La soja sufrió una fuerte baja de 22% en tan sólo 38 días. ¿Qué ocurrió con el Maíz? La caída de su cotización desde sus máximos recientes ha sido del 14%. Lo que abre la puerta para el análisis de cómo se comportan en forma relativa.
Si observamos un gráfico histórico del precio de la soja de los últimos 25 años, no es una noticia saber que estamos en máximos históricos y que esos “picos” siempre fueron cortos en el tiempo, a excepción del 2012, período en el que el clima en Estados Unidos produjo una seca que arrasó con gran parte de la cosecha de estos cultivos.
Aclaración técnica importante, y más aún en los tiempos que corren de reflación y balance-sheets de bancos centrales abultados: este chart de 25 años hacia atrás está en dólares corrientes, no constantes. Lo técnicamente correcto sería contemplar la pérdida del poder adquisitivo de la moneda con la que se mide, pero dejemos ese detalle para otra ocasión. El punto que quiero resaltar es la relación su commodity hermano: el maíz.
La soja sufrió una fuerte baja de 22% en tan sólo 38 días. ¿Qué ocurrió con el Maíz?.
El rally de este cereal fue tan fuerte y acelerado como el de la oleaginosa, pero la caída del maíz desde sus máximos recientes ha sido del 14%.
Lo que abre la puerta para el análisis de cómo se comportan en forma relativa:
La relación histórica de estos dos commodities desde marzo de 1970 arroja un promedio de 2.4.
Si bien lógicamente existen fuerte oscilaciones hacia los extremos, existe una clara reversión a la media por cuestiones naturalmente fundamentales (el productor orientará sus recursos para sembrar el activo más rentable en la próxima campaña, lo cual incrementará su oferta, y lo que hará que nuevamente baje su precio relativo respecto al otro).
Pongámonos el sombrero de traders:
¿Qué oportunidades genera este análisis?
Como bien sabemos, estos commodities pueden ser operados tanto a la suba como a la baja en los mercados de derivados locales (Matba-Rofex) como internacionales (CME), lo que nos permite ejecutar una estrategia de las que se llama: relative trade.
Esta estrategia consiste en comprar lo que está barato y vender lo que está caro, olvidándonos de la direccionalidad individual de sus componentes, y apostando solamente a un acomodamiento de precios relativos a su media aritmética histórica.
La historia y las probabilidades están de nuestro lado.