Los datos económicos se encargaron de enterrar la incertidumbre que generó la Fed. Los pésimos datos de ISM manufacturero y empleo publicados al final de la semana pasada junto con el del ISM del sector servicios publicado hoy (todos ellos para el mes de septiembre) han desechado cualquier resquicio para subir las tasas de interés al final de mes, en la reunión del 27 y 28 de octubre y reduce la probabilidad de que pueda suceder en la última reunión del año, a mediados de diciembre. Esa mejor claridad, transmitidas más bien por los datos económicos que por la propia Fed, desencadenaron un estruendoso rally en los mercados globales.
Trepó con fuerza Wall Street, que ya ha subido en los últimos cinco días, en lo que ha sido la racha más larga de este año y el rally más poderoso. Pero también se elevaron con fuerza los mercados europeos y emergentes: no sólo las bolsas, también las divisas y los bonos soberanos. Las materias primas más golpeadas, sobre todo el petróleo y el cobre, también ganaron terreno. Y los bonos corporativos de alto rendimiento se subieron al rally. Es decir, tras toda la incertidumbre de las últimas semanas, los capitales regresaron a los activos de riesgo ante la expectativa de que la Fed no podrá cumplir con su amenaza y tendrá que esperarse más tiempo para subir las tasas. En medio de ese rally generalizado, se deprimieron los activos más seguros, esto es, los bonos del Tesoro de Estados Unidos, el bono alemán y el dólar.
Al cierre de la sesión, el Dow Jones se disparaba un 1.85% para terminar en los 16,776.43 pts mientras que el Nasdaq ganaba un 1.56% hasta los 4,781.26 pts. El S&P’s 500 se incrementó un 1.83% y cerró en los 1,987.05 pts, y ya divisa de nuevo los 2,000 pts. El S&P’s 5’00 ha ganado terreno en los últimos cinco días, en lo que ha sido su mejor racha desde diciembre del año pasado. En estos cinco días, el Dow Jones ha ganado un 4.8% y el Nasdaq un 5.2%. Pero el, S&P’s 500, el índice que mejor mide el tono general del mercado, ha descollado con un 5.6%. Wall Street, por tanto, por fin rebota tras el pésimo comportamiento del tercer trimestre, el peor desde el 2011.
En Europa, el Euro Stoxx 600 trepó un 3.0%. Destacó el Ibex-35 de Madrid (+3.8%), seguido del Cac-40 de París (+3.5%). El Dax de Fráncfort y la bolsa de Milán ganaron un 2.7% cada uno. En Latinoamérica la bolsa mexicana ascendió un 1.9% y el Bovespa de Sao Paulo un 1.2%. En las divisas emergentes el rublo ruso avanzó un 2.4%, el peso colombiano un 1.9% y el real brasileño un 0.7%. El peso mexicano cerró con pocos cambios, en los 16.77 pesos por dólar, luego de que a principios de la semana pasada rebasara de nuevo los 17 pesos por dólar. El índice del dólar de Bloomberg lleva tres días consecutivos de descensos.
Y todo eso porque los inversionistas empiezan a descartar la posibilidad de una subida de tasas en los últimos meses. La semana pasada se publicó que el ISM manufacturero registró su peor lectura desde mayo de 2013, y con una lectura de 50.2 se corre riesgo de que la manufactura estadunidense entre de nuevo en recesión. Además, el ritmo de creación de empleo en septiembre fue decepcionante, se revisaron a la baja las cifras de agosto y julio, y los salarios permanecieron estancados. Finalmente, hoy, el ISM de servicios, que es lo que ha estado propulsando a la economía estadunidense y que representa un 90% de su PIB, registró una lectura de 56.9, por debajo de la cifra de 57.5 que estimaban los analistas y muy inferior al 59.0 registrado en agosto.
De este modo, la probabilidad de una subida de tasas en la reunión de la Fed de finales de mes apenas es ya de un 10%, en tanto que para la del 16 de diciembre es de 37%, ya muy por debajo del 50%. Antes del dato de empleo, la probabilidad asignada para la reunión de diciembre era de 42.6%. De modo que cada vez más los mercados incorporan en sus valuaciones una subida de tasas hasta el 2016.
El avance de las materias primas y la debilidad del dólar impulsó a empresas como General Electric (NYSE:GE) y Caterpillar (NYSE:CAT), que ambas aumentaron un 5.3% en el Dow Jones. Cisco Systems (NASDAQ:CSCO) avanzó un 4.2% y DuPont (NYSE:DD) un 4.1%. Sólo una acción cerró con pérdidas en el Dow Jones, y fue Nike (NYSE:NKE) que hoy corrió para atrás (-0.8%). Por sectores, todo treparon liderados por las compañías industriales (+3.0%) y de energía (2.9%). 6 de los 10 sectores del S&P’s 500 cerraron con ganancias superiores al 2%.
En el mercado de bonos de alto rendimiento o de “bonos basura”, el Markit CDX North America High Yield Index, un referente de los seguros contra el riesgo de impago para 100 compañías con grado especulativo, se redujo en 14 pbs a 481 pbs.
Finalmente, en el mercado de materias primas, el índice de materias primas de Bloomberg ganó un 1.1%. El cobre se elevó un 1.3% y el barril de WTI ganó un 1.7% para cerrar en los 46.30 dólares.
En contraste con todo el rally en los activos de riesgo, la tasa del bono de 10 años aumentó en 7 pbs para cerrar en 2.06%. El viernes concluyó en 1.99%. un mínimo desde el mes de abril. El bono de 10 años alemán también se incrementó en 6 pbs a 0.57%. Y todo eso porque lo que no quería reconocer la Fed, que este año tendrá muy difícil subir las tasas, el mercado se encargó de corregir.