017.
El ETF de la sexta economía del mundo es el EWZ.
Siempre recuerde apostar a estos activos dentro de un portafolio diversificado.
Espero que haya pasado una buena Navidad y que comience el año 2016 a puro éxito.