Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El dólar estadounidense se ha disparado este miércoles tras conocerse que los precios al consumo han subido a su ritmo más rápido desde 2008. El presidente de la Reserva Federal, Powell, había advertido sobre un aumento temporal de los precios, pero nadie esperaba un aumento tan fuerte. En términos mensuales, el IPC subió un 0.8%, cuatro veces más de lo esperado, y la tasa interanual del IPC asciende al 4.2% frente al 3.6% estimado. El vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, dijo que estaba "sorprendido" por el fuerte aumento de la inflación que ha hecho que los inversores se pregunten si el informe de este miércoles ha extrañado a otros responsables de la política monetaria.
Las acciones han descendido pues la subida de los precios afecta a los márgenes de las empresas, impulsa el rendimiento de los bonos, lo que afecta a los costes de financiación y presiona a la Reserva Federal para que reduzca los estímulos. Por ahora, los responsables de la política monetaria se mantendrán firmes en su opinión de que este aumento es transitorio, pero a muchos inversores les preocupa que la solidez de la recuperación haga que las subidas de precios sean duraderas. La recuperación de la demanda de los consumidores y la escasez de oferta impulsaron fuertemente el precio de los alimentos, las tarifas aéreas, el alquiler de coches, las ventas de automóviles de segunda mano y el gas. No es muy probable que disminuya la demanda y que el crecimiento de los precios se ralentice materialmente antes del final del verano. Cuanto más tiempo sigan siendo altos los precios, más probabilidades tendrán de ser permanentes.
El dólar estadounidense debería mantener sus ganancias a la espera del informe de ventas minoristas del viernes. Entre una inflación más alta y un mayor crecimiento de los salarios, hay muchas probabilidades de una sorpresa en el gasto de los consumidores. Los economistas creen que las ventas minoristas aumentarán sólo un 1% tras el aumento del 9.8% del mes anterior. Al igual que la inflación, esto podría resultar ser un pronóstico inusualmente bajo. El par USD/JPY disfrutó de su mayor repunte intradía desde principios de marzo y podría alcanzar el nivel de 110 antes del final de la semana. Los precios al productor se publican este jueves, pero después del IPC, el IPP debería tener poco impacto en el dólar. Los traders se centrarán en cambio en los datos semanales de solicitudes de subsidio por desempleo tras los últimos informes de empleo no agrícola.
Los dólares neozelandés y australiano han sido los más afectados por la venta de acciones, perdiendo más del 1.5% de su valor frente al dólar estadounidense. Ambos países están disfrutando de una baja incidencia de COVID, sus mercados inmobiliarios son fuertes y la recuperación es saludable, pero son monedas beta altas que generalmente son muy sensibles al interés por el riesgo. El dólar canadiense también cerró la jornada a la baja, aunque ha sido el más resistente, perdiendo sólo el 0.2% de su valor frente al billete verde.
El euro comenzó la jornada sometido a una gran presión tras unas cifras de producción industrial más débiles de lo esperado. Los informes económicos del Reino Unido fueron abrumadoramente fuertes, pero la libra esterlina no pudo evitar registrar pérdidas. La economía del Reino Unido se contrajo un -1.5% en el primer trimestre, mientras que la producción industrial aumentó un 1,8%. Sin datos importantes de la eurozona o del Reino Unido pendientes de publicación a finales de esta semana, el euro y la libra esterlina se moverán principalmente en función del interés del mercado por los dólares estadounidenses