La semana pasada, el mercado del petróleo recibió algunas noticias positivas menores, incluyendo los indicios de que las cifras de demanda podrían estar recuperándose mientras que la oferta ha disminuido. Pero las buenas noticias se han visto limitadas y eclipsadas por las malas.
Al mismo tiempo, las compañías petroleras públicas, que han anunciado ganancias en sus últimos informes trimestrales, han ofrecido las primeras muestras de lo devastador que ha sido para la industria este desplome del precio del petróleo. A continuación, echamos un vistazo realista a la situación actual de la demanda, la oferta y las acciones de las petroleras.
1. Demanda
Los precios del petróleo suben ligeramente esta semana, con el Brent finalmente cruzando la marca de los 30 dólares.
El movimiento de los precios parece haber sido impulsado por el hecho de que algunas áreas de Europa, Estados Unidos y otros lugares están empezando a relajar las restricciones de la actividad económica y de movilidad. Los traders han percibido estas reaperturas como pasos hacia la recuperación económica y hacia un aumento de la demanda de petróleo. Pero aún no está claro que los datos respalden eso.
En Estados Unidos, las reservas de gasolina disminuyeron la semana pasada, lo que indica un aumento de la demanda de gasolina, y las refinerías de petróleo aumentaron sus tasas de utilización al 70%, aunque estos son sólo dos datos concretos. A nivel mundial, las refinerías de petróleo han reducido la producción en un 30%, por lo que un ligero aumento semanal en Estados Unidos podría no ser significativo, sobre todo mientras las reservas de petróleo sigan aumentando.
Incluso cuando las empresas reanuden su actividad, el consumo de gasolina será menor en comparación con el mismo momento del año pasado, porque muchas personas seguirán evitando viajes innecesarios y tendrán menos dinero para gastar, además de que una economía con dificultades no propicia el transporte de bienes y trabajadores.
2. Oferta
Otro factor que refuerza los precios del petróleo es la actual contracción de la oferta.
La columna de la semana pasada examinaba los diversos movimientos de los productores de petróleo para limitar el suministro, pero la situación está cambiando rápidamente. Rusia siempre ha ido a la zaga en la reducción de la producción, incluso las veces que se ha comprometido a reducirla. Ha habido serias dudas de que pudiera cumplir con las nuevas reducciones que prometió hacer en mayo y junio. Sin embargo, según datos de Reuters, durante los primeros cinco días de mayo, la producción de petróleo ruso disminuyó hasta 8,75 millones de barriles al día (esta cifra no incluye la producción de condensado), lo que eleva la producción de Rusia a 9,5 millones de barriles al día.
La producción de Estados Unidos sigue reduciéndose, pero no está claro cuánto. Según la Administración de Información Energética, la producción estadounidense se desplomó en otros 200.000 barriles al día la semana pasada hasta 11,9 millones de barriles al día. A pesar de que la Comisión de Ferrocarriles de Texas ha decidido no regular la producción de petróleo en el estado en este momento, la organización estima que la producción de Texas ya ha disminuido por sí sola en 1 millón de barriles al día desde el inicio de la crisis de demanda. (Para obtener más información sobre esta decisión, escuche esta entrevista con la Comisionada de Ferrocarriles de Texas, Christi Craddick).
El descenso de la producción es una buena señal para los precios del petróleo, pero los traders no deberían entusiasmarse demasiado con la disminución del suministro. Irak se ha comprometido a reducir 1 millón de barriles al día, pero aún no ha informado a los clientes de ninguna reducción de suministro y no ha decidido cómo se distribuirán las reducciones entre las empresas que gestionan los yacimientos del país. Hay conversaciones en curso con las compañías petroleras que gestionan los mayores yacimientos de Iraq (como BP (NYSE:LON:BP), Exxon (NYSE:XOM), ENI (MI:ENI) (NYSE:E) y Lukoil (MCX:LKOH) (OTC:LUKOY)) pero no parece que la producción esté disminuyendo.
En el parche de esquisto, dos empresas prominentes, Diamondback (NASDAQ:FANG) y Parsley Energy (NYSE:PE), han indicado recientemente que si los precios del petróleo (WTI) alcanzan los 30 dólares por barril, podrían empezar a aumentar la producción de nuevo reabriendo pozos cerrados e incluso mediante el fracking de nuevos pozos.
3. Acciones de las petroleras
Muchas compañías petroleras han publicado estas últimas dos semanas sus resultados del primer trimestre de 2020. De las 13 semanas del trimestre, sólo en las últimas 3,5 se han dado precios extremadamente bajos del petróleo.
Sin embargo, un número importante de empresas reportaron pérdidas considerables en una industria que por lo general sólo registra beneficios. Por ejemplo, Exxon ha reportado una pérdida de 610 millones de dólares, BP ha perdido 628 millones, Occidental (NYSE:OXY) 2.200 millones de dólares y Marathon Petroleum (NYSE:MPC) 9.900 millones de dólares. Las pérdidas de esta escala en el primer trimestre indican que es probable que las compañías petroleras reduzcan aún más los gastos de explotación y los gastos de capital para tratar de frenar el descenso de los ingresos con respecto a los trimestres posteriores.
Occidental, por ejemplo, acaba de anunciar otra ronda de reducciones de los gastos operativos y de capital tras recortar dos veces en marzo. La compañía ha reducido su gasto previsto en un 50% frente a lo que indicó que gastaría en 2020. Una mayor reducción significará menos desarrollo de los recursos petroleros futuros y menos suministro por parte de estas empresas a largo plazo.