El Dow Jones y el S&P’s 500 terminaron ayer en récords. Y hoy, el día de la Fed, se moverán con cautela hasta las 13:00 hora de México, cuando se dará a conocer el comunicado de la Fed, la decisión de política monetaria, y la actualización para las proyecciones económicas. Media hora después, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, saldrá a explicar la decisión y las expectativas que manejan para el corto plazo. Aun así, la jornada no empezó con buenas noticias: las ventas minoristas decepcionaron, la inflación se deprimió y para colmo, un loco abrió fuego contra una veintena de congresistas estadounidenses hiriendo, entre ellos, al jefe de la bancada de la mayoría republicana, Steve Scalise. El asaltante, según la reciente información de Donald Trump, está muerto.En el momento de escribir esta nota, el Dow Jones cotiza plano, el Nasdaq avanza un 0.1% y el S&P's 500 cede un 0.1%.
Pero vayamos por parte: en lo que se refiere a la Fed, se espera que eleve la tasa de referencia en 25 pbs para situar el objetivo para los fondos federales en un rango de entre 1.0% y 1.25%. Los futuros de los fondos federales asignan una probabilidad implícita de 92.7%. Sin embargo, el gran atractivo será ver, en gran medida, el gráfico de puntos: allí se describirán las expectativas de la Fed sobre futuras subidas de tasas. La Fed se esforzará en transmitir el mensaje de que seguirá restringiendo las condiciones monetarias de manera gradual, dado que las condiciones económicas lo permiten. Pero la gran pregunta es si subirá las tasas una vez más en lo que resta de año, o dos. Por otro lado, las proyecciones para el 2018 eran tres alzas de tasas. También será importante escudriñar si esas expectativas han mudado.
Justificar futuras subidas de tasas no será tarea fácil: la economía no da muestras de crecer con más músculo que en el pasado, y los datos siguen decepcionando. Así sucedió esta misma mañana. Inesperadamente, las ventas minoristas de mayo se contrajeron un 0.3%, muy por debajo de la lectura de 0.0% que esperaba el consenso y prácticamente borrando el incremento de abril, por lo que el consumo privado, que flaqueó en el primer trimestre, tampoco parece gozar de muy buena salud en el segundo. Excluyendo el volátil componente de autos, las ventas bajaron otro 0.3% defraudando el aumento de 0.1% que esperaban los analistas, y eclipsando el incremento de 0.3% de abril. Por tanto, el consumo privado, el gran motor de la economía estadounidense, sigue sin terminar de arrancar desde que llegó Trump, pese a que los datos de confianza del consumidor auguraban un gran auge del gasto de consumo privado.
Por otro lado, la inflación se sigue desinflando. Los precios al consumidor de mayo se redujeron un 0.1%, por debajo de la lectura de 0.0% del consenso. Así, la tasa anual se desaceleró de 2.2% en abril a 1.9% en mayo. La inflación subyacente también sorprendió por sus bajas cifras: en el mes aumentó un 0.1%, por debajo del 0.2% del consenso y la misma tasa observada en abril. Sin embargo, la tasa anual se redujo de 1.9% a 1.7%. Por tanto, ni el crecimiento económico es muy sólido, ni las presiones inflacionarias muy preocupantes, lo que realmente da espacio a la Fed para conducir una política monetaria muy gradual si nos atenemos a esos dos mandatos.
Sin embargo, el tercer mandato debe tener a la Fed un poco nervioso: los mercados no dejan de subir y el Dow y el S&P’s 500 está en récord. La Fed debe hacer algo para enfriar a los mercados, y para eso es necesario dejar de seguir regalando dinero o, lo que es lo mismo, seguir subiendo las tasas de interés. He ahí el gran dilema de la Fed: la economía real no amerita grandes subidas de tasas. La economía financiera, las bolsas, sí o se corre el riesgo de que se siga inflando la burbuja y estos mercados se descalabren provocando caos y recesión.
La tasa de 10 años, tras los datos, se redujo en 10 pbs a 2.11%, lo que pone en evidencia la decepción con las cifras económicas, lo que empiezan a descontar que para septiembre podrían tomarse una pausa y dejar otro incremento hasta el mes de diciembre. Ante esta incertidumbre, se benefician también los metales preciosos: el oro (+0.8%) y la plata (+2.6%). Asimismo, el derrumbe de las tasas hace que las divisas se fortalezcan contra el dólar: trepa el rand sudafricano (+1.3%), el real brasileño (+1.3%), el yen japonés (+0.9%), el peso mexicano (+0.7%) que cotiza ya por debajo de los 18.0 pesos, en 17.93 pesos por dólar, el euro (+0.6%) y la libra esterlina (+0.4%).
El barril de WTI, por otro lado, se desploma un 3.7% a 44.78 dólares. No sólo la OPEP reportó un inesperado aumento en la producción, sino que además los datos del gobierno muestran una débil demanda de gasolina al inicio del verano, lo que se tradujo en un incremento de los inventarios. Si bien los inventarios de crudo se redujeron en 1.66 millones de barriles al día, los de gasolina se incrementaron en 2.1 millones. Ese nivel es el más bajo desde abril del año pasado. La reciente tendencia del petróleo, como hemos comentado en estas páginas, puede complicar las coberturas petroleras del gobierno mexicano para este año.
En Europa, predominan las pérdidas. Cae el Ibex-35 de Madrid (-0.9%), y el Cac-40 de París (-0.2%). Sin embargo, el Dax de Fráncfort avanza un 0.5%. El Ftse 100 cede un 0.1%.
Por tanto, los mercados parecen hoy un poco desconcertados. Los datos defraudaron y no saben muy bien cómo leerlos y cuáles son sus implicaciones para la política monetaria. Pero en ratito nos los desvelará al propia Yellen.