Como era de esperarse, el Banco de México subió la tasa de referencia (fondeo) en 75 puntos base de acuerdo a las expectativas del mercado, ubicándola en 9.25% a partir de este 30 de septiembre. También subió los pronósticos de la inflación para este año, de 8.1% a 8.6% y para la subyacente subió de 7.6% a 8.2%. Lo mismo hizo para la inflación general de 2023 de 3.2% a 4.0%, y de 3.2% a 4.1% la subyacente. Con estos niveles esperados, lo más probable es que sigan subiendo la tasa en las dos próximas reuniones pendientes en el año, el 10 de noviembre y el 15 de diciembre. En el mejor de los casos, las próximas alzas serían de 50 puntos base cada una, lo que llevaría la tasa a 10.25% al cierre del año, aunque vemos una mayor probabilidad que el cierre esté en 10.50%.
Es evidente, que mayores tasas de interés quitan el interés de invertir en la Bolsa, tanto por los rendimientos que reciben en el mercado de dinero como por el riesgo que corren las empresas frente a una desaceleración económica, o inclusive puede ser hasta una recesión.
Igual que otros mercados en el mundo, la bolsa de México tiene precios y valuaciones atractivas considerando los resultados de los últimos 12 meses, pero la incertidumbre de lo que puede venir adelante es lo que mantiene la volatilidad.
La tendencia primaria del índice S&P/BMV IPC sigue a la baja, pero ha logrado ser un poco más defensivo que los índices de Estados Unidos.
La caída que tuvo la bolsa este jueves, estuvo contagiada por el mercado neoyorquino, y también contribuyó la caída de AMX por el ajuste técnico que tuvo, aun cuando ya es la segunda emisora con mayor influencia en el IPC, después de Walmex*.