• Pausa en la rotación sectorial de sesiones previas, con un sentimiento de cautela y cierta aversión al riesgo permeando en la jornada. El ECB mantuvo su postura monetaria sin cambios, en línea con las expectativas, reservándose cualquier señal sobre el momento de potenciales recortes hacia delante. En datos, el Philly Fed de julio en EE. UU. resultó mucho mejor a lo esperado (en 13.9pts vs 2.9e). También se observó un tono negativo en commodities, con pérdidas de ~0.5% en el petróleo. Los metales preciosos e industriales operaron a la baja.
• Presiones en bonos soberanos, con tasas de Europa y EE. UU. manteniéndose en los rangos de la semana. El tono del ECB se reflejó en pérdidas de 1-2pb para los bunds, contagiando la apertura de la operación de los Treasuries. Estos últimos terminaron con presiones de 2-5pb, con el desempeño más débil en la parte larga. Sin un catalizador particular, las pérdidas aceleraron hacia el cierre del día. Así, la nota de 10 años finalizó en 4.20% (+4pb). A nivel local, los Bonos M promediaron pérdidas de 12pb y los swaps de TIIE-28 11pb.
• El dólar se fortaleció, revirtiendo pérdidas de la sesión anterior. Todas las divisas del G10 se debilitaron, con NOK (-0.9) y JPY (-0.8%) liderando. En emergentes, se observó un balance negativo concentrado en LatAm desde la apertura, extendiendo la dinámica de la sesión anterior. CLP (-1.9%) y BRL (-1.7%) fueron las más débiles, seguidas del MXN que se depreció 1.5% a 17.97 por dólar. El peso tuvo un rango intradía de 17.69 y 18.07.
• Cierres mixtos en bolsas de Asia y Europa frente a pérdidas generalizadas en América. Salvo Energía, todos los sectores del S&P 500 (-0.8%) cayeron. El Nasdaq bajó 0.7%, tras registrar ayer su mayor pérdida desde diciembre de 2022 (-2.9%). El VIX continuó subiendo, como lo ha hecho toda la semana. Con ello, alcanzó máximos desde abril. A pesar de este contexto, los semiconductores revirtieron parcialmente las pérdidas de ayer. En México, el IPC cayó 1.31% a 53,043 unidades, con todos los sectores a la baja.